Yes Sir | PROFESSOR STAN

Denial

     ADVERTENCIA

🔞CONTENIDO SEXUAL LEVE

Anoche, cuando llegaste a casa, te tiraste a la cama y lo siguiente que viste fue que había luz afuera. Larga noche, supongo. No tenías intención de quedarte dormida, pero todo lo que pasó ayer te dejó exhausta. Cuando te despertaste, te diste cuenta de que aún llevabas la chaqueta del profesor.

- ¿De quién es eso? - preguntó Susy al notar que estabas despierta.

- Mm, no importa - respondiste quitándotela de los hombros.

- Bueno, definitivamente no es de Winston ¿algún chico misterioso?

- Algo así, supongo - saltaste de la cama y te dirigiste a la ducha.

El miércoles fue tu único día de la semana escolar en el que tu horario estuvo vacío. Tomarse el día para uno mismo era la mejor opción. Susy estaría fuera todo el día de todos modos, así que no tenías a quien decirle cómo te sentías. Decidiste guardártelo todo.

Mientras dejabas que la ducha se calentara, te miraste en el espejo. Notas el rímel seco que se te había corrido por la cara la noche anterior, recordar lo que había hecho Winston. El profesor Stan tenía razón, era un idiota, te merecías algo mejor.

Al entrar en la ducha, dejas que el agua caliente lavara la evidencia de tu tristeza, tu mente comenzó a divagar. Tú y tu profesor compartieron un momento tan íntimo anoche, casi besándose.

Probablemente estaba tratando de vengarme de Winston, mis emociones están por todas partes, pensaste para ti misma. Negando el hecho de que encuentres sexy a tu profesor. De hecho, era el profesor más joven de la facultad y él tenía un gusto especialmente por ti. Seguramente nunca antes había llevado a ninguno de sus otras estudiantes a casa. Cualquier otro de tus profesores habría pasado de largo, continuando con su propia vida. Pero el profesor Stan fue en la dirección opuesta a donde iba solo para asegurarse de que llegaras a casa a salvo.

Recordé como me tocó el muslo. La forma en la que me hizo sentir. Pero es raro, él es tan bueno como dos zapatos caros, siguiendo las reglas todo el tiempo. Por otra parte, ¿estaba siguiendo las reglas al tocar a una estudiante de manera inapropiada? No, solo me estaba consolando, no es nada. Negaste tu pensamiento una vez más.

Este hombre dejó muchas preguntas sin respuesta. Eso es lo que lo hizo tan interesante para mí. Parecía preocuparse por mí, pero de una manera acosadora. Siempre estaba allí en el momento adecuado. Siempre asegurándose de que estuviera bien. Apoyando tu éxito. Pero luego te castigó, mandándote a detención y poniéndote trabajo extra.

Sus acciones se estaban burlando de ti. Como lo fueron las tuyas para él.

[POV Sebastián]

Me había acostado allí, despierto toda la noche. Negando mis sentimientos. Esta chica sabía cómo burlarse de mi tan fácilmente. La forma en que le gusta presumir ante mí, cómo me llamó señor cuando nadie más lo hacía. Y lo corta que era su maldita falda.

Una parte de mi tenía que seguir siendo profesional, era contra la ley involucrarse con un estudiante. Pero la otra parte de mi quería arrancarle la ropa e inclinarla sobre mi escritorio. Ella me volvía loco, sexual y emocionalmente.

[POV T/N]

Mi mente comenzó a imaginarse cosas que el hombre podría hacerme. Preguntándome si él también pensaba en eso. Él también piensa en eso.

El calor del agua y las imágenes en mi cabeza me hicieron sentir increíblemente caliente. Dios, qué estúpida me veía, tonteando con mi profesor de inglés. Moví mi mano hacia abajo, hacia el nudo que estaba en mi clítoris, frotando círculos a mi alrededor. Imaginando que era su mano en lugar de la mía.

No sabías que el profesor Stan estaba haciendo exactamente lo mismo. Su mente estaba llena de ti, no podía escapar de sus sentimientos. Moviendo su mano a su eje y moviéndola de arriba hacia abajo. Imaginando que era tu mano en lugar de la suya.

Ambos sumidos en un intenso placer consigo mismos, pensando en el otro.

No les tomó mucho tiempo hasta que llegaron. La tensión sexual era irreal, queriendo arrancarse la ropa mientras negaban sus sentimientos, todo al mismo tiempo. Me gustaba burlarme de él, la forma en que rompí el código de vestimenta en casi todas las clases que tenía, dándole actitud. Todo mientras presume y se enorgullece de ti.

¿Sería incómodo entre ustedes dos ahora? ¿La forma en que se sentían el uno al otro? Supongo que tendré que averiguarlo mañana en detención.