rɘd dɘsert.﹝♡̶﹞
jaewoo : omegaverse.
-Escucha, no hagas las cosas difíciles y mantén las manos donde pueda verlas, si las bajas te volaré la cabeza, ¿Entiendes?. - Jungwoo no pudo evitar morder su labio inferior mientras quitaba el seguro de su arma...
Jungwoo se sacó al alfa de encima como pudo, alejándose y saliendo antes de que este pudiera reaccionar, no debía complicar las cosas más de lo que ya estaban.
En ése momento agradecía tanto haber pagado la cuenta al momento de pedir su antojo nocturno, pero se maldecía por dejar a la mitad su delicioso pastel, si no hubiera cometido la idiotez de someterse ante ese tipo sería diferente.
Pedaleo su bicicleta como nunca lo había hecho antes, sintiendo el desagradable sudor empapar su cuerpo y el latido acelerado de su corazón que había hecho que incluso olvidara el hecho de que su bicicleta era eléctrica.
Al llegar a su departamento este se llenó de aroma al alfa, lo que hizo que Jungwoo tragara saliva, era un olor demasiado fuerte.
"Mierda, mierda, mierda, mierda..."
Esa madrugada Kim Jungwoo tardó 3 horas duchándose, tallando duramente su cuerpo con jabones, exfoliantes, cremas, mientras su corazón se apretaba disgustado por el hecho de que el olor de su alfa salía de su piel. Era irónico, Jungwoo rezaba porque Doyoung ni nadie en la familia pudiese olerlo, pero deseaba conservar ese aroma que lo abrazaba.
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Un cartucho de balas fue descargado con furia en un cuerpo cubierto de pies a cabeza. Ese pobre hombre ya estaba muerto, pero al parecer para el mayor eso no tenía relevancia.
Jungwoo sólo atinó a mirar hacía otro lado sin inmutarse demasiado, su hermano simplemente no estaba de buen humor y apenas eran las 2:00 pm. Quedaban 2 horas para su "cita bancaria".
—Jamás me acostumbraré a éso... ¿Cómo puedes soportarlo, Jungwoo hyung? — La melodiosa voz rasposa de su primo menor Jisung llegó a sus oídos, sacándolo de su trance.
—Es más fácil cuando te acostumbras a pensar que tú puedes ser el siguiente. — Pronunció de forma burlona antes de comenzar a caminar con el menor siguiendo sus pasos apresurado. —Es parte de ser de la familia, Jisung, algún día quizá logres acostumbrarte... Aunque deseo que ese día jamás llegue. — Lo último fué pronunciado más como un susurro para si mismo, sin embargo, al ver los ojos curiosos de su primo supo que lo había escuchado.
—¿Por qué dices eso? — Los pasos de ambos se detuvieron al llegar a la amplia sala que era el vestidor, donde se encontraba uno de los cargamento de armas. Fue el omega quién tomó la iniciativa sacando con esfuerzo los chalecos anti balas, debían estar preparados para todo, los Zhong no eran un rival fácil, si lo fueran ya no existirían.
Viéndose forzado a responder un suspiro abandonó su boca. —Porque en el momento en que esta clase de cosas comienza a parecerte normal significa que una parte de tu humanidad ha muerto y yo no deseo eso para tí, Jisung-ah. —
Jungwoo se quitó su costoso saco negro y su camisa de vestir, no le importaba mucho que un alfa estuviera ahí, sabía que Jisung jamás le faltaría el respeto, no era tan tonto para desear perder su vida siendo tan jóven. Colocó su chaleco encima de su camiseta blanca de manga corta, acomodandolo y revisando que todo estuviera en su lugar, no quería una bala en su cuerpo.
—De todos modos, ¿Por qué está tan enojado Doyoung hyung hoy? Cuando estás aquí él siempre está feliz... No lo entiendo. — Murmuró desconcertado mientras ladeaba su cabeza con sus labios abultados, para ser un alfa Jisung tenía manías muy tiernas al parecer de Jungwoo. No quería que creciera.
