Spider-Girl contra Los Seis Salvajes

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No paro en ningún sitio. No llamo a ninguna persona, no haga nada excepto salir del Bugle como un rayo, quitarme mi ropa de civil en el callejón más cercano y dejando ver mi traje de Spider-Girl e inmediatamente dar un salto más alto que ningún otro.

Sé que debería pasar por casa. Al menos una parte de mi conciencia dice que debería. Pero eso sería perder un tiempo que no tengo.

No creo que a esos seis idiotas les guste que les haga esperar, y estando las vidas de Courtney y Jack en peligro no pienso arriesgarme tampoco.

Sin embargo, lo de que el nieto de Jameson y Courtney han sido secuestrados ya debe saberse en toda la ciudad. Jameson no habrá tardado en ponerlo por todas partes, bien para atraer mi atención o bien para que la policía o todo aquel que pueda le ayude.

Fue un golpe de suerte que estuviera allí cuando le fueron a dar el recado para mí. Me ahorró mucho tiempo.

Les juro a cada uno de esos seis idiotas que se van a arrepentir del momento en que pensaron que sería buena idea secuestrar a mis amigos para atraer mi atención.

Mi mente se relaja de todos esos pensamientos cuando mi móvil empieza a sonar como loco.

Me suelto de una red, dejándome caer en el aire para coger el teléfono y cuando lo tengo en la mano lanzo otra para seguir balanceándome.

Genial, es mi padre. Si no se lo cojo va a ser peor así que... Pero no habrá nada que pueda hacer para disuadirme.

-No es un buen momento ahora, papá.

-May, ni se te ocurra. -Es lo primero que me dice.

-¡No sabes ni qué estoy haciendo! -Le replico. Aunque sé que se lo imagina y está acertando de lleno. En cuanto se enteró se lo habrá imaginando. Soy un libro abierto que se pega a las paredes y lanza redes.

-¡Sé que vas a enfrentarte a esos seis para salvar a Courtney y al nieto de Jameson! ¡No puedes hacerlo tú sola! ¡Necesitas ayuda, May! ¡Ir sola es un suicidio!

-¡Ellos me retaron a mí y solo a mí! No creo que les hiciera mucha gracia que me presentara con más gente. Y no voy a arriesgarme a que Court y Jack salgan heridos por ello. -Le intento explicar a mi padre. Y sé que sabe que llevo razón. Porque sé que él haría lo mismo si fuera yo. Habiendo vidas inocentes en juego más allá de la suya no se la jugaría así. Le oigo respirar al otro lado de la línea, sabe que tengo razón. Piensa como yo. Pero aún así su parte de padre sobreprotector sale a la luz (¿Y cómo no? Si lo pienso en frío, sí que veo que estoy haciendo una estupidez... Pero realmente no tengo más opción).

-May... -Me dice, pero realmente no sabe cómo continuar, ni que palabras usar. -Ten cuidado. Y, por favor, no lo subestimes. Subestimar a tu enemigo es lo peor que puedes hacer.

-Está bien, papá. Estaré bien, te lo prometo. -Y así es como cuelgo. Presiento que si hablo más con él solo voy a dudar. Y tengo las ideas muy claras como para empezar a dudar.

Además, no he oído hablar de ninguno de esos seis idiotas en mi vida, no pueden ser peores que a lo que me enfrento cada día. Ni siquiera serán la mitad de lo que fueron Los Seis Siniestros para mi padre.

Tan perdida estoy en mis pensamientos que a penas me entero de que estoy a metros del edificio.

Me dejo caer hasta pegarme en la pared y colarme por una de las ventanas rotas.

Realmente este sitio está abandonado, pero abandonado real. Hay paredes caídas. Será mejor que empiece a buscar a Courtney y Jack. Quiero encontrarlos cuantos antes. Tal vez pueda encontrarlos antes de que...

The Amazing Spider-GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora