Pasar mi jubilación en un juego - Parte 1

Capítulo 152: Maldiciones y bendiciones

En el momento en que Xenia vio la semilla negra en la mano de Eisen, dio un paso adelante y la inspeccionó lo más de cerca posible. "Sí, ese es uno de sus artículos. No sé por qué puedes sostenerlo así sin que te afecte, pero definitivamente es una 'Semilla del miedo'". Explicó, antes de que Eisen lo mirara profundamente.

"Bueno, como mencioné, puedo quedarme con los fragmentos del amuleto debido a la misión que tengo, y porque quiero llevárselos a Kirisho, para que las maldiciones no funcionen conmigo. Tal vez porque esas maldiciones tienen usado para esta semilla, ¿tampoco funcionan en mí así?" sugirió Eisen, antes de que Xenia pareciera pensarlo un poco.

"Posiblemente. La mayoría de las maldiciones que se colocaron en los artículos afectan a aquellos con una cierta intención. ¿Quizás por esto, afectará a todos aquellos que no sigan la voluntad del amuleto? Por supuesto, la voluntad sería que debía ser devuelto juntos, y ya que estás haciendo eso, no te afecta. Sin embargo, eso me hace preguntarme... ¿Quién puso esa maldición en estos fragmentos?"

Confundido por lo que quería decir Xenia, Eisen comenzó a pasar sus dedos por su barba, antes de que el Alto Elfo continuara explicando después de notar exactamente que este era el caso. "Las maldiciones solo se pueden colocar después de alguna preparación, o a través de sentimientos de inmensa malicia. Después de hablar con ese fantasma hace un momento, sabemos que el segundo no es el caso. Los espíritus de ese tipo son básicamente bastante puros cuando se trata de sus emociones, lo que significa que no, o más bien no pueden, dejar de mostrar lo que realmente significan. Pero al mismo tiempo, siendo ese el caso, alguien necesitaba colocar la maldición en el amuleto de antemano ".

Inmediatamente, Eisen se puso de pie y miró a Xenia con el ceño fruncido. "Entonces, ¿lo que estás diciendo es que alguien maldijo el amuleto de Kirisho? ¿Por qué alguien haría eso?"

"Tal vez... Alguien se equivocó. Ese amuleto puede ser un producto fallido". Dien sugirió en voz baja, antes de que Eisen se volviera hacia él, lo que provocó que el elfo saltara un poco antes de continuar para evitar un malentendido. "¡Por favor, no me malinterpretes! Escucha, tiene sentido, ¿verdad? Te afectan las maldiciones si no sigues la voluntad del amuleto. Entonces, básicamente, las maldiciones son castigos. Digamos que encuentras ese amuleto en alguna parte. El espíritu interior te dice que hagas algo, pero como no quieres hacer eso, simplemente te deshaces del amuleto. Pero eso no funciona y el amuleto regresa a ti, mientras te infunde la maldición del miedo. Si eres una persona externa, si pudieras controlar el espíritu, no podrías ¿Tú controlas a la persona que actualmente tiene el amuleto? ¿Quizás esa mujer es demasiado buena para ser controlada?" Preguntó el elfo, dejando a Eisen y Xenia pensando en eso por un momento, antes de que el anciano suspirara en voz alta.

"¿Crees que eso es posible?" preguntó Eisen con una expresión seria, y Xenia asintió después de pensar por un momento. "Tal vez. No podemos decirlo con certeza, pero es una posibilidad definitiva, ¿no es así? Bueno, una vez que arregles el amuleto, podemos ver qué está pasando. Y también podría eliminar las maldiciones, así que que es solo un amuleto regular con un fantasma dentro". explicó Xenia, moviendo su cabello detrás de su cabello nuevamente, antes de que Eisen la mirara con curiosidad.

"Oh, ¿así que también puedes hacer cosas así?" Eisen le preguntó, y ella asintió con aire de suficiencia.

"Por supuesto que puedo. Al final, las maldiciones son un tipo específico de magia. El chamanismo solo toma más tiempo que otras magias, porque se basa en rituales. De todos modos, ¿qué tal si me deshago de esa semilla?" Preguntó, sosteniendo su mano hacia adelante, y justo antes de que Eisen quisiera dársela, el anciano dudó.

"Espera un segundo, primero, ¿puedes explicarme cómo funcionan? Caria es una druida micónida menor en este momento, y otro compañero me dijo que se parece mucho a una dríada, lo que significa que está trabajando en su control sobre plantas. ¿Podría tal vez ella usar esa semilla de alguna manera si quitas la maldición? Preguntó el anciano, mirando a la niña pequeña que aún sostenía a la niña aún más pequeña en sus brazos, antes de que Xenia comenzara a pensar por un momento.