Día 3.

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Se escucha el motor de algo, me despierto de golpe pensando que esas cosas que bombardean nos han alcanzado, pero me doy cuenta que es el auto. Abro bien los ojos, me vuelvo hacia Nicolás y noto que tiene ojeras, supongo porque se quedó conduciendo toda la noche.
-Buenos días.- Le digo bostezando.
-Buenos días.-Me responde desanimado.
-¿Qué hora es?.
-Es las nueve en punto.
-Estuviste manejando mucho tiempo, ¿por qué no lo pones en automático?.
-¿Porque no tiene?.
-¿Y sí utilizas tu magia?.
-¿No ves que estoy muy cansado?, no puedo utilizarlos.
-No tenías porque ser tan idiota.

Me vuelvo hacia la ventana y miro el paisaje.

Ayer salimos de la provincia de Santa Cruz, y ahora estamos en Chubut, donde "ellos" aún no controlan esta provincia.

Nicolás dijo que aún no habían exterminado a las personas en esa provincia, por eso no nos siguieron y se quedaron en Santa Cruz; pero aún sabiendo quiénes éramos ¿por qué no nos siguieron? Tal vez aparte de querer matar a Nicolás y a mi, también quieren exterminar a la raza humana y por eso se quedaron en Santa Cruz.
Dejo de pensar en la supuesta "exterminación global" que tal vez pasará, o pasará como dijo Nicolás.
Recuerdo cuando estábamos en la frontera con la provincia de Chubut anoche. En ese pequeño edificio, en el momento cuando los motores empezaron a sonar, Nicolás salió del pequeño edificio y consigo tenía una bolsa de tela con algo brillante dentro. Entonces se me ocurre preguntar.
-Nicolás, anoche cuando huimos de esa cosas que bombardean, saliste del edificio pequeño con algo en la mano; una bolsa que brillaba ¿que era?.
-¿Te refieres a esto?.

Nicolás saca una bolsa de tela de un cajón en el auto, y me lo tira sí más en mi piernas. Al caer la bolsa me duele, porque al abrir la bolsa noto que hay tres esferas pequeñas de color amarillo. Las esferas son del tamaño de una pelota de ping pong, pero estas no son de plástico, sino mas bien de vidrio. Las toco, son muy lisas y suaves, pero ahora no brillan.
-¿Y cómo las encontraste?.
-Las enviaron.
-¿Quiénes?.
-Personas que no conoces.
-No tenías porque ser tan específico.
-Sabes que aún no puedo decirte lo que pasa, cuantas veces te lo he dicho.
-No sé... ¿Y para que sirven?.
-Para encontrar a los otros elegidos.
--¿Y cómo haces para que brillen?.
-Brillan solas. Cuando unos de los elegidos está cerca brilla.
-¿Nada más hace?.
-Tienes más funciónes pero esa es la más importante.
-¿Y por qué ayer brillo?.

Nicolás se vuelve hacia mi y arquea las cejas como diciendo ¿en serio?.
-Esta bien, esta bien, ya entendí. Brillaron porque yo estaba ahí ¿verdad?.
-No...¿por qué más brillaria?.
-Tal vez porque esas cosas que bombardean estaban muy cerca.
-Como te iba diciendo, las esferas tienen varias funciones pero la más importante es brillar cuando hay un elegidos cerca.

Me acomodo en mi asiento y saco mi celular. Está apagado así que lo prendo. Hace un pequeño sonido y la pantalla se prende. Lo desbloqueo, veo sí hay señal y también sí hay internet. Al comprobar que sí hay me pongo feliz, ya que no sé cuanto durará este viaje hasta la siguiente ciudad y además Nicolás está idiota conmigo.
Suena mi celular. Un nuevo mensaje. Lo abro y es otra vez ese mismo mensaje con letras y números en desorden, sólo que dice otra fecha: 7 - 3 - 15 - Día tres.
-¿Es otra vez ese mensaje con números y letras en desorden Gon?.
-Sí, y ahora es Día tres.
-Bueno, tal vez quieren saber en cuántos días la tierra se quedará sin vida. Por eso cuentan los días.
-Tal vez ya hicieron esto en otros planetas y quieren superar su récord.- Digo con gracia.
-No es chistoso Gon, estamos hablando de tu planeta.
-Tú mencionaste el tema, y deberías estar preocupado porque esas cosas vienen de donde sea que vienes.
-Bueno ese de donde sea tiene nombre.
-¿A sí? ¿y cuál es su nombre?.
-El planeta de donde vengo se llama Kadur.

KadurDonde viven las historias. Descúbrelo ahora