Capítulo 4

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La madrugada encontró a Freen haciendo los últimos preparativos para el viaje. Había tenido que recortar ya un día y medio de su itinerario debido al compromiso de la sesión con Rebecca pero, aún quedaba casi una semana libre para poder conducir hasta Phuket, pasar un par de días en la playa y a su regreso, visitar a su madre. 

Pensar en volver a casa le llenó el pecho con una sensación cálida. Desde que se había mudado a Bangkok debido a los estudios, Freen no podía volver a su hogar tan a menudo como le habría gustado, y aunque su madre la visitaba a menudo, echaba de menos la tranquilidad de aquel lugar en el campo  donde podía recorrer los caminos en bicicleta, descansar en una hamaca a la orilla del lago o simplemente probar alguno de los platillos que su madre aún cocinaba para la cafetería.

Comprobó por última vez las cosas que debía llevar. Celular, cargador, su cámara predilecta… todo lo demás se encontraba ya empacado y en su auto. Ahora solo debía recogerlo. 

Pensaba en ello cuando el interfón comenzó a timbrar.

Que diablos, ¿A esta hora?, pensó para si echando un vistazo al reloj. 

—¿Que pasa Po? —respondió con cautela.
—Eh… señorita Chankimha, disculpe la hora pero su transporte está afuera esperando por usted.
—¿Transporte?, ¿Que transporte? 
—Está estacionado afuera.

Freen corrió un poco las persianas y pudo ver una camioneta negra aparcada al pie de su edificio. 

—Gracias Po, en un momento bajo.

Suspiró. Así que después de todo Rebecca había enviado al pobre Narong para llevarla a recoger su auto. Debía recordar invitarle el desayuno al menos la próxima vez.

Tomó sus llaves de la mesa, se calzó sus tenis favoritos y salió del apartamento rumbo a la recepción.

—Buenos días Po —saludó apenas ver al portero en su estación habitual.
—Buenos días señorita Chankimha. —respondió haciendo una reverencia —Su día comienza temprano hoy.
—Si —confirmó Freen distraída mientras buscaba algo en las bolsas de su chaqueta, —saldré de la ciudad algunos días. ¿Puedo encargarte conservar mi correspondencia? 
—Por supuesto, ¿espera algo en particular?
—Si —respondió Freen con una sonrisa, —lo que espero debe venir con un sello de envío internacional. Si llegara antes que yo, ¿Podrías hacérmelo saber? —dijo tomando un bolígrafo del mostrador y escribiendo rápidamente su número celular en una tarjeta.
—Será un placer.

Freen agradeció y le brindó una sonrisa al hombre antes de avanzar hacia la salida.

—¡Tenga un buen viaje, señorita Chankimha!

Alcanzó a escuchar Freen y se volvió para hacer una pequeña reverencia en respuesta. 

Cruzó la puerta y el fresco de la madrugada le golpeó el rostro. Se ajustó el cuello de la chaqueta para cubrirse un poco y comenzó a bajar las escaleras cuando de pronto algo la hizo parar en seco.

—¿Rebecca? —Llamó Freen titubeante a la pequeña mujer que parecía estar teniendo una discusión telefónica.

La voz de Freen hizo que la actriz se volviera de golpe para mirarla.

—Te llamaré más tarde, Nam —zanjó. —Tengo que irme.

Rebecca cortó la comunicación y le brindó una sonrisa amable a la mujer que permanecía confundida frente a ella.

—Buenos días, Freen —saludó. —No me dijiste a qué hora saldrías, espero no haber llegado demasiado temprano.
—Eh no, está bien, estaba por salir de todos modos pero… —Freen la miró de arriba a abajo —No esperaba verte. Rebecca, ¿Que haces aquí?.
—Oh… —exclamó Rebecca contrariada —Lo siento, no quise ser intrusiva. Se que no me esperabas… —bajó la mirada avergonzada.

Spotlight | FreenBecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora