Dama de Altamar...

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Dama de altamar,

Yo que vi tu cabello imperito y salvaje

Ondear al ras del viento;

Vi tu pálida piel iluminada por

Aquella luna de medianoche,

Tu exquisito cuerpo, pareciendo perderse

En la bruma de tu llegada,

Mientras bajabas por aquella embarcación,

Que mi vida marcó.

Oh, dama de altamar,

Déjame seguirte

Abandonarlo todo

Por tenerte a ti

Como dulce ambrosía me mi vida.

No me dejes en un mundo sin tu presencia,

No me dejes sin tu esencia.

Dama de altamar,

Tú, que te fuiste y me dejaste

Permíteme al menos

Este poema en tu honor

Y que en mis sueños tu silueta

Sea como faro de marinero;

Que perdido como niño en oscuridad,

Tu sonrisa ilumine mi caminar.

No dejes que la realidad

Se cierne sobre mí,

Como cada mañana al despertar

Y darme cuenta que te perdí.

Dama de altamar,

Estos versos son para ti,

Una dulce agonía de escribir,

Mas el recuerdo todavía he de sentir.

Ahora voy a ir,

A tu amor conseguir;

Por el mundo navegar,

A vagar en soledad,

Como desde aquel el primer momento,

En que vi tú cabello moreno

Alejarse por el camino

Opuesto al mío.

Oh, dama de altamar,

No dudes que mi amor te voy a dar,

Y si algo me pasa,

Y no logro volver a verte venir,

Que estas letras sean testigos,

De mi amor por ti.

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