Quizá a muchos les parezca mi vida muy peculiar; posiblemente para otros no pase de ser un simple accidente más, de esos que incontablemente suceden en la existencia humana. Yo diría que este tipo de accidentes no existen ya que todo tiene una razón muy profunda de ser.
Durante años he sido conocida como una de las personas más juzgadas y discriminadas en el institutopor ser de un país diferente.
Estaba en mi cuarto como siempre escuchando música, la única forma de sentirme libre, cuando mi madre me llamó, al parecer me había llegado una carta o algo.
— ¡____! ¡____! Baja –gritó mi madre, baje de inmediato —Te llegó esto –efectivamente era una carta.
—Gracias má, te quiero –me dirigí a mi cuarto, lentamente abrí la carta, en cierta forma tenía miedo, nunca me había llegado una carta y esta no tenía remitente —____ –empecé a leer —sé que nunca hemos hablado, pero siento la necesidad de decirte algo importante desde hace mucho tiempo, por favor si quieres saber qué es y quién soy encuéntrame mañana en el centro comercial a las 16:30. Te espero. Anónimo –un escalofrío recorrió mi cuerpo.
¿De quién podía ser tal carta? No sabía qué hacer ¿Y si era una broma para burlasen de mí?... Después de pensarlo decidí ir, no tendría nada que perder, si se burlaban ya igual estaba acostumbrada y si era verdad pues… miraría qué haría. Despoje la ropa de mi cuerpo y poder ponerme la pijama, me acosté a dormir aún pensando en esa carta, sin darme cuenta quede profundamente dormida.
Desperté temprano, hacía un frío penetrante afuera, envolví nuevamente mi cuerpo en las cobijas a ver si podía dormir un poco más.
—NO –grité levantándome de la cama, despojé la ropa de mi cuerpo y entré a la ducha, el agua estaba calientita no quería salir de allí, después de casi 45 minutos salí, me coloqué ropa ligera un short corto y una blusa ancha, amarré mi cabello y bajé a desayunar comí cereal con tostadas, miré el reloj eran 9:30 aún faltaba mucho para ir al centro comercial, entré a la internet no había nada interesante, arreglé algunas cosas de la casa y me senté a ver películas mientras pasaba el día y llegaba la hora de salir.
Pasaron horas, miré el reloj eran las 16:00 se me estaba haciendo algo tarde, subí a mí habitación, busqué en el closet la mejor ropa, entre tantas cosas escogí un corto vestido de flores y unos tacos altoshttp://bit.ly/xaCIz4, planche un poco mi cabello para que no se viera tan despeinada, mi miré una y otra vez al espejo, quería cambiarme de ropa meterme a la cama y no salir, pero por otro lado quería ir, tenía la intriga de quién había enviado esa carta. Después de tanto pensarlo salí de mi casa rumbo al centro comercial, estaba nerviosa, llegué, no vi a nadie conocido, sólo a los chicos más lindos y sexys del colegio tenían una banda llamada One Direction nada serio, pero salir con ellos era imposible. Seguí caminando por todo el centro comercial *debí creerlo, todo era una broma* –pensé, me senté en una banca a descansar ya eran 16:45.
—Hola ____ –alguien había pronunciado mi nombre, quizá la persona que envió la carta, empecé a levantar la cabeza lentamente, era Harry, Harry Styles quien estaba enfrente de mí.
—Emm, me tengo que ir –dije levantándome para salir de allí, esto era imposible.
—Espera –agarró mi brazo —Yo fui quien te envió la carta –WOW, quedé perpleja ante tal comentario, esto quizá era una broma.
—Buen chiste, me voy de aquí-.
—Espera, lo que te digo es verdad, acompáñame y sabrás la razón por la cual te cité acá, ¿vamos? –tenía una mirada a la cual no me podía resistir, nunca me había detallado de sus perfectos ojos esmeralda y su perfecta sonrisa.
—Está bien, vamos –dije casi por inercia, estaba hipnotizada con sus ojos, él sonrió.
Nos dirigimos a su auto un hermoso auto, abrió la puerta del copiloto para yo subir, después se subió él del lado del copiloto, arrancó el auto, no sabía adónde íbamos, lo que si sabía es que estaba más que nerviosa, me sentía en un sueño, del cual no sabía si despertar o seguir en él, a ratos sentía su mirada en mí lo que me ponía más nerviosa. Después de unas cuantas vueltas llegamos a una hermosa playa, se bajó, abrió la puerta del copiloto y ayudó a bajarme, me guió por toda la playa, nos sentamos en la orilla del mar, la vista desde ahí era maravillosahttp://bit.ly/xdwROa, quité mis tacos para más comodidad, él lo notó y sonrió.
—Está lindo el día, ¿no crees? –interrumpió mis pensamientos.
—Eh sí, emm ¿por qué me trajiste acá? Y ¿Por qué me enviaste esa carta?-
—Emm ven –agarró mi mano y empezamos a correr por toda la playa, las cortas olas que llegaban nos mojaban, nos reímos demasiado casi al punto de llorar, Harry realmente era genial, pasaron unos minutos y se detuvo justo enfrente de mí —Ahora sí te diré todo –respiró —Sé que nunca hemos hablado, pero desde hace mucho tiempo te he estado observando, me pareces una chica, emm, interesante y… –pausó —Me gustas ____, me gustas mucho y desde hace mucho tiempo-.
—Emm bueno yo…-
—Aún no termino –me interrumpió -____ ¿quieres ser mi novia?-
—Emm Harry yo… no lo sé, me pareces un chico muy lindo y eres de los más populares del instituto, no entiendo qué haces conmigo y ¿qué pensaría la gente si te ven conmigo? Es decir, tú eres popular y a mí ni me determinan-.
—No me interesa lo que digan o piensen los demás, lo único que me importa es que quiero estar contigo, siempre intenté acercarme a ti, pero nunca me atreví hasta ahora, ¿a ti si te importa lo que piensen? –Negué —Entonces ¿qué dices? ¿Quieres ser mi novia?-.
Me quede pensando durante, lo que al parecer, mucho tiempo, no sabía qué hacer, era un gran chico y de lógica me gustaría estar con él, pero por otro lado tenía miedo de que no resultaran las cosas y terminara sufriendo sin razón.
—Sí –sonreímos —lo intentamos-.
—Perfecto –sonrió y se acercó a mí, bastante para ser exactos, los nervios se apoderaron de mí, de repente sentí sus labios sobre los míos, cerré los ojos al igual que él y simplemente me dedique a disfrutar aquél beso, nuestras lenguas empezaron a danzar entre sí, no me importaba nada más en ese momento, era como si el tiempo se hubiese detenido en aquel y profundo beso, sin duda era el mejor de toda mi vida, todo lo que creí imposible se estaba haciendo realidad. Se empezó a separar de mí, lentamente empecé a abrir los ojos, vi su hermosa sonrisa y dejo de importarme lo correcto, estaba viviendo un sueño y no quería despertar, lo disfrutaría mientras durara.
Seguimos caminando por aquella hermosa playa, jugando como niños pequeños, nada importaba sólo nosotros dos.
