Una noche inolvidable (Kaisoo)

Capítulo 5

Una disculpa este capítulo se me fue, gracias a Greysolosoo  por notarlo apenas revise bien. El siguiente es el 6 que se subió como 5.

Los sentimientos de Kyungsoo afloraron y desaparecieron al mismo tiempo que su ira. ¿Que pensara en los niños? ¿En serio?

En cuanto a los errores, resultaba evidente que JongIn pensaba que había cometido uno. La verdad era lo contrario.

No hacía más que mirar a Sehun. El parecido era increíble. Ver tanto de JongIn en su sobrino lo había dejado totalmente atónito, tanto como ver a JongIn en persona.

Con solo contemplar la seria expresión de su rostro tras las gafas de aviador, Kyungsoo se había vuelto a convertir en un adolescente enamorado. 

No importaba que llevara un año y medio asumiendo una responsabilidad que ni siquiera se había creído capaz de afrontar. No había estado interesado en absoluto en los hombres, dado que se le necesitaba tanto en casa.

Había cerrado toda posibilidad de un futuro con JongIn cuando él se había negado a devolverle sus llamadas. Se había cansado y había decidido seguir con su carrera por el bien de su orgullo.

Al fin, en los últimos meses, la vida había empezado a adquirir una rutina. Se sentía empoderado y con control. Por fin el doncel independiente y moderno que siempre había anhelado ser.

Sin embargo, no había tardado ni un segundo en responder el mensaje de JongIn y se había quedado sin respiración al ver cómo bajaba del helicóptero.

No hacía más que dedicarle miradas robadas a la cazadora de cuero de él y los vaqueros negros que habían sido usados lo suficiente como para ceñírsele en los lugares apropiados. Era un hombre duro y  distante, acostumbrado a mandar, aunque siempre con infinita cortesía.

El corazón le dio un vuelco.

–Tengo que pensar –musitó, aunque era casi imposible. Su cabeza iba a toda velocidad, tratando de decidir qué era lo que iba a hacer. En ese momento, Seok entró en el aparcamiento subterráneo y se detuvo junto a los ascensores.

Habían llegado al discreto alojamiento que le había pedido JongIn. 

Cuando recibió el mensaje, pensó que tal vez realizaba la petición para uno de sus clientes. De hecho, cuando se metió en la limusina para ir al aeródromo, había estado totalmente convencido de que se trataba de una amante.

Mientras subían en el ascensor, lo miró de nuevo. Cada uno llevaba en brazos a uno de los niños. Él tenía en la mano la bolsa con los víveres que Kyungsoo había comprado y lo estaba mirando.

Aquellos ojos entornados le enviaron una inesperada oleada de calor al centro de su ser.

No. No iban a volver a empezar. Kyungsoo ya había aprendido la lección. 

Apartó la mirada, pero se rio para sus adentros. «Piensa en los niños».

JongIn tenía razón. En lo que se refería a favores que podían hacer que avanzara su carrera, ninguno podría ser mayor que aquel.

Dirigir aquel precioso hotel en la costa era divertido y lo llenaba totalmente, pero si conseguía mantener a los herederos de  Kim Media y Kim Resorts fuera del radar de los paparazis, llegaría a lo más alto sin esfuerzo alguno. París, Londres, Nueva York… Solo tendría que decidir qué era lo que quería.

Cuando entraron en la mejor suite del hotel, Kyungsoo comprobó que el gran espacio que había en el centro del salón sería perfecto para que los niños jugaran.

Dado que lo único que separaba la cocina del comedor y del resto del salón era una barra de desayuno, los pequeños podrían estar controlados en todo momento.