•| Day 2

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«Eye Contact»

.....

Su primera impresión de él había sido que era un chico salvaje y peligroso. Es decir, ¡la había mirado de una manera muy fea! Además de que tocó sus pechos como si no hubiera sido nada y los masajeó a su antojo.

De solo recordarlo se moría de la vergüenza.

Lo miró a los ojos, y aunque en principio no le dio una buena impresión, en su mirada podía ver mucha amabilidad. Pero claro, por mucho que su mirada fuera amable, si un chico salta sobre ti preguntando si eras una mujer humana y te toca los pechos, el detalle de la mirada pasaba a último plano y lo único que harías sería salir corriendo, tal como hizo Rebecca.

Y debía admitirlo, se arrepentía de pensar mal de su mejor amigo. Para ella, Shiki era un ser de luz.

—Rebecca, ¡vamos a jugar videojuegos! —Llamó el pelinegro.

—¡Te voy a dar una paliza! —Respondió la rubia con una sonrisa.

—Ya lo comprobaremos.

Y para que negarlo, actualmente su mirada la hacía sentir completamente atraída. No podía estar más enamorada del muchacho del tez bronceada. Aunque no diría nada por el momento, sus sentimientos por él serían un secreto por un largo tiempo.

.....

Shiki nunca tenía prejuicios de las personas. No había querido tenerlos de Rebecca cuando la conoció.

Pero lo cierto es que pensó que era una chica algo antipática y violenta.

El día que la conoció le había golpeado demasiadas veces. Aunque pensándolo bien, podía entender porque le pegó cuando tocó sus pechos. Aún le avergonzaba haber actuado de esa manera, pero era la primera vez que veía a un humano y más una mujer.

Él quería tener amigos, más de lo que eran tener a Michael y los demás androides. Por eso siguió insistiendo en ser amigo de Rebecca.

Y lo consiguió, después de que él se calmó pudieron hablar tranquilamente y entablar una conversación como dos personas civilizadas, sin tocar partes que no debían ser tocadas y sin usar la violencia.

Pero cuando la miró a los ojos supo que ella era una buena persona, con un corazón completamente puro.

Y no se equivocó, Rebecca tenía el corazón mas puro que había visto.

Si bien todos sus amigos eran buenas personas, Rebecca tenía en verdad un corazón puro.

Y no lo decía porque no pudieses apartar su mirada de ella, no tenía nada que ver.

Shiki no sabía cómo expresarle a ella sus sentimientos, pero intentaría hacerlo mediante el contacto visual.

Justo como ahora.

—¿Por qué me miras? La pantalla está adelante —Dijo la oji-azul levemente ruborizada.

Pero ella no se daba cuenta, así que sería difícil.

«Son cosas mías, ¿verdad? La forma en que me miró...»

Sempiterno | Shicca Week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora