único ↻

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spreen por sexta vez pegó su cabeza contra el vidrio de la ventana; le había prometido a roier enseñarlo a manejar.

pero ahora mismo su esposo estaba haciendo de todo menos aprendiendo y ya se estaba comenzando a agobiar, y digamos que el traje incómodo que llevaba puesto no ayudaba mucho.

– ¿cómo sabré cuando las llantas necesiten aire? –preguntó con las manos en el volante, mientras seguía viendo hacia el estacionamiento completamente desolado que tenía enfrente.

– solo maneja, ro. llevamos 30 minutos acá –suspiró pesadamente.

él castaño por primera vez despegó su mirada del frente para mirar a spreen, secó sus manos ya sudadas con su pantalón y habló nervioso.
– okay, va va va –apretó su agarre al volante y piso con todas sus fuerzas el acelerador, para después envuelto en pánico pisar el freno.

– ¡boludo! ¡¿que hacés?! tenés que hacerlo despacio, te lo dije una banda de veces.

el castaño ya en el borde de las lágrimas por el nerviosismo, cambió el modo de la caja de cambios a "parking" para evitar hacer otra estupidez. spreen aflojó su corbata como una representación clara de un "ya no tengo ni puta idea de que hacer con este".

– ¡perdón, ya! ya no quiero hacerlo, no sé cómo. olvidé todo lo que me dijiste, me están temblando las nalgas y me voy a guacarear. –gritó en desesperación el menor.

– pero si apenas empezamos y no has conducido nada. dale, aunque sea intentalo una vez más. –trataba de mirar el rostro de roier, pero este solo se escondía más entre sus manos recargadas sobre el volante.

estiró su mano para acariciar suavemente el cabello de su triste esposo, su instinto le pedía dejar esa clase de manejo y pedirle ser su chofer personal por el resto de su vida para cuidarlo y protegerlo, pero sabía que roier poco le permitiría hacerlo por la timidez y la vergüenza de pensar que sería una carga para él.

( . . . )

spreen no sabía cómo había escalado la situación, pero ahora se encontraba en el asiento del piloto con un roier sentado en su regazo, abrazado a él cual koala.

claramente la clase de manejo fue un fracaso.

roier se separó un poco, para así ver a los ojos al pelinegro y le tocó muy delicadamente las orejas que temblaron al tacto. le dió un beso en la nariz, seguido de un "ataque de besos" por toda su cara por parte del mayor.

– perdón por hacer todo ese drama, –dijo después de que spreen lo haya dejado hablar, jalando del cuello de su camisa– ya te hice perder mucho tiempo, deben de estarte esperando en la junta.

el pelinegro actualmente trabajaba dentro de la empresa de uno de sus padres, vegetta, lo cual lo hacía alguien bastante solicitado y ocupado.

– y... que esperen los viejos, tengo cosas más importantes acá –contestó, haciendo reír al menor. se quedaron en silencio, simplemente mirándose con esos ojos enamorados y con una gran tensión increíble.

spreen cortó la poca distancia que había entre los labios del contrario, formando un beso lento y apasionado.

roier no tardó en introducir su lengua y así creando una guerra entre sus lenguas, que se vió interrumpida por el oso, que se separó del beso y no perdió tiempo para volver a unir sus labios sobre el castaño pero esta vez fue directamente a su cuello, dejando lamidas y mordidas en su blanca piel. el castaño jadeaba bajito, moviendo su cadera sobre spreen, quien ya estaba sintiendo una erección al roce.

los dos comenzaron a sentir que la ropa les estorbaba, así que como pudieron dentro del reducido espacio, se fueron deshaciendo de sus pantalones y ropa interior, quedando solo vestidos de la parte de arriba. spreen con su camisa abierta y sin su corbata, y roier solo con un suéter rojo.

clases ! | sproier ⥋ spiderbearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora