Kim seokjin se graduó como veterinario zootecnita en la ciudad de Seúl después de mucho tiempo sin conseguir empleo; con un hermano enfermo y muchas deudas decide acertar un puesto como veterinario en una clínica como veterinario en Seúl aunque el n...
Ha pasado un mes desde que internaron a Jungkook en el hospital y dos semanas desde que ingreso a cuidados intensivos, la diálisis no está funcionando y cada día que pasa sus riñones dejan de funcionar un poco más.
Hemos buscado en todas partes un donador pero no lo hayamos, en la lista de trasplantes Jungkook está en la quinta posición, hay personas más graves que el, los Drs. Me dicen que todo abra sido en vano si no encuentro al donador.
—Seokjin necesitamos encontrar un donador ya, por mucho los riñones de tu hermano aguantarán solo unas semanas más—dice el Dr. Choi, tomo la mano de Jimin el cual claramente está en shock al igual que yo.
—¿Qué le ha dicho la clínica de Seúl?—le pregunta Jimin yo no puedo formular ninguna pregunta.
—No hay donadores y aunque lo hubiera los riñones no irían para Jungkook como les dije todavía hay personas más críticas que el, algunos no aguantaran la espera es por eso que necesitas moverte si quieres salvar a tu hermano, sé que no es fácil pedirle a tus conocidos esto pero la situación de Jungkook requiere medidas desesperadas—dice el Dr. Choi frustrado.
El me dijo que si se invirtiera más en campañas para concientizar a la gente de donar no fallecerían tantas personas cada día esperando un órgano.
—Ya todas las personas que conocemos se hicieron las pruebas Dr., inclusive mi hermano Taehyung pero ninguno es compatible, mi marido lanzo una campaña en redes, radio y televisión esperemos que logremos algo.
Sé que no es lo correcto pero Yoongui está ofreciendo una suma muy grande de dinero, lo hace sin que nadie se entere pero ni así hemos conseguido algo.
—¿Hablaste con Namjoon ?—pregunta el Dr. Choi, su rostro cambio como si me ocultara algo.
—No, salió de viaje—le respondo fríamente, la mera mención de su nombre me genera náuseas, jamás pensé que llegaría a odiarlo como hago, el Dr. Choi dijo que si Jungkook no hubiese desarrollado neumonía su cuerpo no se habría sometido a tanto estrés y sus riñones no se hubiesen deteriorado tan rápido.
Me he jurado que si algo le pasa a Jungkook lo mato.
El Dr. Choi asiente y nos deja solos, a mi ya no me quedan lágrimas para llorar, volví a levantar la coraza y nuevamente deje de llorar.
—Seokjin tienes que comer—dice Jimin, levantándose.
De verdad que si no fuera por el, me hubiese derrumbado hace mucho, se ha quedado al pie del cañón, solo va a bañarse y cambiarse de ropa cada tercer día fuera de eso se la pasa conmigo aunque no pueda pasar a ver a Jungkook, solo la puedo ver yo 20 minutos al día.
—No tengo hambre, además no tarda en llegar Yoongui, Jiminie rezo por que haya logrado algo—le digo tomando su mano, tratando de que se siente de nuevo.
—Pues si tiene noticias nos buscará, no seas terco y vamos ¿O tengo que llevarte a rastras?—me dice haciéndome sonreír por la forma en la que se expresa.
—Bien vamos—le digo levantándome, de verdad que no tengo hambre pero sé que es muy capaz de arrastrarme si me niego.
Bajamos a la cafetería ahí pido una ensalada.
—¿Tú no vas a comer nada?—le pregunto el mira mi ensalada con asco.
—No se me antoja nada—dice haciendo caras raras.
—Mmm yo creo que iré a la maquinita por un chocolate eso se me antoja más.
Niego con la cabeza, tomo mi ensalada y la botella de agua y me siento a esperarla pero al ver que no regresa empiezo a comer, teniendo la comida enfrente se me abrió el apetito.
«Le falta sal»
Me levanto de mala gana a preguntar si tienen sal de pura casualidad pero mi fortuna si la tienen, le echo una generosa cantidad de sal a mi ensalada y me dispongo a comer, no sé si sea por el hambre que tengo pero es la ensalada más rica que he comido en mi vida.
—Y no tenías hambre—dice Jimin sentándose, trae en la mano varias barras de chocolates y unas papas.
—Mi estómago es bien traicionero—le digo llevándome un pedazo de queso a la boca.
—No es por nada pero se ve asqueroso—dice Jimin mirando mi ensalada con cara de fuchi.
—Pues solo de vista por que sabe deliciosa además es nutritiva a diferencia de tus chocolates—bromeo con el.
—Sí pero no lo como diario no sé por que se me antojo, mira agua se me hace la boca—dice tragando la saliva que se le acumuló en la boca.
«¿Será?»
"Nah, no puede ser"
—¿Jimin no estarás embarazado?—le pregunto, el color del rostro le cambia rápidamente y abre los ojos como platos.
—¡No me jodas!—dice sacando desesperado su teléfono celular.
—¡¡¡MIERDA!!!
«No puede ser»
—¿Felicidades?—le pregunto entrecerrando los ojos no sé si sea una buena noticia o no, además solo es una suposición.
—Vamos—dice jalándome del brazo.
—¿A dónde?—le pregunto extrañado miro mi ensalada con tristeza a penas me había comido la mitad.
—Hacerme una prueba de sangre-dice nervioso , jamás la había visto así.
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Quebec Canadá
—Tienes que dejar de pensar en el o no la podrás superar nunca.
—No estaba pensando en él—miento, en realidad es en lo único en lo que pienso.
—Eres bueno en todo meno en una cosa—dice Eun-yeon sentándose a mi lado.—No sabes mentir.
Mi primer pensamiento cuando decidí fue viajar a Estados Unidos, tenía algunos proyectos pendientes por lo que pensé en llenarme de trabajo para poder distraer mi mente pero justo un día antes de mi viaje recibí un correo de Eun-yeon, donde me pedía visitar a sus padres, ya que no sabía nada de ellos y a ella no le respondían las llamadas.
Le expliqué que no podía por que saldría de viaje, nos mandamos un par de correos y cuando me pregunto por Seokjin le conté la verdad, al principio no me creyó pero después se dio cuenta de que no mentía y me ofreció venir a Canadá, sorpresivamente acepte.
Ella y Dohyun terminaron hace poco más de dos meses, al parecer Donyu no pudo superar sus diferencias sociales y la presión le gano, la dejo y se regresó a Corea.
—¿Cómo logras estar bien?—le pregunto, sé cuanto lo amaba no sé cómo se ve tan tranquila.
—Di todo de mi, me entregué plenamente y no hay arrepentimientos, hay personas que no saben que hacer con tanto amor, en el caso de el fue así y lo amo lo suficiente para dejarlo buscar su felicidad aunque no sea conmigo—dice sonriendo, toma un poco de nieve la hace bola y la arroja al tronco de enfrente.
—Creo que en eso eres mejor persona que yo, yo no le deseo felicidad, quiero que la vida le cobre todo lo que siento yo en este momento—le digo haciendo lo mismo que ella.
