16. Corazones de pastel y corbatas de sometimiento.

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Adriana

El espejo me devuelve una imagen que inevitablemente me hace pensar que Adrien tiene razón. Por algún motivo, me veo más bonita después del sexo con él. Quizá sea que los ojos me brillan más o que la boca se me ve un poco más hinchada y roja. Algo dentro de mi se electriza al recordar los momentos recién vividos. Es algo que he deseado desde hace mucho tiempo y me cuesta creer que ahora es una realidad. Y todo ha pasado tan rápido. No tengo idea de si eso sea bueno o negativo.  Me acomodo el cabello y salgo del baño para encontrar a Adrien sentado en mi sillón de la sala, en su mano tiene una copa de vino, y antes de que me pueda sorprender , veo que en la otra mano tiene uno de mis libros, el más reciente: "Corazones de pastel" .
-Qué haces , Adri? - pregunto con cierta vergüenza de saber que esta hojeando mi libro.
-Esto parece muy dulce...- me mira, su rostro refleja una sonrisa que hace mucho no veía. Me recuerda a un video de él, que salió hace unos años, cuando estaba en el Paris Saint German y lo grabaron tratando de decir unas bromas. Era un video cómico, ya que para Adrien era imposible frenar la risa.
-Es un libro para niños- respondo, no se porque me siento apenada, siempre he estado orgullosa de mis libros.
-Es un contraste , sabes?- su mano cierra el libro pero no lo mueve de su regazo.
-A que te refieres?- me siento a su lado. Adrien toma la otra copa de vino, que está en la mesa de centro y me la pasa.
-Como es posible que una mujer tan caliente y deseosa como tú- acerca su boca a la mía, las comisuras de sus labios están un poco amoratadas por el vino- pueda escribir cosas tan tiernas y dulces?- levanta el libro con su mano izquierda- este es para mí, cierto? - pregunta. Yo no sé qué decir ante eso. Es imposible no emocionarme, pero a la vez, me quedó sin palabras.
-Eh...
-Gracias- responde con una sonrisa. Yo me bebo el vino de un trago. Ahora tendré que vivir con la incertidumbre de que él lea mi libro.
-Tranquila, tampoco soy un crítico literario...- su mano empieza a pasearse por mi pierna- Sabías que yo quería ser panadero?
-Sí, alguna vez lo mencionaste cuando éramos niños.
-Pude haber sido un buen panadero- su mirada azul verdosa se pierde en los recuerdos por un instante- los hot cakes me salen muy bien, por ejemplo- dice, haciendo referencia al desayuno de apenas esta mañana. Se me hace tan difícil pensar que fue esta mañana cuando desayunamos juntos y que apenas fue ayer que fuimos a la fiesta de la Juve. La mano de Adrien sigue acariciandome la pierna y no puedo evitar ver la escena sintiendo a la vez excitacion y miedo. Su mano es grande y abarca mi muslo con una autoridad que me pone nerviosa.
-Adri...- suspiro. Él me mira.
-No te gusta?- su mano sube un poco más y sus dedos apenas rozan mi intimidad.
-Si... si me gusta mucho, pero..
-A mí también me encanta tocarte- sus dedos me empiezan a tocar por encima de la ropa interior y antes de que me pueda dar cuenta, está hincado entre mis piernas, con ambas manos acaricia mis muslos y su rostro vuelve a transformarse con expresión de lujuria- que sexy te ves así, abierta de piernas- su rostro se acerca al mío- recuerdas aquella vez que me dijiste que te abrirías para mí?- se ríe.
-Lo dije en sentido de abrir el alma, Adrien!
-No ... dijiste en todos los sentidos- su boca roza la mía.
-Quizá si... no recuerdo , pero .
-Pero ahora te tengo aquí, abierta para mí, ofreciéndome tu cuerpo- su cara baja por mi cuello y luego se pone sobre mis pechos, no los lame, solo pone su rostro contra ellos pero eso es suficiente para que mi excitacion suba . Después baja por mi vientre y por fin hunde el rostro entre mis piernas.
-Adri...!- exclamo al sentir su lengua  dar pequeños golpes sobre mí clitoris. Pongo mis manos entre su cabello y es en ese momento cuando retira el rostro. Pero sigue ahí, hincado frente a mi- qué pasa?- pregunto, con impaciencia, lo deseo y lo necesito .
