Capítulo 15

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El no era de las personas que se dejaban llevar por un "no hay huevos".

Pero el reto de la art week le estaba diciendo eso, y no pudo evitar dejarse llevar.

"Dibuja a la persona que más odias en la situación que menos querrías estar.", se podía leer en su pantalla.

Y al lado, en su escritorio, estaba el dibujo de una persona, que, para nada era Keiji, decapitada, si. Decapitada. Era la cosa más desestresante que había hecho en su vida, y, sinceramente, le había salido genial.

- ¡Ey! Te ha salido genial, ¿quién es? - preguntó Komi, fijándose en su creación.

- Nadie - respondió apresurado.

- Bueno, cierto, no hay manera de que el bueno de Bokuto le desee tal cosa a un ser vivo.

Oh, si, créeme que la hay.

Justo en esa hora, tocaba arte, asignatura la cual, aunque a muchos les sorprendiera, se le daba bastante -muy- bien.

Y Akaashi sabía de eso.

- Bokuto, ¿puedes venir un momento? - Keiji le preguntó desde su asiento.

No.

- Eh, ah, si, claro.

Soy estúpido.

Era impresionante que, aún siendo consciente de lo que le hacía Akaashi, aún cayera en sus trampas, en sus dulces engaños, y es que, joder, le seguía gustando, y mucho.

Y como lo odiaba.

- Es que... no sé hacer esto de aquí, el sombreado no me sale, ¿me ayudaaas?

Claramente, no se pudo negar.

Odiaba esto.

Cuando Bokuto acabó y le enseñó el dibujo a Akaashi para ver si era de su agrado, el pelinegro soltó:

- En verdad no sirvo para nada.

E ahí otra de sus eficientes estrategias para que Bokuto, como un perro, fortaleciera aún más el ego de Akaashi.

- Claro que no, dibujas bien, de verdad, haces... haces todo bien.

Akaashi sonrió satisfecho tras la respuesta que le brindó el peliblanco, y este otro solo pudo bajar la mirada por haber caído de nuevo en su trampa.

- Bueno, pues... era eso, si quieres te puedes ir.

Era gracioso como ese <<si quieres>> había sonado como un <<vete>> en toda regla.

Había días en los que Bokuto pensaba que algún día lo superaría, dejaría de tener ese miedo al rechazo cada vez que se dirigía a Akaashi y le diría todo lo que le había hecho sentir en la cara, y cuánto le había dolido, y a veces se sentía con fuerza para hacerlo, pero volvía a ver la cara de Akaashi y se sentía incapaz de decirle algo negativo a lo que, para el, representaba la perfección.

De verdad sentía que ese año de su vida iba a ser eterno, que su historia en la tierra se iba a reducir en ese suceso que le volvía loco desde hace tiempo, que el tiempo se iba a detener y se quedaría sufriendo eternamente.

Pero la vida seguía, el curso se acababa, al igual su experiencia en bachillerato, en ese momento, lo único que no parecía avanzar, era el dolor que punzaba siempre en el interior de su pecho, sin dejarlo descansar, día tras día.












CAP RE CORTO PERO SUDA

actualización a las 10! Claro que si!!

Ayuda el 19 de este mes canto en el auditorio de barcelona y el 20 tengo concierto con una banda la cual soy cantante me cago

Me despido guapess


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