Capítulo 1

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Jungkook

- Buenos días Teniente Jeon. Acompáñeme, por favor - me pide el soldado que hay detrás del escritorio de la recepción. - El Capitán Kim le está esperando.

Me acompaña por el edificio principal de la base militar de Camp Castle, en Daegu. Al llegar al despacho, el soldado toca la puerta.

- Pase - podemos escuchar una voz grave de mi mejor amigo, detrás de la puerta.

Obedecemos y al entrar ambos saludamos de manera formal, al capitán Kim y al Teniente Min, que también está aquí, llevándonos la mano derecha a la frente.

- Bienvenido Teniente Jeon - me dice de manera formal Kim - Puede retirarse, soldado - despacha al chico.

- Gracias, señor - dice antes de irse.

En cuanto la puerta se cierra, ambos se acercan a mí para darme la bienvenida.

- Kook, que alegría verte. Muchas gracias por venir - me dice Nam, palmeando mi espalda.

- ¿Qué tal estás, Kookie? - me abraza igualmente Yoongi.

- Bien, ¿y vosotros? - les pregunto mientras me siento junto a Yoongi y Nam vuelve a su escritorio.

- Te hemos llamado porque Nam necesita nuestra ayuda - me explica Yoongi.

- ¿Vosotros dos pidiendo ayuda? ¿Tan viejos estáis? - bromeo.

- Capullo, te necesitamos porque estamos en una misión secreta y creemos que a nosotros nos tienen fichados - me explica Yoongi con su mal humor habitual.

- Mi hermano está en peligro - añade Namjoon.

- Nam, te conozco de toda la vida y tú no tienes ningún hermano - le reprocho.

Hace muchos años que no nos veíamos, pero Namjoon y yo crecimos en esta base militar. Su padre es el general retirado a quien mi padre relegó en el puesto. Nuestras familias siempre han sido muy amigas y por eso sé que no tiene hermanos. Tanto Nam como yo seguimos el legado militar de nuestros padres. Namjoon fue nombrado Capitán el año pasado, casi al mismo tiempo que yo era ascendido a Teniente y trasladado a otra base.

- Es una larga historia, pero sí, sí lo tengo. No es mi hermano de sangre, pero mi padre lo adoptó cuando Tae tenía 17 años. De eso hace ya 8 años. Me atropelló con un coche robado - ríe.

- ¿Qué? - Yoongi es más rápido que yo en expresar sorpresa.

- Tae era huérfano. Se escapó del centro de acogida y robó un coche. En su huida me atropelló. Pero en vez de darse a la fuga, me metió en el coche, me acompañó al hospital militar y se quedó allí, esperando a que me operaran. Durante la intervención perdí mucha sangre. Tae es donante universal así que me hicieron una transfusión con su sangre - de pronto se pone serio. - Lo que voy a contaros a continuación, tenéis que prometerme que no saldrá de este despacho - ambos asentimos. - En cuanto su sangre entró en mi corriente sanguínea, nuestras psiques se conectaron.

- ¿Qué estás diciendo? - estoy alucinado porque no conozco a nadie más sensato que Kim Namjoon y estoque nos está contando es una puta locura.

- No puedo explicároslo mejor - se frota las manos, nervioso. - Es como si de pronto pudiese sentir sus sentimientos en mi interior. Los latidos de su corazón. Sus dudas, sus miedos, su frustración. Entendí por qué huía, el deseo de tener una vida mejor, lejos de todos aquellos orfanatos. Y aún no habíamos cruzado una puñetera palabra - exclama.

- Nam, eso es imposible - vuelve a adelantarse Yoongi.

