Prólogo

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Nunca había necesitado.

- Taehyung aceptó casarse contigo. Él será tu omega. -dijo su madre.

El alfa no se había inmutado ni siquiera al oírle abrir la puerta y tampoco tomaba atención a lo que hablaba. ¿Casarse? Él no soportaba la presencia de otra persona junto a él. Odiaba el compartir un espacio tan privado con alguien más.

- Te estoy hablando, Jungkook. -reprochó su madre por falta de atención.

- Y ciertamente te oí. Me avisas cuándo será la boda, estaré ahí. -respondió mientras seguía ordenando los libros en su librero.

- Eres todo un caso, Jungkook. Nadie quiere casarse contigo y agradece que he podido encontrar a un omega dispuesto. -sentenció y cerró la puerta de golpe.

Jungkook suspiró y se pasó la mano por la cara. Él no quería casarse.

El alfa de veintisiete años no había tenido pareja alguna, todo porque su personalidad arrasaba con todos. Se supone que el ser un alfa significa seguridad, protección, posesión, pasión... No una pared fría sin sentimientos. Pero Jungkook sí tiene sentimientos, él sí siente. Lo que ocurre es que al ser hijo mayor y alfa, a comparación de su hermano que es una bola de emociones, él prefiere su espacio y alejarse de toda esa multitud.

Al ser el mayor, él gobernaría el reino y, por ende, necesita una pareja. Lo peor de todo eso es cuando hicieron popular la noticia de que el príncipe heredero Jeon Jungkook estaba buscando pareja ¡Nadie se había acercado al palacio! Ninguna alma estaba presente ese día. Lo que le dió por afirmar al alfa que nadie quiere a una persona como él como esposo. Da igual, Jungkook tampoco es fan de compartir su espacio personal. Aunque le causa cierta intriga el saber quién había aceptado el casarse con él. Si es obligado él mismo se encargaría de dejarlo en libertad y hacerle pagar a los que participaron en esa crueldad.

Se alejó del librero y caminó hacia su balcón, el frío aire de la mañana rozó su cara y él cerró los ojos al contacto. Algo así quisiera él... Que le haga sentir cómo su piel se eriza ante el contacto, que estrangule sus entrañas y que haga hueco en su corazón para que solo quedase su marca en él. Puede ser un poco asocial, pero eso no quiere decir que no haya anhelado alguna vez lo que todo alfa sueña cuando se entera de su rango.

- Madre luna, ¿qué es lo que tienes planeado para mí? -susurró a la nada con los ojos cerrados.

(♡⁠)

- ¿Es cierto que te casarás con el príncipe Jeon? -preguntó Hoseok al pequeño omega.

- Así es. ¿Cómo te enteraste? -le preguntó la dulce voz.

- Tae, todo el reino de oriente y occide hablan de ello. Obviamente alguien de realeza de los Kim tendría la valentía de desposar al más temible alfa de los Jeon. Por algo nadie quiere casarse con él. Oí que hasta recompensa dan por tan solo compartir una noche con él. -habló incrédulo.

- ¿Quién te ha dicho eso? -preguntó Taehyung con un extraño sabor en su boca. Imaginarse a su futuro esposo con alguien más en la cama es algo que le cuesta digerir mentalmente.

- ¡Lo siento! Olvidé que hablaba de tu futuro esposo. Ay, cuánto odio a ese tipo de alfas. Creen que por tener dinero y poder, pueden tener en disponibilidad a cualquier persona. Iugh, asco asco. -criticó Hoseok.

Taehyung negó. Chismes baratos sin fundamento.

- De hecho, nadie lo ha visto, por eso dicen que es una bestia horrible. ¿Por qué crees que nadie, nadie, quiere casarse con él? ¡Ni siquiera verlo, solo verlo.

Taehyung rió.

- No puedo creer que tú mismo hayas querido casarte con él, teniendo miles de pretendientes detrás tuyo. Está Bogum, que está buenísimo y tiene clase; también Seojoon, hombre, qué aura. -hablaba con mucho entusiasmo su primo.

