Almas Gemelas | Freenbecky (+18) [PAUSADA]

6. Nuevos caminos encontrados

La morena se dirigía rápidamente de vuelta a la ciudad. Su mejor amiga allí la esperaba. Irin últimamente parecía muy emocionada, y alegre.
Aunque ya lo era, pero a la morena le parecía raro, la veía sonreír por cualquier mini maleza. Evidentemente, la morena estaba alegre de ver a su mejor amiga feliz. Pero quería saber el motivo de su felicidad.

Ingresó a su lugar favorito, una plaza pequeña escondida de la muchedumbre que se encontraba pululando por las calles.
Se sentó en un banco de piedra que allí se encontraba, y esperó a que pelirrubia llegara.

Becky

Escuché unos pasos acercarse hacia mí, hasta que noté como alguien me abrazaba por la espalda. No dudé ni un segundo de quien era, su perfume se distinguía del resto de habitantes del pueblo.
Me giré y ahí estaba RinRin, con esa sonrisa que siempre se mostraba en ella.

-Buenos días Mon, ¿cómo estás?- preguntó la rubia a la morena con una gran sonrisa.

-Bueno... eso deberías decírmelo tú, ¿no crees?- una risa que se mostró en la joven, fue contagia en la rubia.

-Mmm... ¿qué debería decirte?- intentaba esquivar la pregunta pero sabía que debía decírselo, puesto que era su mejor amiga.

-Ah no sé, últimamente has estado mucho más feliz que lo habitual, ¿hay algo que te haga estar así?- le tomó de la mano para darla confianza.

-Verás... he conocido a alguien... que...- un sonrojo se mostró rápidamente en el rostro de Irin. -me hace sentir muy bien, y creo... que pueda sentir algo-

Eso me tomó totalmente de sorpresa, ¿Rin estaba enamorada?, realmente me alegraba mucho por ella, aunque la duda me carcomia, ¿quién sería esa persona que tenía el corazón de su amiga robado?

-Y bueno si te lo preguntas... su nombre es Noey, es realmente linda, me gustaría presentaros- su mejor amiga sonrió mientras esperaba la reacción de la morena.

Becky estaba en un shock completo, ella pensaba que sería un hombre, ¿acaso era bueno estar enamorada de una mujer?
Nunca le había preguntado a su mentora, por lo que parecía algo de otro mundo, la incredulidad de Becky tomó de sorpresa a Irin.

-¿Qué pasa?, es que... ¿no quieres conocerla?- un puchero se hizo presente en Irin.

Becky rápidamente sacudió la cabeza. -N-no, claro que quiero conocerla, es sólo que... me parece raro- suscitó tensando su cuerpo.

-¿Por qué te parece raro?- Irin cuestionó a su mejor amiga.

-Pues... siempre he pensado que lo... ¿"normal"? es enamorarte de un hombre, nunca pensé en.... una mujer- Becky seguía confundida.

-¡Pero que pensamiento es ese!, pero qué pasa, ¿que tu hermana nunca te ha enseñado eso?- La rubia incrédula preguntaba a su amiga.

-Le pides mucho a Freen...- una risa audible salió de las 2.

-Vamos a ver, dime una sola cosa, sólo una, en qué amar a una mujer sea malo- Irin se cruzó de brazos en espera a su respuesta.

Becky estuvo unos segundos callada, buscando algo, pero por más que pensaba, nada salía, sólo pensaba en cómo podría ser amar a una de su mismo género.

-Pues...- Irin interrumpió a su amiga. -¿A qué no hay ningún problema?-.

Becky sonrió a Irin, y miró al cielo.

-Pues... no, por más que pienso, no hay nada que sea... ¿malo?- un apéndice del rostro de Becky aún mostraba algo de confusión.

-Pues eso es por qué no hay nada malo, si un hombre puede amar a una mujer, y viceversa, ¿por qué no podríamos nosotras amar a una mujer, y ellos a otro hombre?-