LAGRIMAS DE MANGO || MILLOS 999

1. Nuevo año escolar

Mi nombre es Natalia Palmer, tengo 17 años, estudió en una de las mejores preparatorias de Cancun, mi papá es el gran señor Juez y mi madre vive con su exitoso marido atleta en los Angeles.
Mis padres se separaron cuando tenía seis años pero fue lo mejor, así no tuve que presenciar sus peleas, yo vivo en Cancún con mi papá y en vacaciones me voy a los Angeles con mi mamá, la verdad es que mi mamá se la vive ocupada cambiando de marido cada tres años y a mi padre apenas y le conozco una amiga.
Me encuentro caminando por el patio de la escuela mientras trato de contextualizarlos con la historia.
La verdad es que soy una chica común y corriente mi cabello es rubio, soy un poco alta, no puedo quejarme de mi figura la verdad es que por ser alta todo me resalta, también me gusta ser muy coqueta, y jugar con la mirada de los hombres.
Justo cuando miré hacia el estacionamiento pude ver al Profesor Torres, Matias Torres, mi profesor de Matematicas, era un tipo alto, ejercitado, su cabello era medio risado, tenía la nariz muy fina, sus labios eran gruesos y definidos, sus ojos eran verdes y muy penetrantes, combinaban con sus cejas que eran un tono más claro que su cabello.
Básicamente era una versión de Christian Gray pero con cabello ondulado y ojos verdes.
Era un sueño para todas, yo solo veía como se bajaba de su camioneta blanca, y lo mejor es que era todo mío, llevaba unos lentes oscuros y se los quitó lentamente mientras me miraba.

Mientras caminaba viendo al profesor, accidentalmente choque con un compañero y le tiré un su teléfono.
-¡Perdón!-digo mientras estoy en el suelo.
El me ayudó a levantarme y me percaté que era Emilio, iba conmigo en clase de Latín y de historia.
-Esta bien, yo también estaba distraído- ni si quiera le puse atención porque seguía viendo al maestro.
-Deberías de ser menos obvia- ahí fue cuando le puse atención.

-¿De que hablas tonto?- conteste a la defensiva y el solo me puso los ojos en blanco.

-Todos sabemos que sales con el maestro de Historia- puse mi mano en su boca para que dejara de hablar el se quedo inmóvil y nos miramos fijamente por unos segundos hasta que el me quito la mano.

-Mejor vete Millos- los dos nos fuimos a la dirección contraria.
Llegue a mi casillero y me tope a Cassie, mi mejor amiga, era Morena de ojos claros y tenía el cabello risado, era muy bonita, no éramos muy populares pero tampoco no lo éramos, digamos que era en punto intermedio.
-¿Crees que el profesor Torres y yo somos muy obvios?- digo mientras cierro el casillero.
Ella se quedó pensando por un momento y luego negó.

-Definitivamente, no, ¿Porque?.

-Millos me dijo que era muy obvia- ella asintio.

-Es el amigo de mi hermano, seguro nos escucho hablar de eso el otro día, pero no te preocupes, es buen chico, no dira nada.- en eso la campaña sonó y ambas nos fuimos a la clase de historia, donde vería a mi guapo profesor.

En cuanto entramos al salón la mirada de Matias y la mía chocaron, nos sonreímos y luego me senté en el asiento de en medio de la segunda fila, tenía una excelente vista.

-Muy bien, abran sus cuadernos en la página 132, y... Nathalia, empieza a leer.
Me sonrroje cuando menciono mi nombre, me puse nerviosa pero logré leer a la perfección todo.
Solo me trave en la parte de hasta al ultimo por alce mi mirada y note que me estaba viendo, es que de verdad era un Crhistian Gray.

-Muy bien, gracias Nati- me sonrroje aún más.

Yo solo asentí sin mirarlo aunque mi corazón latía muy fuerte.
Mire hacia atrás y vi a Millos con una mueca de molestia, pero luego me encargaría de ese soplón.
Al finalizar las clases siempre me iba a un lote baldío para coger en el carro de Matias, cuando lo hacíamos en la camioneta de el, sentia su perfume, y desavotonaba lentamente su casita azul y me montaba ensima de el era lo mejor.

-¿Te gusta como te cojo?- gritaba en mi oído.

-¡Si!, ¡Metelo más!--decía mientras brincaba en el y gemía.

-Me gusta cogerte- era lo que me decía mientras jalaba mi pelo.
Al terminar de hacerlo una y otra vez me llevaba a mi casa, me dejaba unas cuadras antes.

-Hasta mañana profesor- dije cuando detuvo el auto

-Adiós Nati, me encanto lo de hoy- aún estaba sudado.
Me besó y me mordió el labio inferior.

-Me gustaría que un día tuviéramos una cita real-solte de repente.

Se quedó callado, no dijo nada por varios segundos hasta que yo baje la mirada.
-Tal vez, cuando dejes de tener 17 y cumplas 21, ven aquí y dame un beso, sabes que solo soy tuyo- me beso apasionadamente y cai denuevo.

-No seguire contigo hasta que no formalicemos.
El no dijo nada, solo me pidió que me bajara del auto, lo cual me dio mucha rabia.
-Eres un idiota- me baje del auto y azote la puerta, trate de contener las lágrimas pero entre más caminaba más se me soltaban las lágrimas.