Retrocediendo

Capítulo 11: Verano Parte 1

Capítulo 11: Verano Parte 1

Desde el momento en que se digirió la revelación de Voldemort, una tensión palpable prevaleció dentro del castillo. El personal, en su edad más avanzada, había sabido aceptar la noticia con una reacción más madura y serena que la demostrada por quienes estaban bajo su tutela.

Algunos estaban claramente alegres de que su ídolo exaltado finalmente hubiera emergido de la oscuridad que lo rodeaba; sus sonrisas de complicidad hablaban de tanta felicidad. La mayoría de estos estaban adornados con la plata y el verde de la casa de la serpiente, pero no estaban solos en su alegría, también había otros que no eran de su familia que compartían miradas anticipadas similares, miradas que sus compañeros notaron.

Estos compañeros no se regocijaron en la gloria del Señor Oscuro.

Muchos simplemente tragaron. Habían estado esperando esto desde que fueron atacados en Hogsmeade, pero la realidad de tal revelación superó con creces el nerviosismo y el miedo que sintieron.

Al notar la variedad y el grado de las reacciones, muchos hicieron lo que es natural cuando el miedo se cuela, comenzaron a buscar consuelo, protección.

Algunos comenzaron a mirar hacia el personal. Estos eran los estudiantes mayores que tenían más comprensión de lo que estaba por venir. Otros buscaron la protección de sus hermanos. Estos eran los años más jóvenes que no podían comprender completamente las ramificaciones de tal movimiento, pero podían reconocer el peligro cuando era tan evidente. Cuando quedó claro que su propio miedo se reflejaba en los ojos y el lenguaje corporal de esos hermanos, los ojos buscaron en otra parte. Muchos encontraron que su mirada también se movía hacia la mesa de profesores, reflejando las acciones de sus hermanos y hermanas. Pero muchos ojos buscaron a la única persona que ya había estado allí para ellos, la que había demostrado que él y sus amigos podían combatir esta oscuridad.

Sus ojos encontraron a Harry James Potter y lo que vieron fue diferente a cualquier reacción vista hasta ahora.

Furia.

El joven temblaba de rabia, los ojos brillaban aunque estaban entrecerrados y respiraba con dificultad. El periódico que agarraba con fuerza en su mano simplemente estalló en llamas mientras se ponía de pie. No escatimó una mirada cuando salió del salón para aliviar su ira.

Afortunadamente, los últimos días del curso pasaron rápidamente antes de que dichas tensiones pudieran convertirse en algo más que sonrisas depredadoras, amenazas veladas y altercados bulliciosos en los pasillos de la escuela. Lo que quedó claro es que las cosas habían cambiado y lo habían hecho desfavorablemente. Los amigos y conocidos comenzaron a sospechar unos de otros y aquellos que alguna vez se pensó que eran enemigos o al menos estaban en desacuerdo parecían encontrar un terreno común sobre el cual construir algo parecido a la civilidad.

Los puros de sangre se volvieron mucho más seguros de sí mismos, incluso más de lo habitual. Después de todo, no tenían nada que temer.

Los de ascendencia muggle rápidamente hicieron todo lo posible para fusionarse entre las sombras, no queriendo atraer la ira del Señor Oscuro hacia ellos o sus familias.

Solo unos pocos continuaron como siempre, negándose a ser gobernados por el miedo, sin embargo, estos eran pocos y distantes entre sí, pero aquellos que se cruzaron en su camino los miraron con asombro y respeto, al menos aquellos que habían cedido al miedo. Aquellos que habían encontrado su confianza simplemente se burlaron de este pequeño grupo. Puede que se hayan vuelto confiados, pero parecía que habían aprendido de sus transgresiones anteriores contra ciertos miembros del grupo. Ninguno estaba particularmente interesado en cruzar varitas con Harry Potter o Bellatrix Black, cualquier miembro de su círculo a decir verdad, no es que viajaran solos ahora, incluso Bellatrix apenas se veía sin escolta.