- ¿Crees que no lo sé? - le da una mala mirada. - El caso es que así fue. Cuando mi padre llegó al hospital, y pude hablar con él, lo primero que hice fue preguntar por el chico que me había llevado al hospital. Aun sabiendo que iban a arrestarle, no se había movido de allí. Dijo que no lo haría hasta poder verme. Si eso no es lealtad, no sé qué más podría serlo - dice con orgullo. - Mi padre le dejó entrar en mi habitación y entonces pude verle por primera vez. Era un chico menudo, flaco y con una mirada triste. Se acercó hasta mi cama y me agarró la mano. Pude sentir sus disculpas sin necesidad de hablar. Fue muy raro, pero tan real como que el cielo es azul - nos explica con vehemencia. - Me dio una lástima terrible. No tenía ningún futuro y deseé con todas mis fuerzas ayudarle, pues pude ver la bondad de su corazón. Lloré por la mala vida que le había tocado vivir y no quise que volviera a sufrir. No le detuvieron porque no puse denuncia y le rogué a mi padre que lo adoptara. No fue difícil cuando supo lo que había hecho por mí - puedo ver como su mirada refleja amor al hablar del chico. - Su llegada a casa nos hizo intensamente felices. Y ahora está en peligro por mí puta culpa - se frota la cara.

- ¿Es militar también? - pregunto para intentar saber qué es lo que pasa.

- No. Taehyung es civil. Pero sus poderes son muy útiles.

- ¿Poderes? - Yoongi parece más perdido que yo.

- Tae es psíquico - nos mira con gravedad.

- Nam... - no sé ni qué decirle.

- Sé que es difícil de creer, pero ambos me conocéis muy bien. ¿Me inventaría algo así? - ambos aludidlo negamos. - Está infiltrado en la Yakuza de Kioto. Yo mismo lo mandé allí y ahora está en peligro. Además de porque puedo sentirlo aquí - se golpea el pecho con dos dedos - lleva sin comunicarse conmigo hace dos semanas. Creo que le han descubierto.

- ¿Qué hace el ejército de Seúl en Japón? - pregunto sorprendido.

- Es un caso de trata de blancas y menores. Los secuestran en Corea para llevárselos a los prostíbulos de Kioto. Colaboramos con el ejército y la policía de Japón, además de la Interpol - nos tira un dossier.

En cuanto abrimos la carpeta, vemos decenas de chicos y chicas jóvenes. Decenas de fechas de secuestros, denuncias... es repulsivo.

- ¿Cuál es su misión? - le pregunto a Namjoon.

- Infiltrarse y facilitarnos nombres, direcciones, fechas de entrega... todo. Lleva tres meses allí. Se ha convertido en la mano derecha de uno de los jefes menores, Yuta. Es un hijo de puta sanguinario - dice Namjoon con desesperación.

- ¿Qué quieres que haga? - le digo a Nam.

- Quiero que vayas allí y lo traigas de vuelta, Kook - me suplica.

- Ok. Cuéntame todo lo que necesito saber - le digo dispuesto a ayudar a mi amigo.

Durante más de cuatro horas, Nam nos pone al día de todo. Me enseña fotos de Tae, que se hace llamar Sky, de Yuka, de sus secuaces y de sus casas francas, además de sus casinos, pubs y prostíbulos. Me provee de una identidad falsa, un pasaporte, documentos, billetes de avión y dinero. Yoongi volará a donde yo le diga en helicóptero, para sacarnos de allí. Mañana mismo a primera hora, salgo para Kioto.

Después nos vamos los tres a cenar y tomar unas cervezas a la cantina de la base. Namjoon nos agradece constantemente que le ayudemos. Nos dice que ama profundamente a su hermano y que necesita tenerlo de vuelta en casa. Sano y salvo.

En la soledad de mi habitación observo la foto que Nam me ha facilitado de Taehyung. Es muy guapo. Tiene una mirada muy penetrante, pero me cuesta mucho creerme todo ese rollo de que tiene poderes mentales. Me jode que haya podido llegar a engañar a Nam y a su padre. Pero ahora mismo me debo a mi mejor amigo, así que, si le he prometido que le ayudaré, lo haré. Ya le desenmascararé cuando esté, de una pieza, en Corea.

Que empiece el rescate.

Misión: Alfil Negro (Taekook) 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora