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La noticia del embarazo había cambiado mi estado de ánimo por completo, saber que habíamos logrado lo que tanto deseábamos y que mi cuerpo no era un problema, me hacía sentir en paz

Mikey e Izana habían enloquecido, ninguno de los dos prácticamente me dejaban sola, siempre uno de ellos estaba a mi lado, y cuando no era así, Sanzu o los Haitani lo estaban

Durante los primeros tres meses luego de que me enterara que estaba embarazada, mi vida cambió por completo, mis dos prometidos siempre habían sido muy sobreprotectores conmigo, pero desde que nos habíamos enterado que esperábamos a un pequeño, eso había empeorado, no podía ir a ningún lado sola, mi hermano se había tenido que encargar de las reuniones en el orfanato, Koko me ayudaba con mi trabajo en Bonten y tanto Sanzu como los Haitani prácticamente se habían convertido en mis niñeras, al menos de eso no me quejaba, pasar tiempo con ellos era divertido y siempre cumplían todos mis caprichos

Con Emma pasábamos bastante tiempo juntas también, con ella leíamos sobre bebés y embarazos para ir preparándonos, ambas tendríamos a los bebés con poco tiempo de diferencia, porque al parecer, si mis cuentas no se equivocaban, yo me había embarazado más o menos cuando ella nos había dicho que estaba embarazada, solo nos separaba seis semanas de embarazo, casi nada, pero a pesar de que ella tenía más tiempo embarazada, mi vientre era más grande, y el pequeño dentro de mí era muy travieso

La rubia tendría un niño, uno que apenas se movía y la molestaba, él la dejaba dormir por las noches y apenas le daba antojos, en mi caso era todo lo contrario, apenas había comenzado a moverse, se había vuelto un calvario, sus patadas eran insistentes, los antojos eran casi diarios y dormir se me hacía muy difícil, por suerte tenía mis métodos, había uno que era inquebrantable y jamás fallaba, lo malo era que a Izana no le gustaba, pero se aguantaba porque era la única forma en la que lograba descansar

Saber el sexo de nuestro pequeño era una de las cosas que más nos emocionaba, queríamos comenzar a pensar en nombres para él, pero para ello necesitábamos saber si sería niño o niña, y ese día, aunque se nos hizo muy lejano, por fin había llegado

La cita con mi doctora era tarde, casi a las siete de la tarde, un horario en que mis dos prometidos estaban desocupados y que podían acompañarme, ya que queríamos estar todos presentes para la noticia

Me encontraba sentada en la camilla con mi blusa levantada, dejando a la vista mi vientre bastante grande a pesar de solo tener solo cuatro meses

Izana y Mikey se encontraban de pie a mi lado el mayor tenía mi mano entre las suyas y el azabache acariciaba mi cabeza con cariño mientras la mujer frente a nosotros pasaba ese pequeño aparato por mi vientre, desparramando el gel frio, haciéndome estremecer en más de una ocasión

¿Se deja ver?- pregunté emocionada

Está dándome la espalda- rió- parece bastante holgazán

Como su madre- susurraron los dos hombres a mi lado y los miré seria- será hermosa igual que su madre, si... eso

Rodé mis ojos ante sus palabras y miré hacia la doctora que se había quedado en silencio mientras observaba la pantalla frente a ella con el ceño fruncido

¿Qué sucede?- pregunté preocupada

Hay algo raro- susurró

¿Cómo qué raro?- Izana apretó mi mano

¿Qué tiene?- Mikey alejó su mano de mi rostro y noté como temblaba

¿Le sucede algo al bebé?- cuestioné tomando con mi otra mano las de Mikey intentando contenerlo

No, cálmense, es que...- frunció el ceño- no lo entiendo, todos las ecografías anteriores

¡Solo díganos qué demonios está sucediendo!- gritó Izana fuera de si

Our Destiny | Mikey / Manjiro Sano | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora