Mi Alfa Bestia {YOONTAE}

D I E Z

CAPITULO 10

Bestia

No ha salido el sol cuando Kim Seokjin termina de amarrar la última carga de provisiones que pudo obtener del palacio Min. Los empleados en la cocina pronto aprendieron a darle su espacio, y ahora, diciendo que tendrá que partir de regreso a su reino, no faltó quien se ofreciera a prepararle variados platillos, que ahora descansaban en la parte trasera del caballo negro que el general Jeon Jungkook le ha prestado.

No preguntó si el jinete lo echaría de menos. Sólo tomó el caballo negro llamado Tao y sonrió al joven general omega que se había convertido en su amigo luego de esos días. Sin embargo, el alfa mayor de los Kim escucha pasos a su espalda. La figura se encuentra en la entrada del palacio, al inicio del amplio atrio, dándole la espalda a la entrada imponente con columnas de madera y acabados dorados. Las antorchas iluminan apenas, y Jin sonríe al animal, reconociendo el aroma, sin deseos aún de girar a corroborar sus sospechas.

—Quién iba a decir, que el príncipe Kim Seokjin se iría de mi palacio como un ladrón antes del amanecer.

La voz profunda haría estremecer a cualquiera, pero para Jin suena como una broma mal actuada. Así que gira y mira a su cuñado. El rey Yoongi mantiene el cabello atado en un nudo alto, la cicatriz rojiza parece brillar entre las llamas débiles y extrañamente, a su rostro le acompaña una sonrisa de medio lado.

Kim Seokjin entonces ríe.

-Quisiera llegar antes del almuerzo, rey Yoongi.

—Suerte para ti entonces, que Jungkook te haya dado a mi mejor caballo.

La sonrisa ahora desaparece. Y Jin intercambia miradas entre el rey y el animal. De pronto, sintiéndose demasiado abusivo con el favor dado por el general.

—Yoongi... yo... No sabía.

Pero entonces el rey niega con la cabeza y avanza unos pasos más. Colocándose frente al alfa mayor.

—¿Él está bien? —Pregunta el rey, provocando en Jin un sentimiento de alivio. Dejar a su hermano resulta menos aterrador mirando el rostro preocupado del rey rubio.

—Se quedó en mi habitación. Fue difícil que dejara de llorar, así que cayó rendido—. Explicó sintiendo el aroma a sándalo de Yoongi liberarse de forma ligera.

Seokjin movió la nariz antes de hablar:

—Siempre he pensado, que el mundo está gobernado por alfas, pero está dominado por omegas.

Yoongi no responde, así que el mayor se atreve a continuar.

—Recuerdo el inicio de esta historia a la perfección —dice, sonriendo —. Un pequeño omega escuchó la historia del joven rey alfa, con un gran reino capaz de brindarle protección a mi pueblo.