Capitulo 43.

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—El paciente ha desarrollado nefritis lúpica, los anticuerpos del lupus han hecho que se deterioraran las estructuras de los riñones que filtran los desechos, tuvimos que cambiar los medicamentos que le recetaron en Seúl, ya que estos le causaban un severo agotamiento.

—¿Cuánto tiempo tardará en curarse?—es lo único que puedo preguntar, volteo a ver a al chicode cabello azul que sigue dormido.

—La nefritis lúpica no tiene cura, pero si podemos controlarla aunque está un poco avanzada aún hay una posibilidad antes de someterlo a diálisis o tener que recurrir a un trasplante, por eso mismo estaremos monitoreando su avance, ya con los nuevos medicamentos no debería sentirse tan agotado, no queda más que esperar—dice el Dr. despidiéndose.

Me acomodo en el sofá que ha sido mi cama por estos tres días que hemos estado en el hospital, apenas llegamos lo sometieron a demasiados estudios para saber exactamente su condición, la clínica es muy buena por lo que sé que está en excelentes manos.
Veo a al chico que me dejo helado cuando la conocí, las veces que he hablado con Seokjin de el, lo describía como un lindo y tierno doncel que es la luz de sus ojos, nada de lo que el me dijo se asemeja a la criatura que tengo enfrente, es rebelde, respondon, caprichoso y mandon, en estos días no ha hecho más que sacarme de mis casillas.

Pero a pesar de eso no puedo dejar de quererlo, al principio me asuste por el sentimiento que nació cuando lo vi llorando en las escaleras, en ese momento desee tomar su dolor y ser yo quien lo cargara, me di cuenta de lo mucho que amo a su hermano y fue otra cosa que me asusto por que es tanto lo que siento por Seokjin que inmediatamente me encariñe de su hermano.

—No le digas a mi hermano —dice Jungkook sin abrir los ojos.

—¿No te dijo tu hermano que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?

—No es mala educación si es de ti de quien están hablando—dice levantándose de la cama.

—El tratamiento que me están dando está funcionando, me siento con mucha más energía y no tengo tantas náuseas, por favor, si le dices solo se va a preocupar por algo que aún no pasa.

—Lo siento, pero no está en discusión, no puedo mentirle a tu hermano —le digo con seriedad, yo más que nadie deseo que no se preocupe, pero no puedo ignorar el hecho de que debe prepararse por si las cosas empeoran.

—Ay como me caes mal—dice volviéndose acostar tapándose el rostro con la sabana.

—Es mutuo pitufo—le respondo mientras acomodo el sofá cama para dormir.

—Es mutuo pitufo—le respondo mientras acomodo el sofá cama para dormir

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—¡CUÑADO!—grita el pitufo saliendo del probador.

—¿Te gusta esta o esta?—pregunta levantando una playera negra y señalando la que trae puestas.

"Son iguales"

—La que traes puesta—le digo para que se apure llevamos todo el día en esto.

—Bien me llevo la otra entonces—dice riéndose regresando al probador.

"¿Entonces para qué me pregunta si va a hacer lo que se le dé la gana?"

Después de unos minutos salió para comprar lo último que faltaba, gracias a la medicación ya no se cansa tanto, pero aún tiene que tener ciertas precauciones, no se puede alterar, tiene que tener una dieta especial, sus defensas están muy bajas por lo que también tiene que cuidarse muy bien, una simple gripa podría mandarlo al hospital, el médico dijo que en su caso el lupus está siendo agresivo, por lo que estará en observación constante.

—¿Y a que hora llega Seokjin mañana?—pregunta sujetándose a mi brazo, parece chicle.

—A las 4, aun podemos pasar para que te quiten ese color ¿Estás seguro de que quieres que te vea así?—le pregunto estoy seguro de que le va a dar un micro infarto a su hermano.

—Segurísimo, este soy yo y sé que él me amara así tal cual.

—Bueno fue un placer conocerte pitufo, prometo llevarte flores seguido—le digo sacudiendo su cabello azul.

Suelta una carcajada. —Que gracioso, Namjoon ¿De verdad estás bien con que me quede—pregunta con la cabeza agachada.

—¿Namjoon? ¿Ya no soy cuñado?—le digo mientras le abro la puerta de la camioneta para que entre.

—Eres "cuñado" cuando viajas lagartonas te comen con los ojos, ¿No te diste cuenta como te miraban las víboras en la tienda?

—No, no tengo por que estar mirando a mi alrededor—me sincero, no sé cómo paso, pero desde que Seokjin llego a mi vida no tengo ojos para nadie más.

—Por eso me caes bien solo tienes ojos para él, pero aun así tengo que cuidar la mercancía de mi hermanito, aunque deberías poner de tu parte y no lucir así tan...—se calla.—tan así.

"Si yo soy celoso este me dice quítate que ahí te voy"

—¿Cómo así?—le pregunto arrancando la camioneta.

—Si deberías tratar de lucir más feo cuando no estés con mi hermano, no puedo andarte cuidando todo el tiempo.

Dice frunciendo el ceño, sacando una sonora carcajada.

—Créeme que aunque usara harapos me seguiría viendo igual, es inevitable ser tan apuesto.

—Hablo Don. Modesto, me voy a dormir si seguimos en esto se me va a subir la presión—dice cerrando sus ojos, él quiere dárselas de fuerte, pero sé que este asunto de las compras lo agoto.

Conduje durante una hora hasta llegar a la finca, salimos y no había nadie por lo que le dije cuál seria su cuarto, salto los ojos cuando entro a la finca, me imagine que Seokjin hizo esa misma impresión cuando llego.

—Está muy bonita tu casa—dice entusiasmado, pone las bolsas de las compras en la sala y se va directamente a la parte de atrás donde está la alberca. 

—Me hubieras dicho que tenías alberca no compre trajes de baño.

—Esta también es tu casa de ahora en adelante, le diré a Bai que te compre un par, solo dame tu talla—le digo, pero pude ver que su mirada se apagó.

—¿Qué pasa?

—No le digas nada, no podré meterme, el sol me quema y no tiene techo y en la noche ¿Supongo hace frío?—dice con la voz apagada.

Me pregunta, siento la impotencia que ha de sentir de no poder hacer cosas tan simples como nadar, algo que para todos es fácil para otros en un obstáculo y por esto es que los admiro, a pesar de nadar contra corriente han sabido sobresalir.

—Ven, vamos te muestro tu habitación—le digo para cambiar el tema, subimos con las compras a su cuarto, Nara me hizo favor de adaptarlo mientras no estaba, le mande a comprar una televisión, un equipo de cómputo, y lo pintaron de su color favorito.

—¡Mierda!—dice tapándose la boca cuando lo ve.—Perdón es que este cuarto esta más grande que el depa en el que vivía con Jin en seúl, esta muy bonito, me gusto gracias—dice abrazándome, dejándome sin saber que hacer.

—El baño está en esta puerta—le señalo la puerta del fondo.

—¿Y está?—señala la otra puerta pegada al baño.

—Es tu closet, apenas regrese tu hermano tienen que ir a comprar más cosas que les haga falta le digo deslizando la puerta mostrándole el gran closet, el cual parece una tienda departamental, quiero que no sienta que está en el campo no sé aun si se va a adaptar.

—Es demasiado, jamás me imaginé esto, está genial, es perfecto.

—No es demasiado es lo esencial, te dejo que tengo que confirmar el helicóptero que pasara por tu hermano mañana, descansa un poco te veo en la cena—le digo dejándolo solo.

Kim Seokjin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora