-Dos estrellas-
—Solo…solo quiero ir a mi habitación—digo asustada.—Eres linda, quien lo diría. La chica que se esconde tras una capucha de niña tímida—dice Edward, luego la persona de atrás me agarra por la cintura alzándome.
—¡Suéltame! —grito. Las lágrimas se agolpan en mis ojos.
—Shisss, no grites, sino habrá muchas consecuencias.
—…Y las consecuencias no son bonitas—Habla el chico moreno que está al lado de Edward.
—Para nada bonitas —ríe la voz masculina detrás de mí.Los tres se ríen y cada vez sus risas se vuelven más entonadas molestando mis tímpanos. Intento escapar, pero no puedo.
Me despierto de golpe alterada. Estoy sudando frío y temblando. Abrazo mis piernas y lloro porque no pude escapar y porque la chica de esa pesadilla era yo. De repente, siento una bola de pelos recostarse de mí. Prendo la lámpara de mi mesilla y solo es papá. Ya se ha acostumbrado a dormir aquí. Inicia a lamberme las medias de florecitas que cargo, luego se sienta y me mira. Una pregunta ronda por su rostro.
—No, papá. No estoy bien…pensé…pensé que había dado otro paso. Hace semanas que no tenía esa pesadilla… y hoy…hoy—me echó a llorar.
Jack se trepa mis piernas e intenta lamber las lágrimas de mis mejillas y lo abrazo.—Guau…guau… guau—ladra.
—Shisss…vas a despertar a mi abuela—lo callo.
Él se queda viendo hacia la mesilla de noche. Fijo mi mirada hacia allí y lo entiendo. La foto de su boda con mamá está ahí. Agarro la foto y se la enseño. Esa fue la que encontré en el segundo cajón de su mesilla. Jack lambe mis dedos y levanta su mirada hacia mí. Está tratando de decirme “Tu madre y yo estamos aquí para ti”. Sonrío y lo vuelvo a abrazar.☆▪︎•°☆°•▪︎☆
—No diste un paso atrás por tener esa pesadilla, Eva—dice la psicóloga Daisy.—Pero…
—Pero nada. Haber…respira y tranquila. Tomate el chocolate, se te va a enfriar.
Doy algunos sorbitos y me tranquilizo.
—¿Mejor?—pregunta.
—Sí.
—Bueno…como te decía, no has dado un paso atrás. De hecho, es normal, a veces tendrás esa pesadilla más seguido y habrá meses en que no la tendrás.
—Aún así, tengo…tengo miedo—confieso.
—¿A qué le tienes miedo?
—A encontrármelo en alguna parte y que intente…intente tocarme otra vez.
—¿Qué he dicho sobre el miedo?
—Que, tenemos que enfrentarlo y no dejar que el gane. Nosotros somos más fuertes.
—Exacto.
—Entonces… ¿Tengo que enfrentarlo?
—Si, en caso de que te encuentres ese chico por casualidad. No dejes que el miedo a sentirte impotente gane, porque tú eres más fuerte.
ESTÁS LEYENDO
Brilla como las estrellas [YA EN FÍSICO]✔️
Novela Juvenil"𝐄𝐬𝐭𝐞 𝐥𝐢𝐛𝐫𝐨 𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐫𝐞𝐥𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐚𝐠𝐚𝐧 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐨 𝐬𝐢𝐧 𝐮𝐧 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐟𝐢𝐣𝐨, 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞, 𝐬𝐢𝐧 𝐬𝐚𝐛𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐫𝐚𝐳ó𝐧, 𝐨𝐜𝐮𝐫𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐥𝐞𝐲 𝐝𝐞...