Se fue

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Miércoles 14 de junio

Querido diario:
Toda la familia Eveline se sube al auto. Tíos, abuelos, primos e incluso parientes lejanos buscando a la desaparecida de la familia. Mamá.
No pensé que esto llegaría tan lejos. Sinceramente no pensé que algo así estaría sucediendo. Pero, ¿ella está bien, no es cierto? Tiene que estarlo. No puede haber pasado algo, debe ser una confusión. Quizá dejo su celular apagado, o se le acabó la batería, o... No, claro que no le pasó nada. Al menos nada grave.
El tío que mamá supuestamente iba a visitar dice que no tiene noticias de ella.
Me estoy preocupando.
Esto no está pasando.
¿Será un sueño?
"Mamá está bien..." Me repito a mi misma.
No pudo haber pasado nada, ¿no?

- ¡Diannah, ven aquí ya!- Grita mi padre, decidido.
Me acerco a él, y siento que todos me miran. ¿Acaso están... Llorando? No. Debe ser mi imaginación.
- Debemos mostrarte algo.- Dice Candice con voz entrecortada y casi en un susurro.
Ahora estoy segurísima de que están llorando. Pero... ¿Por qué lloran? Deberíamos estar buscando a mamá, no perdiendo tiempo en estos sentimentalismos.
De repente, escucho una sirena. Claramente se acerca la policía, y todos empiezan a llorar aún más fuerte. ¿Qué pasa?
- Tráiganlo. Vamos, ¿qué esperan? Ustedes, cubran la zona de crimen...- Ordena el alguacil.

¡¿Zona de crimen?! ¿Escuché bien?
Mi padre me lleva de la mano, hasta que se detiene y me hace sentir el tacto. Es una camilla, que tiene...
¿Un cuerpo, puede ser?
Lo toco, con cuidado. Su cara es ovalada, pómulos marcados, nariz repingada y estirada también, labios gruesos y formados, pintados, creo. Pelo corto hasta los hombros lacio...
Esperen.
Es...
¡¡¿¿MAMÁ??!!
¡¿Qué hace mamá en una camilla, con la policía dando vueltas?!
No.
Esto no es verdad.
De pronto mis ojos se cierran, cae una lágrima que cae en la frente de mi madre. Toco su abdomen, parece que... ¡¡¿¿LE CLAVARON UN CUCHILLO??!!
Toco su sangre. Sangre ya casi seca.
Sin pensarlo, aparezco tirada en el piso llorando desconsoladamente. Mi padre trata de calmarme, en vano.
Esto no es cierto.
Mi madre no puede estar muerta.
A mi madre no la MATARON.
ME NIEGO A CREER ESO, ME NIEGO A SI QUIERA PENSAR EN EL HECHO DE QUE ALGUIEN APUÑALÓ A MI MADRE. ¡¡NO ES CIERTO!!

Pero la realidad es que sí. Mi madre estaba muerta, era ella la mujer acostada en la camilla. A mi madre la apuñalaron. Murió.

The Look In Her EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora