Capítulo 5

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Rebecca se estiró en la silla tratando de desperezarse. Después del paseo en bote por Sam Roi Yot, que dicho sea de paso, había sido más impresionante de lo que esperaba, Freen la había llevado a comer a un pequeño lugar que despedía toda clase de olores que incitaban sus glándulas salivales. El sabor de la comida y la abundancia de los platos, había concluido con las dos mujeres satisfechas y felices, pero somnolientas por los efectos propios de la digestión. La actríz se levantó sintiéndose pesada. No recordaba la última vez que había comido tanto y con tanto ánimo, pero estaba segura que le costaría varias horas extras en el gimnasio para poder compensarlo. 

—Estoy a punto de rodar ahora —se quejó Rebecca llevándose las manos al estómago.

—También yo —asintió Freen en acuerdo, —pero la comida estaba deliciosa.

Emparejó su silla y, tras dar las gracias, se apresuró a seguir a Rebecca hacia la salida. Afuera, el sol ardiente la hizo cubrirse los ojos para protegerse.

—Creo que deberíamos continuar ahora sí queremos llegar hoy a Phuket —le dijo a la actriz, adelantándose para abrirle la puerta del copiloto.

—¿Cuánto falta para llegar? —preguntó Rebecca antes de subir al auto.

—Mmmm, alrededor de 9 horas —respondió la fotógrafa despreocupada.

—¡¿Qué?! —gritó Rebecca, lo suficientemente alto para que algunos de los comensales echaran una ojeada curiosa en dirección a ellas. —Freen, no has dormido. No puedes conducir nueve horas más.

—Claro que puedo —contradijo ella, —te dije que soy resistente.

Rebecca tomó la puerta que Freen sostenía e hizo amago de cerrarla.

—Ni creas que subiré a ese auto con alguien que se niega a dormir.

Freen hizo rodar los ojos.

—No me niego a dormir, dormiré cuando hayamos llegado —se defendió la fotógrafa. —Además… —cruzó los brazos en una fingida actitud retadora —no tienes muchas opciones. Te recuerdo que no sabes conducir.

Rebecca le sacó la lengua en respuesta y entró al auto con disgusto. Freen cerró la puerta y rodeó el vehículo para tomar su lugar frente al volante. Sabía que había ganado esa batalla.

—Debería fotografiarte ahora —le dijo mientras encendía el auto —luces adorable cuando te enojas.

El corazón de Rebecca perdió un latido y pudo ver cómo Freen se ruborizaba desde el cuello hasta las orejas. ¿Acaso estaba coqueteando con ella?. No, por supuesto que no, se reprendió por pensar de esa forma. Freen estaba siendo amable, igual que lo había sido desde el momento en que la conoció. Se habían entendido bien, no había duda. Pero de eso a otra cosa, simplemente no era posible.

—Si te hace sentir más tranquila, podemos detenernos en algún lugar en cuanto anochezca —interrumpió sus pensamientos—o si prefieres, Hua Hin está muy cerca de aquí. También podemos descansar ahí.

Rebecca se volvió hacia ella y deshaciéndose de lo anterior, sopesó rápidamente sus opciones. Hua Hin era una ciudad turística, muy concurrida. Si bien, habría más infraestructura, también quedaba latente la posibilidad de ser reconocida y terminar arruinando la tranquilidad de la que la fotógrafa y ella habían disfrutado durante el día. Por otro lado, todavía faltaban algunas horas hasta el anochecer y Freen no había dormido. No importaba que ella blofeara con poder resistirlo, la actriz se encargaría de que tuviera al menos algunas horas de sueño esa noche.

—De acuerdo —comenzó a responder —avancemos hasta que anochezca y nos detenemos entonces.

Freen asintió en acuerdo y las condujo de nuevo hacia la pista. El día iba marchando bien, pensó. La compañía de la actriz a su lado había mantenido el camino divertido y a ella expectante. ¿Quién iba a decirlo?, Sarocha Chankimha haciendo un viaje en carretera con una de las celebridades más reconocidas de Tailandia. Contuvo la risa ante la idea.

Spotlight | FreenBecky Donde viven las historias. Descúbrelo ahora