Pov Emanuel
Era mi primer día de clases, realimento no quería ir, no soy tan sociable pero ya que no soy bueno haciendo amigos.
Iba entrando al salón, cuando vi a un chico en su butaca leyendo un libro. Me pareció muy lindo, muy tranquilo. Pero en eso llegó un chico y le hablo al chico de la butaca.
xx: ¡¿Ey, Roberto quieres jugar básquet?!
Se llamaba Roberto, el volteo a verlo y cuando lo mire me sonroje sin poder evitarlo, Roberto se me acercó y le dije.
-Hola, me llamo Emanuel, quiero jugar con ustedes, puedo jugar?
Roberto me vio alegre y en cuanto me adentré a la cancha me paso la pelota con una mirada que me dejo un poco nervioso y cuando iba en encestar la pelota un chico se pone en frente de mi, era alto y eso me puso aún más nervioso cuando de pronto me dice.
xx: ¿qué pasó negrito, ya no pudiste?
Yo volteé a ver a Roberto que estaba haciendo una seña para que le pasara la pelota, se la pase y cuando la lanzó la encestó. A lo que Roberto se acerca a mi.
-¡Muy bien Emanuel! Exclamó Roberto.
El juego siguió por un tiempo y después ganamos, Emanuel y Roberto sudaban como puercos, pero aun así se abrazaban puesto que habían ganado y habían jugado bastante bien.
-Te parece ir a la tienda por una botella de agua? Dijo Emanuel.
-Mejor te comparto de mi agua. Respondió Roberto.
Me sonroje bastante por el acto de aquel chico, no sabía porque era así, bebí de su agua, y luego el bebió, sentí como mi cara ardió. Yo estaba cabizbajo y en eso Roberto dijo.
-Estás bien?
No pude hablar pues que sonó el timbre, así que decidimos ir al salón, iba a sentarme pero escucho una voz, era Roberto, que me miró y se sentó enseguida de mi.
La maestra entró enojada y con un tono algo molesto cuando nos miró y enojada nos grito.
-¡¡Todos a sus lugares!! ¡Ese grupito se me separa! Rápido no tengo toda la mañana.
Roberto me miró con una sonrisa que me dejo perplejo. Esa sonrisa mantuvo mi cuerpo paralizado, no me movía, solo veía a Roberto, que se tropezó con una mochila y cayó al piso. No pude evitar reírme, Roberto se paró y fue a su asiento mientras se sobaba la cara, esa cara tan perfecta.
La clase siguió normal, no tenía con quien hablar, así que me tocó prestar atención y hacer los ejercicios. Luego de media hora, sonó el timbre y la maestra se fue. Me estaba preparando para levantarme e ir con Roberto pero este se me adelantó y cuando menos lo imaginé ya lo tenia de frente.
-Oye! Toca biología, en que te tocó. Roberto estaba sonriendo, me puse nervioso y solté un.
- E-en español, y a ti?
- Que mal, a mi en inglés, pero si quieres te podría ayudar a subir de nivel en inglés, no soy muy bueno pero te podría enseñar lo suficiente como para que estés en el yellow conmigo. Dijo Roberto con calidez.
Me puse bastante nervioso, pero que ofertón, no me podía negar a eso, ya que mi mamá no estaba muy contenta de que estuviera en el nivel más bajo de inglés.
Mi tiempo con Roberto aumentaba y al pasar el tiempo me terminé haciendo más cercano y conociendo a sus amigos, los cuales no me importaban excepto aquel, pero solo tenía ojos para mi amado Roberto.