Mientras me dirijo a la cancha con Madeline, le empiezo a comentar como, Patricio me hizo montarme en la moto de manera forzada.
—Y eso no es lo peor de todo.
—¿Y qué es? —pregunta.
—Que nos tenemos que reunir para entregar el trabajo final Literatura y decido que sea en su casa.
—Ya, Mack, nada malo va a pasar.
ꨄꨄꨄꨄꨄ.
Al caer la tarde me mantengo lista para ir a la casa de Patricio, quien se había ofrecido a buscarme, pero claramente lo rechacé.
—Por fin llegas —dice al momento de verme.
—Por fin llegas —digo por lo bajo, imitándolo.
Mientras nos encontramos en el patio de su casa, al aire libre, realizando el trabajo, me dice que tiene que subir a su habitación a buscar algo, ante esto no le doy respuesta algunas más que una mala mirada.
Pasando algunos minutos, ya he terminado el trabajo y Patricio aún no aparece, por lo cual, tomo la computadora y algunos papeles que están sobre la mesa para dirigirme con ellos a buscarlo.
Al estar frente a su puerta decido tocarla, pero nadie responde. Coloco mis manos sobre la manija, dándome cuenta de que no mantiene el seguro. Entro a su habitación y me mantengo observando todo sin obtener rastro de él.
Me dirijo hacia su escritorio, en el cual coloco la computadora y los papeles que mantengo en mano. Luego de dejarlos sobre este, despliego un poco la cortina para ver a través de ella.
Mientras me mantengo con la vista hacia afuera, es chico con alguien abre una puerta, logrando espantarme.
—¿Qué haces? —pregunta, Patricio al salir del baño.
Mantiene una toalla blanca en la cintura y otra en la mano, secándose el pelo. Al ver su cuerpo algo húmedo, estoy en pánico, no sé qué decir, pero de mi parte alguna respuesta espera.
—Estaba, observando por la ventana —digo algo nerviosa mientras trato de no bajar la mirada a su abdomen—. Subí para enseñarte el trabajo que ya acabe porque no bajaste.
—Subí a buscar algo y como me dio de calor, dicidi entrarme a bañar —dice mientras se acerca a mí—, ¿qué tal? —pregunta al estar frente a mí.
—¿Qué tal qué?
—Ya sabes, Mack, desde que salí no paras de mirarme —dice al momento de sentarse en la orilla de la cama.
—¿Cómo crees que te voy a estar bien? Es algo un poco loco, ¿no crees? —digo con gran nerviosismo.
—¿Te digo que si puede ser algo loco?
—¿Qué puede ser?
—Este momento —responde mientras se pone de pie.
—¿Me estás tratando de seducir? —pregunto con mi viste elevada a sus ojos verdes.
—¿Te estoy seduciendo? —pregunta al mantener su cara a centímetros de la mía.
—Para nada.
—¿A no?
—Eso creo —respondo antes de que él aproveche la cercanía para besarme.
Nos besamos de una manera suave, logrando sentir cada sensación de nuestro beso. Mientras algunas gotas de su cabello húmedo caen sobre mí, siento como toma mi mano y la coloca sobre su polla para que la logré sentir.
Al apretarla un poco, dejo de besarlo, lo miro a los ojos y le quito la toalla. Empiezo a acariciar su verga de abrir a abajo consiguiendo que se excite.
ESTÁS LEYENDO
Ensoñaciónꨄ
Roman pour AdolescentsA veces soñamos con cosas que no podemos tener, por más cerca que las tengamos. vivimos con el miedo de darlo todo, sin recibir nada a cambio. ¿Quién sabe si quizá todo el amor mío no fue más que un engaño de los sentido de la fantasía? Más vale v...