una noche - mattbin

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Para Matthew no había nada más en su cabeza que no sean sus estudios, tenía muy en claro cuáles eran sus prioridades como estudiante y también sus metas como persona. Era alguien dedicado, así mismo siempre se ponía en primer lugar antes que a alguien o cualquier otra cosa.

No era de su agrado las fiestas, tampoco las reuniones por más pequeñas que fueran, no le gustaba mucho salir de su casa a menos que fuera para ir a alguna cafetería, biblioteca o tienda de libros, también se podría decir que le gustaba ir de compras, mientras sea con su adorado tío, puesto que si iba con su madre o hermana, en el peor de los casos ambas, sabía que se tardaría 7 horas en una misma tienda, en lo que deciden qué comprar y modelar cada prenda, era demasiado agotador para su pobre alma que considera que cada minuto de su tiempo es valioso.

Nunca estuvo tan interesado en el tema romántico, de hecho también era un punto en su larga lista de cosas consideradas una "pérdida de tiempo" según él.

Pero entonces, ¿por qué justo ahora estaba paseando por un parque al lado de su ex?

Matthew soltó un suspiro, mirando de reojo a su mayor, quien llevaba la mirada en alto, siempre tan serio cuando no decía alguna palabra, aunque en realidad prefería al Hanbin que siempre hablaba y estaba interesado en su día a día, ese Hanbin que no podía despegarse de él ni por un segundo, ese chico que estaba obsesionado por los autos y adoraba cantarle cualquier canción que le recordase a Matthew.

En realidad cuando Matthew dice que el amor es una pérdida de tiempo, lo dice en serio, cuando dice que da asco, también lo dice en serio.

– Entonces... – la voz de Hanbin lo sacó de sus pensamientos, mientras lo observaba tomar asiento en una de las bancas más apartadas de todos, pero con una hermosa vista hacia un lago, ya era de noche, entonces las luces amarillentas se reflejaban en el agua –. ¿cómo has estado en este tiempo?

– Mejor de lo esperado, mi rendimiento académico mejoró y estoy feliz por eso. – Matthew mencionó, tomando asiento a un lado de Hanbin, metiendo sus manos en los bolsillos de su propio abrigo –. ¿tú?

– Dios, solo quiero saber cómo estás tú. – recalcó la última palabra, confundiendo al menor, quien se atrevió a mirarlo algo perdido –. quiero saber cómo está Matthew, yo sé que estás más que bien en los estudios, siempre fuiste alguien inteligente y responsable, pero ¿cómo estás?

Volvió a hacer la pregunta, Hanbin aún no quitaba la mirada de Matthew, de hecho ninguno de ambos pensaba romperla. Sin embargo, el menor de ambos fue el dichoso en hacerlo.

– Estoy bien, en realidad mi vida nunca ha sido interesante y lo sabes. – Matthew soltó una corta risa, acomodándose contra el respaldar de la banca, suspirando por segunda vez –. saber que estoy bien con mis notas y pensar en que cada vez estoy más cerca de lograr mi segunda meta, me hace sentir realmente bien conmigo mismo, puede que no tenga muchos amigos o vida social pero eso no me molesta en absoluto, nunca me ha molestado, estoy bien con Keita, Haruto y Seowon, me hacen muy feliz y entre nosotros nos damos apoyo, al fin y al cabo ellos también están apunto de terminar la universidad, entonces nos necesitamos más que nunca. – Matthew volvió a mirar a Hanbin, quien nunca le quitó la mirada de encima, le dedicó una sonrisa –. ¿eso querías escuchar?

– Sí, fue mejor de lo que pensé.

– ¿Qué hay de ti?

Se formó un pequeño silencio, uno tan profundo en la que solo se miraban ambos a los ojos, Matthew lo sabía. Sabía que Hanbin tenía tanto que contar pero aún así sabía que no lo haría, él conocía esa mirada, ¿cómo no hacerlo? se llevaban conociendo toda la vida y odiaba eso, odiaba conocerlo tan bien cómo para saber lo que significaba esa mirada y quería matarlo con sus propias manos hasta ya no sentir ni una pizca de culpa por haberlo dejado.