Amor Primaveral (Yaoi) (Editando la redacción)

Entrégame tu cuerpo

*Se viene lo bueno, mis cielos <3*

Nathan P.O.V.

Venía tomado de la mano con Haruo y mi vida no podía ser más perfecta.

Él, sonriente, despampanante, hermoso...excitante...

En el camino se nos atravesaron algunos idiotas que pasaban por ahí y mientras algunos sólo pasaban de largo de nosotros, nos ignoraban y nos miraban con asco, hubo chicas que soltaron estúpidos "aww" y unos cuantos tipos que dijeron "los apoyamos".

Lo que me sacó de quicio fueron los imbéciles que miraban a mi príncipe con deseo. ¡Joder! ¡Si hasta se les veía en la puta cara la excitación! ¡Sólo les faltaba tener escrito "ERECCIÓN" o "EYACULACIÓN PRECOZ"!

Era en estas jodidas ocasiones en las que quería mantenerlo cautivo y sólo para mí.

¡¿Y desde cuándo todos eran gays?!

-¿Cómo te sientes?- le pregunté.

Se rió dulcemente, como lo hace todo el tiempo.

Una sinfonía para mis oídos.

-Estoy bien. Sólo fue un simple...uh. ¿Ataque de nervios?-

-Pero me preocupé- le señalé.

Se mordió un poco el labio.

-Perdóname por eso. No era mi intención preocuparlos tanto-

Sonreí.

-¿Quién más se iba a preocupar si no es tu novio?-

Se sonrojó.

Con esa cara si hasta dan ganas de comerlo...¡No! ¡NO! Él está débil, no puedes hacer eso con él, Nathan, incluso si el amigo de abajo no entiende.

-Además. Fue mi culpa por haberte hecho hablar de ese tema. Lo siento-

Me miró sorprendido.

-¡No, no! No tienes porqué sentirlo, Nathan. Debía decirte tarde o temprano de todos modos...y es mejor contarle a alguien lo que te aqueja-

Me sentí un poco culpable por dentro.

No pasó mucho tiempo hasta que llegamos a la habitación.

Entré yo primero y limpié un poco su cama. Lo hice pasar y se recostó.

-¿Estás bien ahí?- pregunté sentado en el borde.

-Sip. Muchas gracias-

-No tienes por qué dármelas- en cambio dame otra cosa...

Sonrió.

-Bueno. Creo que voy a ir a tomar una ducha- me puse de pie, pero Haruo me tomó del brazo.

Haruo P.O.V

Realmente no quería que fuera a darse un baño así como así.

Yo quería...quería...

-N-Nathan- lo nombré súper avergonzado.

Movió su mano esperando que prosiguiera.

-Y-Yo...-

Estaba demasiado sonrojado. Seguro que mi rostro también funciona como foco luminoso de semáforo.

-¿N-No podemos...?-

Me cubrí el rostro.

Esto era demasiado vergonzoso.

-¿Podemos qué?- me preguntó con una sonrisa enorme.