𝙏𝙚𝙡𝙡 𝙈𝙚 𝙒𝙝𝙤 𝙔𝙤𝙪 𝘼𝙧𝙚 // 𝙏𝙈: 𝙒𝙔𝙍 - HYUNLIX

12 - Felix

Me siento en el asiento delantero, mientras me aliso el cabello. Cuando terminamos, él se puso al volante y salimos del autocine, mientras tanto, yo me quedé escondido en la parte de atrás, vistiéndome.

Me muerdo la comisura de la boca, la preocupación me invade. La camioneta se movió, no me cabe ninguna duda. Cualquiera podría haberme visto subir y todos saben de quién es este coche. Por no mencionar que ahora está callado, conduce y ni siquiera me mira. Típico. Dijo lo necesario para llevarme al huerto, pero todos esos sentimientos intensos y susurros calientes se desvanecen una vez ha obtenido lo que quiere, ¿no?

Pues vale.

Me abrocho el cinturón de seguridad. El autocine queda detrás de nosotros y la carretera está oscura y vacía.

—Me he dejado el bolso en el coche de Jisung —digo más para mí que para él—. Tendré que inventarme una excusa sobre por qué me fui y cómo llegué a casa.

—Lo bueno es que mentir se te da de lujo.

Le lanzó una mirada desagradable, pero me lanza una sonrisa de broma y de inmediato me relajo un poco. Quizá no me haga falta mentir. Le diré que Sam me llevó a casa. ¿Qué podría pasar?

Miro la pantalla de la radio, veo el nombre de la canción que suena en el iPod y esbozo una sonrisa, subiendo el volumen. Sam me mira, probablemente preguntándose por qué parezco tan feliz.

Hago un gesto hacia la radio, donde suena Without Me de Eminem.

—Tengo un amigo que siempre critica mi gusto musical —digo—. Cuando le envié esta canción, nos enzarzamos en una discusión que aún no se ha resuelto.

—¿Ah, sí?

Me recuesto en mi asiento.

—En el colegio, nuestros maestros nos emparejaron como amigos por correspondencia —explico—. Sin embargo, cuando terminó el curso, seguimos escribiéndonos y ya no paramos. Vive cerca de aquí, pero nunca nos hemos visto.

Sam mantiene la vista fija en la carretera, su pecho sube y baja a toda velocidad. No estará celoso, ¿verdad? Hyunjin y yo no tenemos nada.

—¿Se lo cuentas todo? —pregunta, todavía sin mirarme. Entrecierro los ojos. Quizá sospeche que Hyunjin es importante para mí. O tal vez se pregunte si mi amigo por correspondencia es más importante que él. La verdad es que Hyunjin es insustituible; aún así, no se lo confieso todo. Vuelvo la cabeza para mirar por la ventanilla.

—Más que a ninguna otra persona.

—¿Le mientes?

—Sí —respondo con sinceridad—. Le ofrezco la versión de mí que quiero ser.

Por alguna razón, no me avergüenza admitirle eso a Sam. Mi madre, mi hermana, mis maestros y mis amigos me juzgan. Siento que hay unas expectativas que debo cumplir. Incluso con Hyunjin me siento culpable por nunca poner toda la carne en el asador y por esperar que él no se dé cuenta de lo horrible que puedo ser a veces. Quiero que piense lo mejor de mí.

En cambio, siento que nada podría hacer que Sam me deseara menos. Al igual que mis imperfecciones lo divierten, mis problemas complementan los suyos, y negativo por negativo es positivo, y todo eso.

—¿Vas a escribirle para contarle lo que ha sucedido esta noche? 

Me vuelvo hacia él, con una leve sonrisa en el rostro. 

— Probablemente. ¿Te importaría?

Niega con la cabeza, mirando al frente.

—¿No te pondrías celoso?