- Hoseok, nadie me ha obligado a aceptar esto, por sea caso -habló con voz calmada el omega de cabellos rubios-. Yo mismo acepté la propuesta, no es algo tan descabellado. -sonrió.

Pues la verdad es que la noticia de que el alfa de la familia Jeon buscaba esposo le causó curiosidad. Él estaba en una edad prudente para poder ser desposado, pero siempre los alfas que deseaban tomarlo como pareja, siempre había algo en ellos que no convencía a Kim. Motivo por el cual averiguó sobre el el famoso Jeon Jungkook. No había retratos de él, bueno, no que haya podido encontrar. Cuando le comentó a su familia acerca de su decisión, esta quedó más que pasmada y en un inicio su padre le costó asimilar en demasía tal decisión. Así que al darle la noticia a los reyes Jeon a través de una carta, esperó pacientemente a su respuesta. Aquella que no tardó en llegar, pues horas después de su envío, una carta como respuesta de los Jeon estaba en su palacio. Aceptaban con mucha efusión su disposición y pedían permiso para llevarlo a su reino a conocer al príncipe Jeon. Esto le emocionó a Tae, pues pensó que conocer antes de comprometerse era algo que podría ser fructífero y señales de un sano compromiso.
Al llegar al reino contrario días después, se le dió un recorrido por todo el palacio. Taehyung quedó impactado por su belleza arquitectónica y los amplios espacios verdes.

- Príncipe Kim, este es el bosque del reino. Estas tierras albergan riachuelos, cascadas y prados con las más bellas flores. Sería agradable que decida aceptar la propuesta de matrimonio y poder disfrutar de todo ello. -aconsejó una de las guías.

El omega solo sonrió agradecido.

Al regreso se le comunicó que conocería al príncipe Jeon en el comedor del patio, para poder tener un ambiente ligero y calando. El omega aceptó y tomó asiento cuando llegaron, el lugar era muy hermoso y tenías bellas vistas de diferentes áreas del palacio en sí. Escuchó a los sirvientes hablar, pero algo llamó su atención... Había una persona en un balcón. Estaba con un lienzo, de seguro pintando algunas bellas flores color lila. ¿Quién era ese joven? El omega quedó hechizado por el mover de la mano de aquel hombre envuelto en suave seda. Tenía una camisa blanca suelta y algo caída sobre su torso, debajo podía imaginar algún pantalón igual, solo que de color negro, por lo que apenas podía ver. Y su cabello negro azabache brillaba por la luz del sol, como un diamante oscuro. Sus cabellos eran más largos de lo que usualmente se permite. Pero ese joven demostraba libertad en todo su esplendor. Notó que algo había llamado la atención del joven, pues su mirada estaba dentro de la habitación, pero solo fue un movimiento de no con la cabeza para que siguiera pintando en el lienzo. Cuando con su otra mano se recogió el cabello para atrás, Taehyung se sonrojó.

- Príncipe Kim, qué honor es tenerlo en mis tierras. Un gusto conocerlo, es usted muy agraciado. -saludó la reina Jeon.

- Un gusto conocerla, alteza. Gracias por sus palabras, es usted una bella mujer. -agradeció con una sonrisa Kim.

- Lamento la tardanza de mi hijo, es solo que olvidé que justo hoy él estaría fuera del reino.

Taehyung inclinó la cabeza hacia un lado, curioso.

La reina había aparecido a su encuentro de manera algo agitada, como si hubiese corrido o enojado con alguien.

Será que...

El omega volvió a mirar hacia arriba, pero el balcón estaba ya solitario como él.

Él.

- Permítame contarle todo acerca del matrimonio y mi hijo. Deseo ver al príncipe Kim como mi futuro yerno pronto. -sonrió, estaba muy emocionado.

Taehyung se sonrojó y le dió una grande sonrisa.

- Sería un placer ocupar ese título, reina Jeon. Estoy dispuesto a casarme con el príncipe. -más ahora que su sospecha tiene potenciales de veracidad, él ama la curiosidad.

¿Será que ese apuesto joven era el príncipe?

Sonrió para sí mismo y se mordió el labio. La casería ha comenzado.

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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