En cuanto cruzo la puerta de nuestra habitación Kendall me invade de preguntas y reclamos.
-¡Grey dime en mi puta cara cuánto llevas engañandome!
Buah a este punto no se ni como reaccionar, ya se que llegar a casa con perfume de otra en mi ropa no se verá bien pero no es como ello lo piensa, de la unica manera que ella me crea es diciendole la verdad, suspiro y avanzo hacia ella.
-Bien, te voy a decir la verdad.
-Joder, lo sabía—Kendall empieza a llorar
-Ven, siéntate y cálmate. Necesito que me escuches Ken.
Su mirada atraviesa mi alma, me ve con tanta decepción que siento dolor, me verá peor cuando sepa la verdad? Sacudo la cabeza y me centro lo que tengo que decir en este momento.
-No te estoy engañando Kendall, no de esa manera, Yo estoy teniendo terapia con una psiquiatra. Mis salidas no son para verme con una amante, voy con ella para mejorar como persona y dejar mis traumas a un lado y dar lo mejor para nuestro bebé y para ti.
-¿Qué? Si esto es alguna mierda para safarte de que eres una infiel, no te lo perdonaré.
-Kendall Jenner, Mirame a lo ojos—Ella parecía no creerme en lo absoluto—Puedes confirmar la información con mis padres o llamando ala doctora, comprenderé si te enojas por ocultarte cosas pero era lo mejor.
-¿Lo mejor?—kendall ríe con cinismo— ¿Para quién? Para ti nada más, quiero que agarres tus cosas y te vayas, no quiero verte.
-¡Déjame hablar por lo menos maldita sea!—ella se sorprende al escucharme, nunca le he alzado la voz pero mi cuerpo estaba perdiendo la paciencia.— Te dije la clase de familia que tenía, estaba claro que no podía vivir como una niña normal después de todo, pero que querías que hiciera Ken, contarte todo desde que nos conocimos? Me abrí contigo antes de casarnos, estaba claro que tenía que ir a terapia por el bien mío y de todos, como podría ser una buena esposa o una buena madre teniendo tanta mierda en la cabeza? Solo espero que me perdones por no incluirte en esa etapa de mi vida y mentirte, no quería que pensarás que te engaño, siempre serás lo mas importante para mí.
-Bien, si ya terminaste te puedes ir como ya dije antes no te quiero ver—Su rostro no tiene expresión alguna y su boca escupe las palabras fríamente—Odio ver tu cara de mentirosa.
Mi cuerpo parece no reaccionar, me quedo en blanco por unos segundos, no puedo irme, no puede alejarme de mi bebé.
-Te daré tu espacio pero ni creas que me iré de la casa.
Me levanto de la cama y salgo de nuestra habitación, marco rápidamente al teléfono de mi madre.
-Bueno?
-Hola sky
-Hija, como estás?
-Bien madre, puedes hacerme un favor?
-Si dime
-Kendall sabe que voy al psiquiatra y no quiere verme por qué le mentí, puedes venir hablar con ella? Ah, y por favor no saques el tema que ya sabemos.
-Esta bien hija, termino unas cosas y voy para allá.
Me despido de ella y voy camino ala sala, me siento en el sofá y tiro mi cabeza hacía atrás y cuento varias veces hasta 3 para mantenerme tranquila. No sé cuánto tiempo estuve de esa manera me sumergí en mis pensamientos hasta que escucho el timbre, me levanto sin muchos ánimos y abro la puerta, me encuentro a mi madre bien vestida y sonriente pero en cuanto me ve su rostro se convierte en pura preocupación.
-Hija estas bien? Te ves fatal—se acerca y toma mi cara en sus manos—Dios, estás caliente hija.
Sin poder responderle nada dejo que me arrastre con ella ala cocina, se acerca a nuestro botiquín y me da unas pastillas, las tomo sin decir nada.
-Ve a dormir un rato, iré hablar con tu esposa.
Sale dando pasos fuertes, ahora parece enojada. Hago caso a lo que mi madre me dijo y me acuesto en el sofá cuando quiero encender la televisión escucho gritos, me levanto rápidamente y me quedo al lado de la puerta si los gritos no paran tendré que intervenir.
-¿¡De verdad te haces llamar la esposa de mi hija!? La tienes en la sala con fiebre y parece no importarte.
-Bueno, está grande que se cuide sola, o es que no puede? Por qué yo su niñera no soy.
Cierro los ojos al escuchar a Ken.
-Que equivocada estaba contigo Kendall, me llevare a mi hija y espero y no la vuelvas a buscar.
-¡Llévatela! No quiero seguir viviendo con una loca.
A este punto aprieto fuertemente mis puños y lucho por no entrar.
-¡Te prohíbo que hables así de mi hija! No sabes una mierda de todo lo que ha tenido que pasar, no tuvo la vida privilegiada que tuviste tú, maldita niña mimada.
-Si esto es todo lo que tienes que decirme te puedes ir—La voz de Kendall suena tan fría — Ah, y espero que te lleves todo lo que tu hija tiene aquí.
-Esta bien, te dejare esto para que lo leas yo cumplí con dártelo. te vas arrepentir de todo esto Kendall Jenner,Adiós.
Corro rápido hacia el sofá y pretendo dormir, tengo mi corazón hecho añicos, me siento tan débil, nunca creí que Ken pudiera hablar así de mi, pero vaya cínica que estaba siendo claramente me tratara peor cuando sepa todo.
-Hija levántate que nos vamos.
Hago caso y salgo destrozada de la casa, no me atrevo a decirle ni una sola palabra de camino a casa de mis padres con que cara voy a decirle algo? Si todo lo que dijo Ken es verdad.
-Mama para el coche
-¿Qué?
-Que pares el puto coche—escupo las palabras ya con rabia, no debería estar aquí fingiendo ser normal—Llevame al hospital psiquiátrico, quiero quedarme ahí.
-¿Acaso te volviste loca?
-¡Ya lo soy maldita sea! ¡Deja de fingir que no sabes nada! ¡Deja de fingir que no me tienes miedo!—las lágrimas caen por su rostro sin control— Solo déjame y no digas nada.
Cierro los ojos lo que resta del camino, no quiero lastimar a mi madre pero ya es hora de dejar de fingir, tanta puta falsedad tendrá que acabar.
-Llegamos —la escucho susurrar.
Salgo del auto y empiezo a caminar sin mirar atrás, pero siento una mano tocando mi hombro que me tira para abrazarme.
-Perdoname hija por no poder ayudarte—toma mi rostro y me hace verla a los ojos— y nunca te tendré miedo, serás mi hija toda la vida y te amo mi niña.
La abrazo fuertemente.
-Perdoname tu a mi por aparecer en tu vida y causarte tanto daño—Sonrío de lado y la dejo atrás.
Abro las puertas de la que de ahora en adelante será mi hogar.
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The Flame Of Love (Kendall Jenner Y Tú)
De Todo"Es al separarse cuando se siente y se comprende la fuerza con que se ama."