➧ Parte Única

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"Algo que aclarar, voy a estar poniendo canciones arriba que vayan acorde a la historia, o de la que me haya inspirado para escribir".

"Eso seguramente se deba a que crecí con ellas. Por lo tanto, las pondré arriba. Son libres de escucharlas o no. Ya saben. De todos modos, no las necesitan para entender la historia ni nada parecido".

"Los quiero y más vale que se cuiden".

Atte: Olvidé escribirlo al inicio. La historia se desarrolla en el mismo universo de mi shot "Navidad", para quien no sepa.
Son libres de ir a leerlo si gustan, si no, pondré un pequeño contexto en la historia.

×

La sala no era un lugar que acostumbrara a estar sucio. Papeles, libros, documentos importantes; nada debería haber estado ahí aquel día.

Daniel tecleaba y tecleaba sin parar frente a la computadora. Le otorgaba una mirada muerta a la pantalla, acompañada de ojeras de un color negro fuerte suficiente como para confundirlas con maquillaje.

Lo deprimente de aquella suposición es que no lo eran.

Lorenzo había fallecido unas tres semanas atrás en una visita a la tumba de su pareja, Phillies. Tardó demasiado, alertando a su sobrino, quien encontró el cuerpo al salir para buscarlo.

¿Cómo seguía Daniel escribiendo cada palabra sin tirarse derrotado y cansado sobre el teclado? Ya ni él mismo lo sabía. Sus dedos se movían en un piloto automático infinito, o así era, hasta que Lisa llegó y tropezó con alguna de las tantas cosas que Daniel tenía esparcidas por el suelo.

El impacto sonó fuerte y lo sacó del trance.

—¡Lisa! —se le acercó a levantarla—, lo siento. Voy a limpiar ahora mismo.

—Lo haremos nosotros, Daniel, tú ya estás ocupado. —dijo Nica. Venía con Vincent y Violet por detrás.

La sala quedó en silencio unos segundos. Daniel los miraba buscando la forma de convencerlos de dejarle el trabajo, pero era obvio que no podría. Suspiró vencido y terminó de poner de pie a la niña morena mientras agarraba un par de documentos de paso.

—Bien —soltó para el gusto de los niños, quienes sonreían—, yo me llevo este papeleo y la computadora arriba. No voy a estorbar.

Antes de irse, les echó un ojo a todos mientras los contaba, entonces su mirada volvió al suelo decaído.

—¿Aún no baja?

Violet fue la que le contestó.

—No quiere ver a nadie.

—Ni a mí —agregó Vincent—, ese novato me mandó a dormir con las niñas.

Todos lo miraron, obviamente molestos.

—Ya lo sé, lo sé perfecto, tiene que recuperarse. La muerte de Lorenzo me afectó hasta a mí, y más de lo que quiero admitir.

Vincent hizo una pausa. Luego siguió.

—Pero... pero... —no sabía cómo decirlo sin sonar mal—, ¡está yendo muy lejos!

La molestia en su voz no pasó desapercibida por ninguno. Lisa fue quien se le puso de frente enfadada para responderle.

—¿Por qué no lo entiendes? ¡Necesita espacio, tonto!

—¡Yo también necesito espacio... —chocó un dedo contra la frente de Lisa—, para dormir!

Ven a Mí. [Dylan y Lisa; Presto] ❣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora