Miedo

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Miedo.

He sentido ese sentimiento en muy pocas ocasiones.
Se supone que no debo sentirlo.

No soy un ser sin emociones, pero se supone que no debo tener miedo, no puedo ejercer este trabajo bajo ese sentimiento.

Cada ser humano, en algún momento de su vida lo ha tenido, aunque sea por un leve instante.

En el transcurso de mí vida, me preocupé levemente por las consecuencias de mis actos, sentí remordimiento como cualquier ser humano, siento confusión aveces, al ver consecuencias de algo que no entiendo, que no logro discernir por completo y sobre todo, no logro descubrir.

No soy detective solo por gusto, si no también por un sentimiento de deber y obligación.

Es algo que aún no logro entender y sobre llevar por completo.
Un sentimiento complejo el cual no logro identificar.

Tal vez sea por aquel suceso ¿ aún no logras olvidarlo ?

Solo estoy segura de algo y es que si puedo, lo haré, y si no, buscaré la manera.

Es un acto impulsivo el cual me cuesta manejar, pero en ese momento...
En este preciso momento, no solo siento medio, estoy desconcertada y abrumada, la confusión reina en mí y no puedo parar de sobre pensar.

Luego de leer la nota, siento algo extraño, una sensación que ya conocía.
Tengo la sensación de que en cualquier momento puedo desplomarme, mi cabeza da vueltas y me cuesta respirar, estoy agitada, quiero mover mis pies, pero estoy estática en la habitación.

Es peligroso, debo calmarme o voy a hacer algo muy estupido.

Los recuerdos llegaron a mí como si lo estuviera viviendo de nuevo - otra vez no. No, no quiero recordarlo, pero la imagen se implantó en mí mente como un proyector de cine.

Lo recuerdo como si fuera ayer, ese día era mi cumpleaños.

_ ¡No! ¡Sueltame! - decía entre sollozos, mientras era arrastrada - por favor - suplicaba y no paraba de llorar, no sabía como había acabado en manos de este loco.

_ Tranquila Jane, no te haré nada - me dijo con tranquilidad, su voz era suave y apasible, pero él...él no lo era, era notorio, llevaba mí largo cabello envuelto en su puño mientras me arrastraba.

Ni siquiera se tomó la molestia de empujar me siquiera, tampoco se inmutó al mirar la herida que me había hecho al estampar mi cabeza contra una roca para que me callara.

Solo pensar que él...que él podría ser aquel asesino al que buscamos.
Y no quiero llegar a sacar conclusiones apresuradas, pero...¡No! No puede ser él.

Jamás, aunque después de...encontrarme inconsciente en aquel lugar , no había rastro suyo, no encontraron ni una pista, nada, absolutamente nada.

Fui su víctima.

Es desgarrador saber que la persona que una vez te hizo tanto daño.

Tanto físico como emocional, anda por ahí teniendo una vida normal y sin pagar el precio.

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James tomó la nota como prueba para la investigación, también encontramos dos más, puestas estratégicamente dentro de la casa, escondidas para no ser vistas con facilidad, pero fáciles de encontrar.
Todo parece haber sido planeado muy bien.

Juego del asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora