Narra Chloe:
Sonreí al ver a mi pequeño hermano correr en el patio de nuestra nueva casa. Él en un momento se quedó quieto, mirando a un punto fijo.
-¡Un parque! - exclamó emocionado - Loe, llévame, llévame, por favor- dijo corriendo hacia mi y tomar mi mano.
A Theo se le hacía difícil pronunciar mi nombre, así que me empezó a decir Loe.
Asentí y él empezó a saltar de felicidad. Le dije que vayamos a casa a buscar una chaqueta y yo a avisarle a mamá.
Entramos a la casa y fui a la cocina, donde siempre está mamá cocinando, y papá leyendo el diario.-Hola mamá, hola papá- dije mirándolos.
-Hola-dijeron ambos.
-Voy a llevar a Theo al parque de al frente, ¿está bien?- pregunté.
Asintieron sonrientes, sabían que Theo haría amigos, y eso les alegraba.
Theo bajó corriendo con dos chaquetas, una mía y otra de él.
-Toma- dijo estirando su brazo con mi chaqueta, la dejé a un lado y agarré la suya, él estiró los brazos dejando que le pusiese la chaqueta azul.
Al ponérsela, agarré mi chaqueta y me la puse, agarré las llaves de la casa, algo de dinero y mi celular. Los guardé en mis bolsillos y salí, con Theo detrás mío. Salió y cerré la puerta. Agarré su mano y salimos.
Miré a los dos lados antes de cruzar la pequeña calle y Theo imitó mi gesto.
-¿Podemos cruzar, Theo?- pregunté. Le enseñé que cuando venían autos no podemos cruzar, pero cuando no vienen se pueden. También que hay que cruzar en un paso de cebra.
-No. Hay que ir ahí- señaló el paso de cebra- y mirar otra vez a ambos lados.
Caminamos de la mano hacia el paso de cebra y nos pusimos listos para cruzar.
-¿Ahora podemos?
-Sí.- dijo Theo mostrando sus pequeños blancos dientes.
Cruzamos y literalmente me arrastró hacía el parque de juegos.
Por si no sabían, Theo tiene cinco años y yo trece. Y aparte estamos en verano, por lo cual puedo salir sin preocupación de mis padres.
-Theo, ¿estás emocionado por entrar a la escuela?- Pregunté agachándome a su altura. Asintió.
-Venga...vamos a jugar- dije tomando su mano y yendo al tobogán.
Theo subió al tobogán con dificultad y se puso en la orillita, se sentó y yo me puse en la parte de abajo.
-Ven, tírate.- dije.
-Tengo miedo, está muy alto.
-Theo, calma. Yo estoy aquí y te atraparé, ¿vale?
Él asintió con miedo, con los ojos algo llorosos. Theo le tiene miedo a las alturas, pero cuando sea más grande se le pasará, supongo.
Él se lanzó y yo lo atrapé cuando cayó, lo abracé y le dije.
-¿Ves? Te dije que te atraparía -Me devolvió el abrazo y se puso a llorar.- Tranquilo, no va a pasar nada. Ven, vamos y tírate.
-No, tengo miedo. ¿Vamos al carrusel?- señaló el carrusel con los caballos y las tazas. Asentí y fuimos. Compré dos boletos y Theo corrió rápidamente a elegir un caballo, me pidió ayuda y lo subí.
-Afírmate Theo. No quiero que te caigas.- le dije, él se afirmó de la cuerda de caballo y yo lo afirmé por atrás para que no se cayese.
El carrusel iba a comenzar a moverse cuando una chica vino corriendo con un bebé. Compró un boleto -los bebés no pagan- y se subió. Se puso en dos caballos más atrás que en el que estábamos Theo y yo.
El carrusel se comenzó a mover y Theo reía.
Su risa, era felicidad. Los pequeños ojos grises de Theo demostraban felicidad.Theo tiene el cabello blanco, es albino. Tiene los ojos grises, el cabello blanco y la piel blanca.
Cuando el carrusel y la música pararon, Theo se fregó los ojos y me miró cansado.
-Tengo sueño y estoy cansado. ¿Vamos a casa?- Preguntó. Yo asentí y lo tomé de la mano.
Salimos del carrusel y caminamos hasta la casa. Cruzamos la calle cuando no venía ningún auto. Llegamos a la entrada de la casa y veía ya a gente borracha.
Eso me asustó un poco así que le dije a Theo que no se moviera de mi lado y que no se acerque a nadie. Él estaba cansado y algo asustado por la noche. Abrí rápidamente la reja y entré a Theo primero. Un caballero borracho venía hacía nosotros y antes de que pudiese entrar al patio de mi casa, me agarró de la chaqueta. Reaccioné rápido y le pegué un manotazo en la mano y entré. Cerré la reja con fuerza y le puse la llave rápidamente.
Theo golpeó la puerta de casa y mi mamá abrió.
-La cena está lista, han llegado a tiempo.
Theo se sacó la chaqueta y me la pasó, la colgué en uno de los colgantes de madera y también me saqué la chaqueta; colgándola.
Saqué mi celular y miré las notificaciones de Twitter. No había nada interesante, así que bloqueé el celular y lo guardé en mi pantalón. Caminé hacia la mesa donde ya estaba la cena servida.
Al terminar la cena, mamá me pidió que durmiera a Theo.
Le tomé la mano a Theo, él me miró con sueño y estiró sus brazos hacia arriba para que lo cargara. Le sonreí y lo cargué.
Subí las escaleras -con dificultad, mi hermano se volverá gordo- hasta llegar al cuarto de Theo. Lo dejé sentado en la cama y le cerré las cortinas. Le puse el calienta camas al número 2. Fui hacia su cajón y lo abrí: le saqué un pijama de polar con estampado de autos. Le saqué su polera y le puse la parte de arriba del pijama. Le saqué su pantalón y zapatos y le puse la parte de abajo del pijama.
Fui hasta su armario y le saqué sus pantuflas, dejándolas a la orilla de su cama.Él rápidamente se bajó y abrió la cama, se metió dentro de ella y se tapó hasta el pecho. Luego se sentó a lo indio y me miró.
-¿Qué pasa Theo?
-Tengo miedo
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Hola, gente. ¿Les está gustando la historia?
Dejen su opinión en los comentarios, dejen un voto si les ha gustado.
Esta historia es completamente mía, sacada de mi cabeza.
Espero que les haya gustado y nos vemos a la próxima.
Bai ✌
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Chloe ; lesbian
Teen Fiction“Hola”√√ Visto a las 23:46. “¿Irás a clases el Lunes?” √√ Visto a las 23:49. “Hola, sí. Me enfermé, tal vez vaya. ¿Por qué? ”. Enviado a las 23:52. “Nada, por nada.” Visto a las 23:53. “¿Segura?” Enviado a las 23:57. “Sí, sí” Visto a las 00:00.