Un Amor Verdadero 🤍

Capítulo 24. Viviendo un cuento.

- Buenas buenas!!!!!, grita Franco mientras entra a la Hacienda Reyes con Sara entrelazando sus manos.
- Caramba flaco pensé que ya no te vería más. Saluda Oscar entre bromas abrazándolo.
- Muy chistoso tú.
- Hola cuñado. Le dice Sara.
- Hola cuñadita, no sabes lo feliz que me hace que estés por aquí.
- Y vino a quedarse para que sepas. Le dice Franco mientras mira a Sara de manera pícara y triunfante.
- ¿Y Juan? Pregunta Sara.
- Ya debe estar por entrar, estaba arreglando un asunto con los trabajadores. Le contesta Oscar.
- Quintina por favor lleve las cosas de la señorita Sara a mi habitación. Ordena Franco.
- ¿A tu habitación? Le dice Sara.
- Claro. O que ¿no quieres?. Le dice entre caritas tristes.
- Ven acá, claro que sí. Le responde mientras le da un pequeño beso.
- Bueno, bueno ya, no coman delante de los pobres. Les dice Oscar.
- Ayyy cuñadito ya no llore. Menciona Sara entre risas.
- Amor, venia pensando en el camino, ya que estas aquí ¿porque no hacemos una cena mañana acá en la casa todos?
- ¿Hasta mi suegrita? Dice Oscar asombrado y bajo la mirada de molestia de Sara por su respuesta.
- Si señor todos, en algún momento tú y Juan también deben enfrentar a Doña Gabriela y creo que este es el momento. A parte ya acepto lo mío con Sara, ya el camino uds lo tienen hecho. Responde Franco.
- Franco tiene razón, y que más que aquí en la casa de uds, yo estoy segura que mi mamá no se va a negar. A parte chicos viene un nuevo miembro a la familia que lo que debe hacer es unirnos más, no separarnos, este angelito viene a darnos amor, a enseñarnos que si nos tenemos todos, nada nos va a separar. Dice Sara.

Franco le toma su cara y suavemente le da un beso tierno en la boca.

- Sara tiene Razón, y tu hermanito deja el miedo, no quieres estar con Jimena pues esta es la oportunidad de que todos estemos bien y felices. Arreglan sus cosas con Doña Gabriela y ya todos contentos.
- Esta bien. Responde resignado Oscar.
- Buenas noches. Cuñada, que bueno verte de visita por acá. ¿Como estás? ¿Como va mi sobrino? Entra Juan Saludado con un abrazo.
- Hola cuñado, todo muy bien. Y puede ser sobrina también dice entre risas.
- Hermano y la vas a ver más seguido por acá. Menciona Franco.
- Pues eso me gusta. ¿De que hablaban? Cuestiona él mayor de los Reyes.
- Que mañana haremos una cena acá en casa, e invitaremos a las muchachas, a Doña Gabriela y el abuelo. Cuenta los planes Oscar.
- Oigan me gustaría que viniese Eva, ella ha sido nuestra nana de siempre y me encantaria que estuviese aquí también.
- Lo que tu digas amor. ¿Que te parece Juancho?
- Pues me parece perfecto, es momento de unir a las dos familias y creo que es propicio esa cena.
- No se diga más, mañana amor tu te encargas con Quintina de todo, lo que necesites y dispongas solo le dices a las muchachas y ellas se encargan de todo.
- Perfecto. Le dice Sara muy contenta y dándole un beso en la mejilla.
- Quintina nos sirves la comida a todos, por favor. Ordena Juan.

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Todos pasan felices a la mesa, una velada agradable, un ambiente de verdadera familia, todos estaban muy felices. Una vez terminan se dirigen a sus habitaciones. Las cosas de Sara ya estaban en la habitación de Franco como este lo ordenó, pero ellos decidieron salir al balcón, para deleitarse del hermoso cielo estrellado y una luna hermosisima.

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- ¿Amor?
- ¿Digame Sra Reyes? Sara lo mira tiernamente y se le sale una pequeña sonrisa.
- ¿Que nombre le pondremos?
- Si es niña me gustaría que llevara tu nombre, corto pero imponente.
- Ay no amor, si es niña otro nombre mejor.
- Esta bien. ¿Y si es varón?
- Hay un nombre que me gusta mucho, recuerdo que mi papá siempre decía que si ubiese tenido un hijo se llamaría Andres y así quisiera que se llame mi hijo.
- ¿Así que te gusta el nombre de Andres? Pregunta Franco serio.
- Si claro. Le responde ella haciendo puchero.
- Pues Andres será entonces. Le dice mientras le da un beso.
- No me busque señor.
- A lo mejor eso es lo que quiero.