..Dulces sueños..

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-"Hijo del corazón, deja ya de llorar junto a ti, yo voy a estar y nunca más, te han de hacer mal"-

Lo arrullaba entre sus brazos acariciando dulcemente sus finos caballos castaños.

-"Tus ojitos de luz el llanto no ha de nublar, ven aquí mi dulce amor nadie nos ha de separar" -

Secaba las gruesas lágrimas de su pequeño mientras tarareaba suaves sonidos que iban acorde a la melodía de la canción.

Se había cansado de estar parada, así que, fue a sentarse en la gran mesadora que su esposa le había comprado.
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El sonido de la madera rechinando al igual que el suave sonido de la lluvia compañaban su dulce tarareó.

-"Unmmmh"-............

Él ambiente era cálido y reconfortante, de repente unas pequeñas risas y unos "Shhhh", se escucharon afuera en un fallido intentó de hacer silencio. Suaves toques la puerta le hicieron sonreír de seguro eran sus cachorros, sus tan lindos y adorados cachorros.

Con un "pase" los pequeños niños entraron con una gran sonrisa, que le pareció tan tierna y linda de recordar.

Roier les hizo una seña para que vayan hacia ella, los pequeños se miraron entre sí y asintieron, para luego ir corriendo donde su mami los esperaba.

Roier se acomodó en la mesadora para dejar que sus cachorros se subieran y se acomodaran.

Su pequeño Bobby se acomodó a su lado,para luego abrir sus pequeñas piernas y dejar que su hermanito Ramón se sentara en ese espacio, éste aprovechó que era pequeño, y se acosto sobre el pecho de hermano y este a su vez se acurruco en el pecho de su mami.

Su pequeña Tina se sentó al otro lado, pero ella acomodó su cabecita en su barriga, para no obstaculizar el espacio de su hermanito Peter.

Una vez que todos ya se acomodaron siguió con su dulce canto.

-"Hijo mío mi amor no me importa el sufrir, cómo un sol tú me das luz y das calor a mi vivir" -

Finalizó viendo como sus pequeños la miraban atentos y felices aunque después sus miradas se dijeron a la puerta ya que esta fue abierta dejando ver a una mujer alta que cargaba otro niño.

Era su esposa que venía con su cachorro mayor, Missa.

Tanto ella como sus chorros se emocionaron al sentir como la habitación se inundaba del aroma de chocolate y menta que la Alfa desprendía.

Su alfa se acercó hacía ellos, para darle unos besitos en sus cabecitas y a ella uno sus labios.

Posteriormente de eso vió como su cónyuge se sentaba en el suelo, para luego acomodar a Missa sobre sus piernas, todo eso mientras la miraba con amor y cansancio.

Eso la incentivo a cantar otra canción, sabía qué tanto su esposa como sus hijos les encantaba y relajaba, así que, prosiguió a cantar de nuevo.

Y antes de finalizar les contó un pequeño cuento, con la intención que se durmieran más rápido, peeeroo no fue haci.

"Había una vez una osita muy pero muy gruñona, que no quería saber nada sobre el amor o algo parecido, así que, sus madres tan fastidiadas de eso, deciden hacerle una trampa y llevarla", aaaa, aaaaaa, amm éste, hay perenme- miro con ayuda a su esposa, que la miraba con una sonrisa burlesca.

-A una linda fiesta de disfraces- continuo su alfa.

-Sí, eso , a una muy linda fiesta de disfraces, ahí conoció a una omega tan pero taaaaan linda, tanto que se enamoró de ella a primera vista y lo mejor fue que ella no fue la única, ya qué la hermosa omega de la cuál se enamoró, también estába enamorada de ella".

DULCE NOCHE ( spiderbear)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora