El omega que se dejó marcar

1K 111 32
                                    

En el campo los omegas evitaban las marcas de enlace a toda costa, no era de extrañar que sus alfas terminarán abandonando a sus omegas cuando viajaban a la ciudad; era más evitarle el ya conocido sufrimiento de que su alfa le lastime al marcar a un omega de ciudad que cualquier otra cosa.

Jihan siempre había tenido presente las enseñanzas del campo, su hermano Jichang, un alfa en toda la extensión de la palabra, le había mostrado con métodos poco ortodoxos a defenderse, a esconder su parte omega en la batalla y cuidarse a toda costa de que algún idiota quisiera morderlo a la fuerza. De esa manera es que había llegado a liderar en el campo sobre de su hermano Jibeom, mostró su valía y obtuvo lo deseado.

Entonces, ¿cómo había llegado a ese punto?

La habitación estaba inundada con las feromonas de ambos, el penetrante olor del alfa lo volvía loco con cada segundo que pasaban en esa habitación, en su habitación.

— A-alfa, más.

Sus uñas rasguñando la suave piel de su espalda, sus piernas abrazadas a la cintura del alfa quien golpeaba su próstata una y otra vez.

Sólo podía oír los bajos gemidos que soltaba el varón, para evitar que fueran escuchados, que le hacían afianzar su agarre, sintiéndolo más profundo, más duro.

— J-jihan.

¿Cómo es que habían llegado a ese punto?,

Habían estado peleando como enemigos hace tan sólo unas horas atrás hasta que el anciano Bakgu terminó con esa pelea sin sentido; Jichang había invitado a los dos omegas y al alfa a dormir esa noche para terminar de curar sus heridas y, por extraño que pareciera, estos habían aceptado.

Se suponía que todo acabaría en el momento que ambos terminaron de guardar los platos con los que cenaron todos, se suponía que no se divertiría demasiado charlando con él, que no lo tomaría de la camisa y lo besaría.

Se suponía que Hyung Suk no correspondería el beso y entonces las cosas escalaron de magnitud.

Había tantas cosas que se suponían que no deberían estar haciendo y, sin embargo, hicieron todas y cada una de ellas una vez entraron a su habitación y cerraron la puerta detrás de ellos.

Pequeñas mordidas fueron a parar a sus hombros sacándolo de sus pensamientos, cubrió su boca con una de sus manos para evitar que se oyeran sus gemidos y despertarán a alguien, sintiendo como su boca del contrario subía lentamente dejando marcas de sus dientes pero sin llegar a tocar su glándula omega y aquello lo hacía enloquecer.

Su cuerpo ardía imaginando como enterraba sus dientes en su cuello, dejando una gran marca sobre su glándula omega y reclamándole como suyo.

Lo quería, lo deseaba tanto cuando sintió los espasmos del orgasmo próximo.

Sus labios se encontraron, se besaron una y otra vez, mordió esos labios color durazno con fuerza y exploró su cavidad bucal con fiereza, dejando marcas a lo largo de su espalda que tardarían en desaparecer y, cuando el orgasmo llegó, sus manos tomaron de la nuca al alfa y lo besó con desesperación.

Se abrazó al cuerpo del alfa quien siguió follándolo con fuerza, manejando su cuerpo como si de un muñeco se tratase y aquello, para su sorpresa, no le molestó, sino más bien le gustó, le gustó ser tomado de esa manera por el joven maestro; arqueó la espalda cuando sintió el nudo formarse y un gemido ronco salió de los labios del alfa antes de soltar finalmente su esencia en el preservativo.

Tan bueno, como se podía esperar del único alfa que le hizo frente a su hermano mayor.

Con esa carga podría embarazarlo sin necesidad de que estuviera en celo, pero no eran tontos, tenía demasiados preservativos sin usar que estaban siendo de utilidad por primera vez en su vida.

Omega de campo (Jihan x Hyung Suk)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora