Ordinary Girl

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¿Cuál es la solución que hay al pequeño problema de que tu hija adolescente pierda sus poderes arácnidos durante una pelea contra seis villanos?

Según mis padres, la solución ideal es ir a mi médico de cabecera. O lo que es lo mismo: La persona más ordinaria que existe.

-De acuerdo, May. Inspira... -Me dice poniéndome el caledoscopio en el pecho, lo que yo hago. -Y expira... -Y expiro lentamente. -Muy bien, ahora abre la boca -Hago lo que me dice y el pone uno de esos palos de helado en mi lengua y apunta con la linterna al interior de mi boca. Odio con todo mi ser el tacto de ese palo. - y di "Ahhhh"

Esto es como si volviera a tener ocho años, tío...

¡Voltio Asesino me ha freido al golpearlo con no sé cuántos amperios, no tengo un resfriado común!

Con resignación, hago lo que me dice y él mira dentro de mi boca. Aunque no sé qué espera encontrar a parte de nada.

-Muy bien, May. Ya puedes cerrarla. -Me dice y tira el palo con mi saliva a la basura.

-¿Y bien? -Pregunta mi padre con impaciencia en la voz.

-No sé qué decirte, Peter. Tu hija está perfectamente. A parte de algún moratón del baloncesto no tiene nada. -Ya... Del baloncesto... Y de los Seis Salvajes también, Doc. -Es más, está por encima de la media de la gente de su edad en cuanto a forma física se refiere.

Paso mi mirada del doctor a mis padres. A ninguno se le ve muy conforme con la respuesta.

-Está bien, muchas gracias. -Le agradece mi madre. -Vamos May. -Me dice a mí acercándose a la camilla mientras yo bajo, y los tres salimos de la consulta.

No damos ni cinco pasos tras salir cuando mi padre dice:

-Sabia que teníamos que haberla llevado con Reed Richards de primeras.

-¿Con Gran Cerebro? -Pregunto. -¡Ugh, no! ¡Me da repelús! -Sé que es el padre de Franklin Richards (y qué él fue quien me ayudó tras hacer que Vatio Asesino me friera a propósito)... ¡Pero no lo puedo evitar! ¡Me da mucha grima!

-May, un poco de respeto. -Me dice mi madre enfadada. -Ese hombre no es sólo una de las más grandes mentes de este planeta, sino también uno de los héroes más reconocidos. No su culpa que esté así.

-Ya lo sé, pero no puedo evitarlo... -Intento justificarme. La justificación más mala de la historia.

-Iré a hablar con él esta tarde. A ver qué puede hacer. Ahora será mejor que te llevemos a clase, justificaremos tu falta de asistencia a la primera hora.

Sé que suena un poco absurdo, considerando el gran empeño que puso para no dejarme ser Spider-Girl de primeras y la gran bronca que tuvimos cuando al final se enteró de que lo había estado haciendo a espaldas de él y mamá, pero casi siento que mi padre está incluso más preocupado que yo por la desaparición de mis poderes.

Cuándo regresé a casa hace dos días, tras darme cuenta de que los había perdido, la primera cosa que hicieron mis padres fue acribillarme a preguntas sobre cómo estaba. Luego notaron que no estaba prestando atención a nada de lo que estaban diciendo, y que estaba más blanca de la leche.

Entonces les dije lo que había pasado: "He perdido mis poderes" repetí tal y como lo dije cuando me di cuenta. Aún no lo asimilaba. En cierto modo, sigo sin asimilarlo...

Me había acostumbrado tanto a ser Spider-Girl que...

En mi madre, tras recuperarse de la sorpresa, vi alivio. Alivio que intentó ocultar, cosa que hizo fatal. Sin poderes, ¿que motivo iba a tener para meterme en problemas? Ya no tenía ese aliciente que me obligaba a actuar.

The Amazing Spider-GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora