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ZAISHA SNOW sabía que había miles de de posibilidades de que su nombre saliera en la urna, mantenia la esperanza de que no saliera, revasaba más de 18 años la edad limite de los tributos, pero cuando escucho su nombre entre el de las 12 tributos de los últimos juegos del hambre su esperanza se desvaneció he inevitablemente de su garganta emergió un grito desgarrador que hizo que Effie y Tigris derramaran algunas lágrimas.
—¡No es justo, tengo 23! —grito desgarrando su garganta mientras era arrastrada a el escenario, haciendo caso omiso a el sonido de su reloj, un inminente desmayo se avecinaba, probablemente por las fuertes emociones de enojo y miedo, aún siendo sostenida por los nuevos agentes de la paz Zaisha se desmayo en sus brazos, pensando que después de lo dicho los distritos la odiarian más, ella no era la indicada para decir que era justo y que no, después de que su abuelo mandará a cientos de jóvenes a las arenas para pelear y que sólo uno sibreviviera.
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—No puedes hacer esto Katniss —Effie estaba preocupada por la Snow, ella sabía que no tenía tantas probabilidades de ganar, no si se desmayaba cada cierto tiempo continuó —ella esta enferma, morirá en cuanto toque la arena.
—A su abuelo no le importó nada de eso —la vencedora de los septuagesimos cuartos juego hablo —¿Por qué? eso debería importarme a mi —La chica salió de la sala donde se encontraban los vencedores.
—Disautonomía —grito haciendo a todos verla y que Katnnis volteara a hacer lo mismo que el resto —la falla del sistema nervioso central autónomo, más que una enfermedad es una disregulación, un síntoma es la lipotimia o fatiga lo que produce una pérdida de la conciencia, ese desmayo que vieron no es normal, sintio emociones fuertes al ser sorteda lo que hizo que su corazón se acelera y perdiera el conocimiento.
—Estás diciendo que en cualquier momento se puede desmayar en la arena? —Finnick Odair pregunto.
—Si.
—Nunca había escuchado es enfermedad Effie —Haymich se paró para estar más cercas de la capitoliana.
—Es la única con la enfermedad, es antigua, aunque antes no era muy común, ahora lo es menos.
—Dices que puede desmayarse en cualquier momento —Effie asintió —será presa fácil, la mataran cuando este inconsciente —el ex sex symbol del Capitolio sintió una gran curiosidad por la Snow.
—¡Effie! —se escucho un grito por todo el pasillo, Tigris Snow corría hacia la otra capitoliana, al estar más cerca de ellos pudieron ver las lágrimas deslizándose por sus mejillas ya coloradas por el llanto, para muchos era una lamentablemente verla así, Tigris era considerada una persona hermosa tanto por fuera como por dentro, auque la mujer se hizo algunas cirugías para parecer un tigre, las revirtio algunos meses después de la llegada de Zaisha, de hecho parecía una joven de veinti algo años aunque tenía aún más —van a mandar a mi niña a la arena —Tigris enganchó sus brazos a Effi y la abrazo dejando que las lágrimas de ambas se derramaran, sin importarles la presencia de los demás, aún teniendo a pocos centímetros de distancia a Finnick y Haymitch.
—Vamos Tigris —Effie se separo de ella —Zaisha es fuerte.
—Lo es, lo es —la rubia volteo a ver a Finnick —por favor se su mentor —el rubio se sorprendió ante la petición de la Snow —se que Coyro te hizo mucho daño, pero ella es diferente, para ella la guerra comenzó antes, era un poco mejor estar lejos de el que vivir bajo el mismo y techo.
—No lo se Tigirs —el del distrito 4 dudaba aceptar la petición, que tendría de diferente a su abuelo, después de todo ella tenía su sangre, aunque sus padres si los habían ayudado durante la rebelión, pero ellos habían huido de Snow, en cambio Zaisha vivió siendo la adoración de el —creo que no lo hare —la rubia volvió a estallar en lágrimas y en ese momento Finnick supo que tenía que ayudar a la castaña —Tigris, ya no llores, yo seré su mentor, pero no sólo me concentrare en ella, tendré otro tributo al que aconsejar.
—Gracias, Gracias, gracias Finnick —la rubia abrazo al ganador, el no podía negarse a eso, Tigris había sido su estilista y le había tomado aprecio.
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ZAISHA ESTABA en el edificio de la paz, era momento de desperdirce de la gente que
amaba, pero curiosamente la gente que ella quería ya estaban en el tren que la llevaría a los últimos juegos del hambre.Y los únicos parientes de sangre que tenía aparte de Tigris eran sus padres los cuales la habían abandonado apenas nació, cuando aún ni siquiera lo calientito de recién nacida abandonaba su cuerpo, y ellos no quería verla, nunca quisieron hacerlo solo la llenaban de regalos tratando de compensar su ausencia, a veces la llevaban al mar del distrito cuatro, para ella ellos lo hacían para que no se olvidara de que tenía padres y que Tigris no era su madre, pero aún así disfrutaba la estancia en el lugar uniéndose con el vaivan de las olas que la arrullaban y tranquilizaban.
Aún ella recuerda la primera vez que fue a un distrito en concreto al 4, ahí conocio a un pequeño niño de su misma edad, recuerda haber quedado hipnotizada con los ojos color verde agua que el niño tenía, la mayoría de las personas del distrito tenían ojos que simulaban el color del agua así que la última vez que lo vio tenía 12 años casi 13, en una fiesta de sus padres, así que creía imposible volver a verlo.
Pero aún así mantenía la curiosidad por volver a ver esos ojos, trato de buscar entre los ganadores del 4 pero no era ninguno, además hacia años que no iba al algún distrito.
Si iba a ir a una arena con dirección a su muerte, deseaba que fuera una con agua, con un mar impresionante, siempre se había identificado con el mar, podía pasar de ser tranquilo a furioso, y la gente siempre deseaba domarlo, sin haber conocido un cuarto de el, el mar estaba lleno de curiosidades, la gente siempre hablaba de el y suponían un millon de cosas de las cuales ninguna era cierta
Ella era como el mar, solo que quien quería domarla era su abuelo Snow, y los que suponían era todo panem.
Un agente de la paz entre diciéndole que el tiempo se había acabado, cosa que no le importo, nadie había a despedirse de ella. Solo esperaba ir al tren y ver a Tigris, necesitaba un abrazo de ella, uno que curara las heridas que ella no había creado, como con cada abrazo, beso y palabra alentadora que le decía despues de una pesadilla que algún día fue realidad.
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You're on Your Own, Kid
Fanfic《Ambos con la mitad de sus corazones, que casualmente se complemetaban》 Portada realizada por @GODHELARS de @EditorialSilver