cap. único

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El menor se encontraba dormido en la cama, disfrutando de sus dulces sueños; mientras que el de hebras azules disfrutaba de dar húmedos y delicados besos en el puchero que formaba el azabache al dormir.

Felix y Hyunjin, una parejita muy unida. El primer mencionado, es el típico personaje que se avergüenza y sonroja ante el contacto físico, tampoco está acostumbrado a darlo, después de todo, no le presta tanta atención a los que se encuentran a su alrededor.

En cambio, Hyunjin, es el que siempre da la iniciativa a los besos y abrazos, es capaz de hacerlo en cualquier lugar público sin vergüenza alguna, aunque siempre prefiere demostrar ese amor en privado dónde solo estén ellos dos. Se siente más libre.

El mayor aprovechó de cómo su menor estaba en un profundo sueño y empezó a pellizcar sus mejillas, estaban calientes e infladas, parecían dos panes recién hechos, más lindas eran cuando estaban rojizas. Felix fruncía el ceño y se relamía los labios ante el toque, buscando más calidez por parte de ese contacto físico.

Por un momento, el menor empezó a murmurar cosas un poco inaudibles, se podía escuchar un “jinnie” leve, mientras se removía.

Hyunjin río ante esto, se acercó a su oreja y dijo: “gatito con mejillas de pan, ¿con qué sueñas? ¿estás soñando conmigo, mh?” susurró.

Empezó a abrir sus ojitos gatunos lentamente, su ceño permaneciendo fruncido y sus labios aún con un puchero. Sorprendido al encontrarse con la cara de su novio tan solo a unos centímetros suyos, abrió los ojos como platos y corrió su rostro para un costado.

—Buenos días, cariño. ¿Por qué soñabas con tu hyung, mh? —sujetó el cuello del contrario para que lo mirara y le obsequió un tímido pero cálido beso, volviendo a hacerlo, esta vez más intenso.

—¡No t-te interesa! —exclamó sacando la mano que yacía en su cuello.

Hyunjin se acomodó detrás de Felix, sujetando su cintura y besando leve su nuca, mientras que Lixie se hizo un tomate, y se iba sintiendo pequeño.
Con una de sus manos desocupadas —de forma específica, su zurda—, empezó a acariciar y apretujar su mejilla izquierda.

—D-deja mi mejilla... —murmuró él, tratando de quitar la mano del contrario.

—¿Por qué? —pregunto intrigado.
Giró al menor hacia su dirección, sin embargo este evitaba su mirada a toda costa.

—Siempre me la dejas rojita —respondió con sinceridad.

—Ya no lo haré, muñequito. Solo no me quites el privilegio de apretujarte tus mejillitas. 

Y por octava vez en el día, Hyunjin empezó a amasar las mejillas de Lix.

A todos le gustan las mejillas de Lix, sin embargo, Hyunjinnie será el privilegiado de hacerlo las veces que desee, porque para Felix, es especial.

A todos le gustan las mejillas de Lix, sin embargo, Hyunjinnie será el privilegiado de hacerlo las veces que desee, porque para Felix, es especial

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Adaptación. Todos los créditos correspondientes a kooositaaaa.
Muchas gracias por permitirme realizar la adaptación. <3

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