-baja tu blusa y descubre tus senos- pide él. Aquellas palabras me prenden como fuego en el bosque que no puede parar. Yo lo obedezco y bajo el corpiño apretado de mi blusa, mis senos se desbordan y veo su mano bajando hasta tocar su pene. La imagen debe gustarle: estoy frente al él con las piernas abiertas, con los senos por fuera- tócatelos- sigue él, ordenándome. Con una mano empiezo a acariciar uno de mis pezones y es imposible no excitarme más con mi propio contacto y con sus ojos devorándome.
-Adrien...- digo, mientras mi pulgar juega .
-Que deliciosa eres cherie...- Adrien saca su pene y empieza a masturbarse viéndome- con tu otra mano dime donde quieres que siga lamiéndote..- pide él. Yo lo hago, me toco un poco y sigo, sigo tocándome mientras él me mira.
-Me excita que me veas..- le confieso. Adrien sonríe un poco y veo que afloja su corbata. La afloja demasiado y por fin se la quita.
-Tócate más... en un momento no podrás hacerlo - dice. Por un momento creo que se refiere a que será él quien me toque, pero no sólo es eso. Sigo acariciandome, sus ojos azules bastan para ponerme al rojo vivo .
-Adri...- gimo, suspirando su nombre. Él toma mis manos sin previo aviso. Acerca su boca a la mía y mientras me besa, pone mis brazos por detrás de mi espalda. Su lengua explora mi boca y sus manos atan las mías. Estoy a punto de explotar con ese gesto. Adrien se separa y me mira. Estoy frente a él con las piernas abiertas, las manos atadas tras de mí y los senos expuestos a él. Creo que tendré un orgasmo pronto. Otro más.
-Eres una diosa...- me mira- una diosa sensual atada y sometida a mi voluntad- dice él. Su lengua se pasea por mi cuello. Siento como va bajando y al siguiente momento solo veo su cabello ondulado encima de mi pecho. Pero a la vez siento la humedad de su lengua trazando círculos alrededor de mis pezones, esto es demasiado, demasiado,  no podré soportar mucho .
-Oh.. Adrien, Dios mío, Adrien..- digo entre gemidos. Escucho como me sigue chupando y el hecho de estar atada y no poder tomar su cabello me excita aún más.
-Te gusta, cherie?- dice él en un susurro.
-Me encanta, Adrien... por favor Adri... follame ya...- le ruego - penetrame ya , mi amor- digo sin pensar. Adrien se enciende más con mis palabras y con firmeza me pone en el suelo, sigo atada de las muñecas y estoy en en piso, con las piernas abiertas y más húmeda que nunca. Me encanta todo esto, me encanta verlo con toda su altura y su rostro perverso, me encanta abrir mas las piernas para él. Me encanta rogarle que me haga suya.  Me encanta que me tome a su gusto. Es un juego demasiado delicioso y con nadie nunca quise hacerlo, solamente con él
-Dimelo otra vez, preciosa...- él empieza a arrodillarse frente a mí, alistándose para tomarme.
-Follame, mi amor, follame ya , mon garçon...- le pido entre gemidos. Él se acuesta entre mis piernas y aunque nuevamente no está usando preservativo, la fiebre que siento no le da importancia a eso- Te deseo Adri...
-Yo también cherie, y te haré mía una vez más- dice, besándome los pechos- porque... para eso es tu cuerpo, cierto, nena?
-Si..
-Tu cuerpo siempre ha estado ansioso por mí, cierto?
-Si Adrien!!
-Mi niña...- dice hundiendo el rostro en mi cuello. A la vez, su pene entra en mí y la dureza resbala dentro , haciéndome gritar.
-Ah!!! Mi amor!!!- mi voz y la suya se mezclan en gemidos increíbles, mientras también nuestros cuerpos se mezclan. Adrien empieza a moverse con lentitud.
-Mon Dieu... cherie..Adriana...
-Eres todo, Adrien...eres mi dueño, y quiero ser tuya siempre, así como ahora!- digo sin pensar en lo amoroso que resulta mi pensamiento.
-Si nena... mía, mía , mía...- dice mientras sigue moviéndose. Siento su fuerza dentro de mí, es maravilloso.
-Adrien...- el orgasmo me llega de repente, gimo, grito y muerdo mis labios pero él me besa de inmediato.
-Mia...- murmura  derramándose dentro de mí una vez más - mía para siempre- suspira en mi oído. En ese momento llaman a la puerta.

Merci, amie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora