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—Dios mío, Maradona. Guíame al camino de la putería de nuevo.

Mamá, papá. — llamó Camila a sus padres, quienes esperaban pacientemente a su yerno. —Leandro ya viene. Asique tienen que ser buenos. En especial vos, papá; él es todo lo que quisiste para mí, y también su plata. — susurró cerca de la anciana pareja, quienes rieron en conjunto.

—Voy a ser el mejor del mundo, ni tu mamá me va a reconocer.

—Shh, allá viene.

Entonces, el trío formó una amplia sonrisa; en especial la omega, quién planeaba acercarse hacia el alfa en cuánto lo vio llegar. Pero tanto sus pasos, cómo la sonrisa, se desvanecieron al verlo junto a toda la familia.

—No vino solo. — susurró entre dientes, pero intentó disimular su desagrado en cuanto se colocó a un lado del hombre. —Hola, mi amor. — saludó a su prometido con un pequeño beso en sus labios. —Hola a los dos también, y...Hola, Rodrigo. — el último nombrado le dedicó una corta sonrisa mientras se colocaba al lado de Lautaro. —¿Qué hacen los monos en un hotel como este?

—Pasa que todas las bananas que dejaste tiradas me llevaron hasta acá.

—Vamo', motorcito. — festejó Martinez chocando sus puños, pero claramente, con un golpe de Maximiliano, recordó dónde estaba. —No, perdón. ¿Asique ellos son tus viejos?

—Al fin se conocen. — Galante ignoró olímpicamente a los contrarios, y se dedicó a presentar a su pareja con los mayores. —Él es mi prometido y el amor de mi vida; Leandro Paredes.

Los adultos los saludaron con una sonrisa al momento de presentarse, siendo recíproca por parte del bostero, quién también buscaba integrar a sus propios familiares.

Esto va a estar muy bueno, pensó el joven de ojos cielo.

—Nunca te vi tan sediento, amigo.

—¿Me crees si te digo que esta es mi primera vez tomando vodka?— le respondió el omega al sostenerse de su descendencia por el ligero tambaleo que tuvo.

—Igual te encantó, siempre te gustaron las cosas fuertes. — insinuó el tucumano ocultando una risa por el estado de su jefe.

—Ah, ni me hagas acordar. — bromeó Paulo colocándose las gafas de Sol, teniendo el impulso de caminar hacia la recepción. —¡Dale que empieza la función!

JUEGO DE GEMELOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora