Bajo mi piel [Bellamione]

Capitulo 29: Secretos y Verguenza

Mataron 2/?

Durante las siguientes cinco noches, Hermione continuó vigilando a Bellatrix, tanto McGonagall como Pomfrey insistiendo en que recuperara su sueño durante el día. Se sentía como un vampiro, haciendo su camino a su habitación bajo el manto de la invisibilidad, escondida en las sombras y escondida en la oscuridad de su habitación hasta que el sol cayó por debajo del horizonte.

Bellatrix se estaba curando bien, y su noche juntos parecía más fácil a pesar de la reticencia de la mujer mayor a hablar; la voz de Hermione haciéndolo por ambos mientras le leía o la regalaba historias escolares e instantáneas de su tiempo con sus padres, que aunque era triste volver a contar, la ayudó a revivirlos y recordar el amor que habían compartido.

Pomfrey estaba satisfecha con lo bien que Bellatrix se las estaba arreglando para moverse y Hermione no había tenido que hacer mucho para apoyar a la bruja oscura cuando quería aventurarse en el salón o desaparecer en el baño.

Minerva había insistido en tres comidas cuadradas al día y, aunque Bellatrix aparentemente había empujado la comida alrededor de su plato como un niño petulante, de hecho había comido la mayor parte de lo que se había puesto delante de ella. Hermione se había alegrado de que hubiera sido una batalla con la que no había tenido que lidiar, pero no había podido evitar la sonrisa en su cara cuando la directora se lo había dicho.

El viernes por la noche, después de una cena temprana, Hermione se había reunido con Ginny para una breve actualización sobre la semana y las notas de la lección que se había perdido, tratando de asegurar a su amiga que todo estaba bien, agradecida de que no hubiera presionado para obtener información que se hubiera negado a dar. También había tenido tiempo de reunirse en la oficina de McGonagall, donde había estado encantada de ver la poción para revertir la maldición, burbujeando felizmente en la esquina.

Todo parecía estar saliendo bien, eso fue hasta que entró en las cámaras de Bellatrix un poco antes de las siete, sin encontrar ninguna señal de ella.

Hermione sintió la picadura de la ansiedad en el interior, crepitando como un fuego recién encendido mientras revisaba diligentemente por todas partes, solo encontrando los rastros obvios de dónde había estado la bruja oscura; su cama sin hacer, las cubiertas abiertas, el suelo del baño ligeramente húmedo con una toalla esparcida sobre la puerta de la ducha. Pero fue el vaso vacío en la mesa de salón y la botella al lado lo que la hizo entender y de repente el miedo y la ira también le picaba el pecho.

Con una grieta que se ató a Black Manor, su varita en la mano iluminando el camino mientras caminaba hacia la biblioteca encontrándolo acecho y estéril, sus paredes con sus líneas de libros frías y poco a la vista de alguna manera mientras tiraba de la puerta cerrada detrás de ella, mientras viajaba de regreso a la gran escalera y comenzaba el ascenso

Podía ver la luz sangrando debajo de la puerta del dormitorio de Bellatrix y no intentó llamar cuando entró en la habitación y la cerró, dibujando una mirada nebulosa sobre ella.

"Has venido". Bellatrix declaró con un suave resoplido mientras su cabeza volvía a caer contra la pared detrás de su cama.

"¿De verdad pensaste que no lo haría?" Hermione respondió con frialdad, caminando hacia la cama y sacando la bebida de Fire Whiskey de la mesita de noche y terminándola ella misma. Recogió la botella, la lanzó un hechizo para convertirla en agua y volvió a llenar el vaso con el líquido transparente.

La mandíbula de Bellatrix se apretó. "No soy un niño".

"Entonces deja de hacer que te trate como a uno". Hermione escupió de vuelta, mirando fijamente a la bruja oscura que parpadeó sorprendida. "Podrías haber muerto desangrentada y ahora aquí estás tratando de envenenarte la primera oportunidad que tengas".