Watching the life of Amy and Harry Potter. Turning us into dust

PRÓLOGO

Canción para este capítulo: Bruises (Lewis Capaldi), Alone (Alan Walker) y Unconditionally (Katy Perry)

24 de junio de 1996, Hogwarts ya no era lo mismo. Los años habían cambiado a las personas, las habían ido apagando e incluso matando.
Los alumnos se encontraban en el Gran Comedor cenando.

En la mesa de Gryffindor Ron estaba comiendo tres muslos de pollo a la vez, Harry estaba desahogando su frustración con un filete al que parecían que estaban volviendo a matar, Fred estaba algo deprimido y George estaba intentando animarle. Mientras tanto Ginny y Hermione estaban preocupadas mirando a las puertas del comedor esperando a que su amiga entrará, no había comido nada durante dos días pero ella les había prometido que iría, y Amy nunca rompía una promesa, mucho menos a ellas. Dean y Seamus estaban hablando con Neville, echando de menos la intervenciones molestas de Amy en su conversación.

En la mesa de Ravenclaw se encontraba Cho, que deseaba poder hablar con Amy, había sido una semana dura y ella siempre le ayudaba. Luna también quería ver a Amy, pues sentía la necesidad de abrazarla, y hacía varios días que nadie la abrazaba.

En Huffelpuff aún había un asiento vacío. Además se encontraba Hannah Abbot, quien ya empezaba a preocuparse por los gemelos, sobre todo después de haber hablado con Neville.

Y, por último, en la mesa de Slytherin estaba Pansy, que reprimía el impulso de levantarse y dirigirse a la mesa de Gryffindor para preguntarle a Hermione y Ginny sobre Amy, pero en vez de eso apretaba sus manos por de bajo de la mesa. Draco, quien simplemente miraba a la nada. Mientras que Blaise no paraba de berrear sobre donde se había metido Amy y que necesitaba un consejo de moda desde hacía cinco días. Mattheo por otro lado tampoco estaba, llevaba sin aparecer tres meses, y Theo ignorando a su alrededor, intentaba leer.

-Se acabó -Hermione había perdido la paciencia, y Ginny la perdió hace mucho. McGonagall las miró a ambas y con un simple asentimiento de cabeza ambas niñas salieron disparadas del comedor. Minerva también estaba muy preocupada por la joven, y la preocupación de Hagrid no aliviaba la suya.

Hermione y Ginny se dirigieron a su habitación, pero estaba vacía. Así que decidieron ir a la torre de astronomía, a Amy le encantaba ese sitio, subieron las escaleras de la torre a una velocidad para nada prudente, pero al llegar arriba no había nadie.

-La mato -dijo Ginny con el poco aliento que le quedaba.

Ni siquiera necesitaron unos segundos para saber donde estaba su amiga, así que sin perder el tiempo bajaron a las mazmorras para ir a la sala común de Slytherin, específicamente a la habitación de Mattheo Riddle. Mattheo llevaba desaparecido tres meses, nadie sabía nada de él, sin embargo hace cuatro días la Órden encontró a Mattheo, los más jóvenes no sabían bien que había pasado, pero lo que sí sabían era que Mattheo estaba muy herido, por esa misma razón no había ido a clases, durante un tiempo estuvo en la casa de los Black pero ahora estaba escondido en su habitación, y solo sabían de su presencia en Hogwarts Amy, Hermione, Ginny, Harry, Fred, George, Ron, Neville, Luna y Theo.

Al llegar a la entrada de la sala común, Ginny y Hermione no tenían ni la más remota idea de como entrar. Mientras que Hermione estaba barajando las posible opciones, contraseñas y hechizos, Ginny empezó a pegar patadas a la puerta, si no abría al menos esperaba que Amy la oyera. Y así ocurrió, Amy las oyó y abrió la puerta, encontrándose con una Hermione en mitad de un ataque de nervios y recibiendo una patada de Ginny.

-Por Merlín, ¿Gin te has planteado jugar al fútbol? -dijo mientras se tocaba la pierna.

-¿¡Dónde demonios estabas!? -esa fue la señal que hizo que Amy se alejara unos pasos de Hermione.