Soy Julia Argent y este es uno de los informes obligatorios para ACME recopilando casos recientes. Y tengo malas noticias: V.I.L.E. no ha desaparecido. Sigue actuando en las sombras, intentando recuperar la gloria del pasado, cuando Carmen Sandiego no estaba allí para pararles los pies.
Supongo que para la cúpula de ACME esto no es ninguna sorpresa, pero nunca está de más recordarlo, especialmente después de los hechos que acontecieron hace tres semanas.
El agente Devineaux y yo recibimos una alerta de que algunos de los criminales mejor entrenados de V.I.L.E. habían escapado de nuevo, entre ellos Le Chèvre y El Topo. Al instante, supe que nuestra aliada y experta ladrona Carmen Sandiego se vería atraída por esta alerta, así que nos dirigimos al lugar de los hechos para estar preparados.
Me saltaré esta parte porque está más que registrada ya en ACME. Simplemente encontramos celdas vacías y varios boquetes por donde huyeron los criminales, nada más. Esperamos noticias de algún plan de V.I.L.E. para despertar agentes durmientes o saquear bancos. Estos últimos años se han visto obligados a recurrir a lo más básico para conseguir fondos de forma consistente.
Inevitablemente, recibí la llamada.
—Agente Argent, tenemos que vernos. —Era Carmen Sandiego. Siempre contactaba conmigo cuando V.I.L.E. movía ficha de verdad.
—¿Dónde?
—Barcelona, delante de la catedral principal de la ciudad.
Es el procedimiento habitual. Me reúno con ella en un espacio concurrido para evaluar la situación. Devineaux está siempre cerca, escuchando, pero Sandiego solo quiere hablar conmigo. «Cuanta menos gente, mejor», siempre dice.
Nos reunimos con ella al atardecer, en la plaza de la catedral. A pesar de ser diciembre, era un lugar en constante tránsito de turistas, así que me costó un poco distinguir su famoso abrigo rojo. Estaba sentada en un banco al otro lado de la plaza, desde donde había una buena vista del monumento y también de las entradas a las callejuelas del casco antiguo. Por si tuviera que huir.
—Cuánto tiempo —dijo de buen humor al sentarme yo.
—Y podría haber sido más, pero hay quien no quiere tirar la toalla. —Ella me sonrió y yo se la devolví—. ¿Qué tienes?
—No lo tengo del todo claro. V.I.L.E. tiene dos intereses aquí: una antigua guarida que aún no he localizado y una joya en los archivos de la catedral que robó hace décadas al gobierno español y que les serviría de moneda de cambio para recuperar recursos.
—Vale. ¿Alguna pista de Le Chèvre o El Topo?
—No sé nada del segundo, pero he visto a la cabrita trotar hacia el oro, y sabe que estoy aquí. Vais a ser el cebo.
No hablamos mucho más. Para el papel que nos había dado, nuestra tarea era simple: enfrentarnos a los ladrones cara a cara e intentar detenerlos. En un pasado buscarían pelea, pero Carmen confiaba en que optaran por una huida con la joya en cuestión.
Varios agentes entramos en la catedral, que estaba cerrada al público. Devereaux avanzó por la nave principal y yo y mis dos subordinados marchamos en completo silencio hacia el claustro, a la derecha, armas en mano.
Abrimos una a una cada puerta que encontrábamos. No había nadie.
—Hay mucho silencio —susurré a mis compañeros—. Esto me huele mal.
V.I.L.E. conoce la discreción, pero algo no encajaba. ¿Toda la catedral estaba vacía? ¿Por qué estábamos solos en aquel sitio enorme? ¿Dónde estaba Le Chèvre?
Se había hecho de noche. No podía adivinar dónde estaría mi enemigo o mi aliada. Entré incluso con más precaución en la habitación del claustro donde se suponía que estaba la joya. Y allí estaba la sorpresa.
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El cebo [Carmen Sandiego x Jules Argent]
FanfictionJules Argent ha recibido la alerta de Carmen Sandiego: V.I.L.E. está en Barcelona en busca de una joya. Todo parece demasiado sencillo, ¿verdad? Pero Jules nunca deja pasar la oportunidad de pasar tiempo con su novia.