𝑷𝑹𝑶𝑭𝑨𝑵𝑶 (LS)

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Las caricias suaves en sus piernas lo hacen temblar mientras comienza a sentir como su cuerpo se cubre de una fina capa de sudor, su aliento se vuelve más pesado al sentir las caricias de las manos duras de Louis subir por su cadera hasta rozar sus pezones mientras su boca deja besos en su abdomen, suelta un suspiro de excitación, tomando la sabana en sus manos apretandola para soportar las sensaciones que la dulce boca y manos le están proporcionado, suelta un gemido cuando su miembro se vuelve más duro al sentir como Louis sube sus besos y frota sus miembros en un dulce balanceó, tan dulcemente que deja salir un gemido alto, el calor está siendo cada vez más insoportable sacandole suspiros cada vez mas fuertes, se retuerce bajo el gran cuerpo de Louis en busca de una liberación, pero algo lo incomoda en sus ojos algo le comienza a molestar así que los abre lentamente viendo su ventana abierta de par en par, sólo era un sueño, uno muy bueno y por ello su cuerpo está completamente mojado, se pasa una mano por su frente intentando calmar su respiración, su garganta se siente seca por la resca y su miembro aún duele de lo duro que está.

— Hay una pastilla para el dolor de cabeza a tu lado.

Harry se sienta en la cama asustado al escuchar la voz, sus ojos están abiertos de sombro al ver a Louis recargado en la cómoda frete a su cama mirándolo fijamente. Lleva una camisa blanca de vestir con las mangas arremangadas y pantalón negro a juego. Harry se pone más rojo de lo que estaba y mira a su lado viendo la pastilla con una vaso de agua la toma rápido y bebe un largo trago de agua para que su voz no suene tan mal.

— Te quedaste– afirma con voz ronca.

— Me lo pediste– se acerca a la cama sentándose al lado de Harry, este se cubre la cadera con la sábana intentando cubrir su intimidad. — Te pusiste en peligro bebiendo así Harry.

—Lo sé, lo siento, sólo quería pasar un buen momento con mis amigos.

Louis le acomoda un rizo de su cabello despeinado, para después acariciar su mejilla suavemente.

— ¿Qué tal tu sueño?, te quejabas demasiado.— pregunta Louis mientras Harry se pone rojo al recordar su tan sensual sueño. — ¿Una pesadilla?

Harry muerde su labio inferior tentado contener una sonrisa mientras su sueño vuelve a su mente, recordando las sensaciones que le hacia sentir la boca del mayor, levanta la mirar para ver los labios de Louis, estos están apretados en una fina línea mientras lo mira con detenimiento.

— No, en realidad un muy buen sueño. Uno increíble– susurra lo último.

Una sonrisa ladina aparece en los labios de Louis lleva su pulgar a los labios de Harry acariandolos suavemente.

—Ya me dirás que fue, te espero abajo, pedí el desayuno no tardará en llegar. – se levanta y camina a la puerta para que él pueda cambiarse.

Harry sonríe enormemente y se levanta entusiasmado para darse una ducha, cuando termina de alistarse va a la cocina donde está Louis sirviendo pancakes en dos platos junto tasas de café.

—¿Pediste pancakes?– se acerca Harry a la encimera, el olor dulce es extremadamente delicioso combinada con el café.

—Sí, espero te guste. – Louis le aparta la silla para que pueda sentarse.

Ambos se sonríen cuando están frente a sus platos de comida, uno al lado de otro, Harry toma la miel y deja caer una gran cantidad en su bocadillo, siempre le ha gustado las cosas dulces y la miel es uno de sus sabores favoritos toma su tenedor y come un pequeño bocado,  el sabor en su lengua es exquisito la combinación de sabores lo quiere hacer gemir pero sólo se lame los labios para quitar los residuos.

Louis come en silencio dando tragos a su café y probando un poco de sus pancakes, le gusta mirar a Harry mientras come es tan dulce como la miel, con sus grandes ojos verdes pareciera que podria iluminar el mundo y sus labios rojos que seducen a cualquiera, la belleza que tiene es como si fuera hecha por un dios, tan inexplicable y puro que se siente mal por querer profanar tanto a ese hombre con aspecto de ángel, cuando estuvo acostado a su lado no pudo evitar mirar lo hermoso que es Harry, con una piel blanca suave a su toque, cintura que sin duda desearía poder tomar en sus manos, mira tanto profundamente a Harry que este se da cuenta y voltea a verlo con una sonrisa.