19. Ayen Yabot

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N

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N.A: ay no, es que es tan bonito!! 😍😭

Gracias por leer 😊


Adrien

-No tenía idea de que estaría cerrado- digo, mirando la puerta del café que tiene un letrero de un gato sonriente que dice "DOmiauNI apriamo"* [ n.a: juego de palabras de domani apriamo- abrimos mañana]
-Pues me hubieras dicho que vendríamos aquí, este café es mi segunda casa y conozco el horario por completo.
-Pude notarlo la vez anterior- digo- ¡qué pésima suerte! Pensé que sería un detalle bonito venir aquí- me cruzo de brazos. Adriana me mira y sonríe.
-¿Un detalle bonito?
-Eh... sí , es decir, tú sabes, tu libro y tu gran momento hace un rato y esta cafetería- las palabras se me traban, pero me rindo al fin- por lo de la otra noche. Quizá no debí irme así, como lo hice.
-Quizá no- habla. Un par de personas pasan frente a nosotros. Un niño me señala y sonríe, saludándome con su manita regordeta.
-Ayen Yabot- dice.
-Awwww- Adriana lo mira con ternura y al ver que el niño no quiere avanzar, la madre voltea.
-¡Mira como te ha reconocido!- dice Adriana- ¿cuántos años tiene?
-Solo dos y medio- la madre me mira. No estoy segura si ella en sí me ha reconocido.
-¡Ay, Adri! ¡Dijo tu nombre y todo!
-Éste ragazzino se sabe los nombres de todos los jugadores de...- la señora por fin me parece reconocer- ¿usted juega en la Juventus?
-Sí- rio con amabilidad.
-Con razón, mi hijo es un fan ferviente a pesar de su corta edad.
-Ayen Yabot- repite el pequeño, ahora aplaude y brinca.
-¡Ay no! - dice Adriana, yo volteo a verla , parece que está a punto de llorar y eso me enternece. Queriendo enfatizar el momento me inclino y cargo al niño en mis brazos.
-Tu aimes le football! - le digo, a la vez que le aprieto una mejilla.
-Ay no, Adrien, basta! Me voy a derretir- Adriana tiene los ojos sosteniendo lagrimas, pero a la vez ríe. Es la imagen más bella que jamás he visto.
-Ayen goool!- dice el niño nuevamente. Ahora soy yo quien se siente enternecido.
- Awww que bello! - Adriana se acerca y cuando el niño la ve, le jala una trenza- ay!- se queja ella.
-Ayana yabot- dice. Mi amiga me mira con los ojos abiertos como platos.
-Ay, este bebé- habla la madre, apenada- asi es, a mi tío le llama Giovano porque su esposa se llama Giovana- se ríe- usted perdone, señorita, él pensó que se llamaba así y ...
-Sí me llamó así- aclara ella- o sea, sólo Adriana, no Rabiot, es decir, yo...
-Ah! Miren, qué casualidad, por primera vez Mateo ha acertado- sonríe- ¿puedo tomarle una foto con él?
-Sí, por supuesto- respondo. La señora saca la fotografía y después toma al pequeño de mis brazos.
-Grazie, seguro mi hijo me lo agradecerá algún día.
-Ha sido un placer- digo, con educación- au revoir Mateo!
-Ayen!- sonríe él a la vez que se aleja con su mamá.
-Ay nooo!- Adriana sigue derritiéndose- que momento tan bonito- luego sin avisar me da un manotazo en el brazo.
-Oye! ¿Y eso por qué fue? Me porto lindo con un niño y ¿me castigas?
-¡Pues precisamente por eso! - queda muy cerca de mí- debería estar prohibido que tú puedas portarte lindo.
-Te juro que hago el intento y no te entiendo- sonríe y me abraza sin el más mínimo reparo.
-Te extrañé, Adri- no respondo. La abrazó también y eso es suficiente.

Adriana

-Pasa- Adrien abre la puerta para dejarme pasar.
-Aun sigo pensando lo injusto que es el que no te hayas quedado a dormir conmigo cuando yo ya lo hice- digo, entrando a su departamento.
-¿Disculpa? Jamás te has quedado a dormir. Te recuerdo que el otro día, huiste en la madrugada para... Bueno, tú sabes- dice. La conversación se pone incómoda justo cuando el tema es Pierre, mi ex
-Adrien- me aclaró la garganta - creo que debemos hablarlo.
-¿Hablar qué?- él pasa directo a la cocina y abre el refrigerador para sacar un par de botellas de agua. Me siento en la sala y tomo la botella que me ofrece.
-No quiero que nada sea raro entre nosotros, no quiero esa incomodidad- me pongo de pie y me acerco a él- quiero que todo se sienta como ahorita. Tú eres... muy importante para mí- él deja su botella en la mesa y pone ambas manos acunando mi rostro.
-Esto no es fácil, Adriana.
-¿A qué te refieres?
-A ti, a mí- él piensa un poco antes de seguir- de alguna forma siempre te he sentido presente a mi lado, desde que te conocí, e incluso cuando no estábamos ni siquiera en el mismo país, siempre he sentido que existe ...algo que nos conecta.
-No salgas con esa tontería del hilo rojo- lo miro y pongo los ojos en blanco. Él sabe muy bien que odio los clichés . Se ríe antes de continuar. Su risa me permite ver de cerca cada detalle de su boca, sus dientes , sus labios delgados.
-No, me refiero a que ya sabes eso que dicen de la explosión del universo y todo eso. Y como nada deja de existir y todo se va transformando... ah,

ya no sé qué decir, creo que me puse a desvariar- su gesto confundido ahora me hace reír a mí.
-Quisiera que habláramos...
-¿Acerca de Pierre? No, gracias.
-Adrien.
-Podemos hablar de lo que quieras, niña, de cualquier tema: por ejemplo, qué opinas de que en unos millones de años, todos los océanos se evaporarán?- me dice poniendo un rostro pensativo.
-¿Qué?
-En serio, lo vi en YouTube.
-Adri...
-O hablemos de "House of the dragon" ¿eres team verde o team negro? Yo odio a los verdes, Rhaenyra es la heredera legítima...
-¡Adrien! - le sujeto el rostro y lo hago mirarme. Me veo en sus ojos y en ellos se refleja el rostro tierno de hace un rato, sus pupilas me recorren mi propia cara. Me abraza y siento su mano bajar por mi cintura y llegar a mis nalgas- Por favor... no hagas eso- pido. Él me ignora y su cara se hunde en mi cuello.
-No quiero hablar de él, no quiero saber cuánto lo amabas o cuánto te amó él. No quiero- sus besos me llenan en cuello- No quiero saber que lo has besado, no quiero saber que lo abrazaste, que tuviste sexo con él- dice- No quiero saber que él soñaba en estar contigo siempre. Tú eres ...mi amiga, siempre hemos sido nosotros... desde niños, desde aquel beso, ¿recuerdas?
-¿Y ahora?
-¿Ahora?
-¿Qué es todo esto, Adrien?- lo miro con intensidad, tocó su cara y acarició sus labios.
-No lo sé pero quiero más- me aprieta contra él- necesito más- su boca busca la mía y me hace olvidarme de todo.

Merci, amie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora