Yes Sir | PROFESSOR STAN

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Tu día había ido bastante lento eran las 11 am y todavía tenias toda la tarde llena de clases. Se acercaba la clase de Sebastian y temías bastante. Él había mencionado que daría las pruebas a todos hoy, no podías evitar preocuparte por la calificación que tendrías.

Al entrar al salón de clases, todos ya estaban sentados y Sebastian estaba parado al frente hojeando un montón de papeles en su escritorio. Sonreíste pero él no te devolvió la sonrisa, mala señal, pensaste. Él nunca fue así contigo a menos que tuvieran una discusión o hubieras hecho algo malo.

- Los exámenes han sido corregidos, estoy bastante sorprendido por decir lo menos, pero hablare en privado con aquellos que no lo hicieron bien - anunció mientras caminaba por el pasillo devolviendo a todos sus exámenes.

Notaste que algunas personas suspiraban y se ponían las manos en la cabeza, enojados con la calificación que obtuvieron. Temiendo la tuya, Sebastian llegó a tu escritorio, luciendo molesto.

- Pensé que lo harías mucho mejor - susurró, alejándose.

Mirando hacia abajo a tu examen, en la parte de arriba del papel escrito con rotulador rojo una C-.

Joder, pensaste, sabía que esto sucedería. Junto a tu calificación, puso una nota, "Estoy muy decepcionado T/N". Ni una sola vez se había sentido decepcionado de ti, tu corazón se hundió ante la idea. Por lo general, eras una estudiante sobresaliente en lo que respecta a su clase, no es de extrañar que estuviera enojado contigo.

Has estado distraída por decir lo menos, fiestas, tareas y pasar los fines de semana con Sebastian. Era fácil dejar que la idea de estudiar pasara por tu mente. Sin duda, tus padres estarían enojados con esto, no esperaban nada más bajo que una B.

Con las finales a la vuelta de la esquina, sabías que era hora de bajar la cabeza, no podías fallarles.

- Entonces, como muchos de ustedes tuvieron problemas con esta prueba, he decidido formar un grupo de estudio - dijo mientras caminaba de un lado a otro al frente del salón - Será completamente opcional, pero espero que se unan tantos como sea posible.

Puso una tabla de papel al frente de la sala, para que cuando la gente se fuera, pudieran firmar su nombre para decir que querían unirse.

La clase se prolongó, tu mente estaba llena de estrés y preocupación. Planificando tu horario de estudio para las próximas semanas, de modo que no pudieras decepcionar a Sebastian reprobando tus exámenes finales. Se dio por terminada la clase y tu fuiste la primera en poner su nombre en la lista y luego te fuiste poco después.

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Fuiste a almorzar a una cafetería a las afueras del campus y luego regresaste para ver si podías robarle un momento a Sebastian mientras él también estaba almorzando. Sosteniendo los dos cafés en tus manos, te dirigiste a su oficina donde pensaste que probablemente estaría.

Golpeaste a la puerta.

-¿Quién es? - su grito fue amortiguado en un tono cortés.

- Soy yo - dijiste bajando la manilla de la puerta, luego cerrándola detrás de ti. Su expresión cayó instantáneamente, te preguntaste por qué estaba tan enojado contigo.

Caminando hacia su escritorio, te sentaste en el asiento frente a él. Colocando su café frente a él y luego tomando un sorbo del tuyo. Retorciendo tu cabello entre tus dedos. Rodó los ojos y se levantó, caminando hacia la estantería.

- ¿Cuál es tu problema? Sí, no lo hice tan bien como pensaba, pero he estado pasando todo mi tiempo libre contigo - te recostaste en tu asiento - no es mi problema que no me lo hayas recordado.