ball magnet ★ minsung

11

Jisung caminaba por el pasillo, era la hora de la entrada y caminaba con su mochila puesta y algunos libros en sus brazos. No sabía que haría cuando mirara al pelinegro, no habían quedado en si se iban a mostrar en público, se preocupó, ¿qué tal que el pelinegro aún era considerado en la escuela como un heterosexual? Trató de alejar esos pensamientos, pero era inevitable preocuparse.

—Jisung, espéranos— Jeongin y Hyunjin venía hacia a él tomados de las manos.

—Hola chicos, ¿ya van a clases?

—Si, vamos para allá. Pero queríamos decirte que Felix y yo planeamos una cita triple. Yo con hyunjin, Changbin y Felix, Minho y tú — Dijo emocionado el pelirrojo. En eso iban llegando Changbin y Felix.

—Changbin y yo solo iremos por acompañarlos, nada pasa entre nosotros— Dijo el rubio mirando de reojo al pelinegro.

Todos rieron porque sabían que era mentira, ambos chicos se gustaban y se notaba.

⚽️🏃🏻‍♂️

Era la hora del almuerzo y todos se encontraban en una mesa, menos Minho.

Changbin y Hyunjin estaban metidos en una platica de fútbol mientras los otros tres chicos hablaban por su cuenta.

—No sé si Minho quiera mostrarme— Dijo el castaño bajito para que los otros no lo escucharan.

—Eso puedes preguntárselo Sunggie— Dijo Jeongin.

—Es que no lo he visto en todo el día— Jisung hizo un puchero.

—Changbin me dijo que tenían un examen importante y a Minho no le estaba yendo bien, así que se quedó estudiando.

—Me hubiera avisado ¿no?

—Supungo.

⚽️🏃🏻‍♂️

—Vamos Jisung, veamos el entrenamiento— Felix jalaba al castaño mientras Jeongin lo empujaba por la espalda.

—No puedo, tengo que volver a casa— Jisung se resistía, la verdad era que tenía miedo de ver a Minho y que este lo ignorara o quisiera mantener lo suyo en secreto.

—Vamos, te compraré unos nachos, y unos buenos, no como los que Changbin me compró e hicieron que me enfermera— Felix se rió recordando.

—Ahhh, está bien, pero solo un rato— Al fin accedió.

Llegaron a la cancha y Jisung se dio cuenta que estaba sola.

Sus amigos lo empujaron hacia las gradas y le dijeron que en un momento volvían, mientras se iban corriendo entre risitas. Jisung se quedó sentado y confundido.
En eso vió a alguien acercarse.

Minho caminaba hacia él, Jisung se quedó estático.

—Hola bonito— Minho se sentó a su lado. Traía con él una canasta y una manta.

—¿Qué es eso? — Jisung preguntó curioso.

—Hoy no te vi en todo el día, estaba ocupado, tenía un examen que presentar antes del almuerzo, y después de eso estuve planeando esto— Le contestó el pelinegro señalando la canasta.

A Jisung le brillaban los ojitos, miraba con amor a Minho. Pronto iba a oscurecer, se podía ver un bonito atardecer entre colores anaranjados y rosados.

Minho se levantó a extender la manta y sacar todas los alimentos de la canasta.

—Ven— Le tendió la mano a Jisung y este la tomó.

Ambos se sentaron, Jisung entre las piernas del pelinegro con su pecho pegado a la espalda del menor. Minho recargó su cabeza en el hombro de Jisung, mientras lo abrazaba por atrás.

—Minho, esto es muy bello, gracias— Jisung entrelazó sus manos con las del mayor.

—No más que tú Sunggie, desde la primera vez que te vi, tumbado cuando te pegué accidentalmente, me gustaste— Jisung se volteó un poco para verlo a los ojos — Te busqué durante toda una semana, pero la escuela es grande. Hasta que te vi el día que los ayudamos a entrenar. Me sentí el chico más feliz y afortunado por volverte a ver, pero después me sentí un estúpido por pegarte otra vez. — Jisung rió.

—Lo recuerdo— Le dio un pequeño beso en la mandíbula al pelinegro.

—Quiero decir, ¿cómo podía invitar a salir al chico que me gustaba cuando no hacía nada más que golpearlo?

—Vaya forma de conquistarme, y funcionó. — Ambos rieron.

La tarde pasó entre ellos confesando su amor, dándose pequeños besos y abrazos.