Me seguiste toda mi vida
con tu mano en la mía,
fuiste mis palabras más acertadas
en aquellas tiempos
donde el llanto me callaba;
fuiste y serás infinita,
bella extravagancia
para mí y para quien sea entre tanta frivolidad.Pero sigo decidiendo
como si de verdad no supiera a quién quiero.
Pretendo que no estás tan viva en mí
como las flores de primavera,
como el viento tan fuerte del invierno,
como un fuego que arrasa con todo a su paso.Y yo me iré con aquella otra,
quedando todo mi amor por vos intacto,
así te perdiera a costa de mis fantasmas
y dejarías un vacío en mí que
ya no seré yo,
ni ninguna otra mejor versión de mí jamás.Apenas te conozco pero sé lo maravillosa que sos,
mis ojos brillan y mi ser te aclama
con pasión
cada vez que pienso en vos.Te amo, te amo y te amo
con fervor casi tierno,
pero sos mi sueño más imposible,
una ilusión de siglos pasados.
Algo que pocos aprecian ahora.
y sé que yo también debería ser así,
porque uno se acopla a la vida y jamás al revés.No puedo ni podré soltarte nunca,
a veces el amor no es suficiente para proteger
a las amadas de las lluvias
y las incertidumbres,
ni para hacerle frente a la tormenta,
mucho menos a la vida misma.
Y por eso te dejo ir deseando
muy profundamente,
que hubieses sido vos. Una y mil veces.
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Veintidós; veintitrés.
Poesía*Nota de autor: Para resumir, "Veintidós; veintitrés." comenzó como un desahogo en notas, nada más trascendental. Fui muy reacia a publicar mis escritos porque significa exponer algo tan privado como lo son la perspectiva del dolor, del amor, de cre...