—Hmm... No lo sé, quizá tuvo un mal día. — Contestó mintiendo descaradamente, Jungwoo sabía los motivos, pero no podía decirle al menor que el motivo de que la cabeza de los Kim estuviera como loco era porque su aroma era levemente diferente.
Jungwoo había tomado una dosis alta de supresores aunque no estaba en su celo, ocultando su aroma, sumándole todos los jabones y cremas que cubrieron su cuerpo. El olor de Jungwoo se había vuelto inexistente, demasiado limpio e insípido.
Quizás la gente se preguntaría si tan sólo eso era suficiente para enloquecer a Kim Doyoung. La respuesta es que sí lo era. Sin embargo, la situación no hubiera sido tan drástica ni desagradable si un alfa no hubiera tropezado y chocado con Jungwoo, dejando su aroma levemente en el cuerpo del omega.
El pelinaranja tragó saliva ante ese pensamiento y se colocó su camisa de vestir nuevamente, abotonadola pulcramente y cubriendo el pesado chaleco que protegería su vida. Ojalá ese hombre estuviera descansando en paz, porque sí, fue víctima de la ira de Doyoung y su castigo fue ser cubierto de plomo.
Doyoung había abrazado a su adorable hermano menor para saludarlo cuando llegó y pudo olfatear al alfa, cuestionando a Jungwoo del por qué de ese asqueroso olor. Y finalmente explotando cuando se enteró de que un tipo repulsivo había "dañado" a su omega. Para Jungwoo su hermano estaba exagerando.
Acomodó sus respectivas pistoleras en su pecho y en sus piernas, logrando salir de sus pensamientos. La culpa invadió el cuerpo de Jungwoo y se colocó su saco, mirando su hermoso reflejo en el espejo. Por su culpa un hombre inocente estaba muerto, otra muerte que cargar en sus hombros.
—¿Estás listo, hyung? — Preguntó aquel pequeño alfa, la imágen de Jisung cargando un arma sólo perturbaba su mente, cosa difícil de conseguir.
—Estoy más que listo. — Respondió cargando su arma y cubriéndola con su saco, llevaba tres pistolas cargadas en su pecho y pierna izquierda, junto con una navaja en su bolsillo, realmente esperaba no tener que necesitar nada de aquello.
—Entonces vamos, necesitamos recoger nuestras máscaras de gas y las armas largas... Realmente no quiero hacer esto hyung, tengo un mal presentimiento. — Susurró nervioso, sabía que el omega nunca lo iba a juzgar, era el único comprensivo en la familia. —Tengo miedo. —
El pobre labio inferior de Jungwoo fue mordido con enojo, a sus ojos Jisung aún era un niño, no tendría porque estar ahí. Puso una mano en el hombro del menor y la apretó suavemente en muestra de apoyo.
—Yo voy a estar ahí, no voy a dejar que nada te pase, ¿Sí? Sólo intenta aprender lo más que puedas del día de hoy y no tengas miedo, confías en mi, ¿No? — Observó como el menor asintió y retiró su mano rápidamente, dirigiendo sus apresurados pasos a una mesa colocada en el vestidor donde se encontraban, sobre ella habían unos maletines color plateado que abrió sin pensarlo dos veces en busca de su máscara de gas, poniendosela para cubrir su rostro.
—Maldita sea, apúrense princesas, ¿O necesitan que vaya a vestirlos yo mismo? ¡SI TARDAN UN SEGUNDO MÁS VOY A MATARLOS! — Los gritos de Doyoung no se hicieron esperar y todos comenzaron a apresurarse.
Estaba listo.
Tragó saliva y dió un suspiro largo intentando relajarse antes de salir de la habitación para salir con los demás. Todo estaba preparado para poner en marcha su plan.
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