CAPITULO 3

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El único momento que Seokjin había esperado que nunca llegara, llegó. Estaba en la acera fuera del café Windy Spring, mirando por la ventana cuando el hombre que esperaba evitar lo saludó. Esto no podía pasar. Seokjin había hecho todo lo que estaba en su poder para evitar a Taehyung y a cada Kim en la zona desde que supo que Taehyung volvía. Seokjin asintió a Taehyung, reconociendo su saludo, y entonces se obligó a girarse. Si no lo hacía, temía que podría aplastarse contra la ventana como un adolescente rabioso para poder ver mejor al hombre.

Taehyung había engordado y adelgazado en los lugares correctos, lo que solía ser el delgado cuerpo de un joven con edad apenas legal era ahora el cuerpo bien musculado y definido de un hombre a mitad de sus veintes. Seokjin incluso estaba bastante seguro de que Taehyung había crecido algunos centímetros. No se veía para nada como cuando había dejado Windy Spring hacía tres años, se veía mejor. Maldición.

—Hola Seokjin.

Los ojos de Seokjin se cerraron brevemente cuando escuchó su nombre. Consideró no pararse. La urgencia de seguir caminando era fuerte, pero también la necesidad de girarse y mirar al hombre con el que había estado soñando durante mucho tiempo. Seokjin inhaló una profunda respiración luego se giró, colocando una pequeña sonrisa en su rostro.

—Hola Taehyung, escuché que volvías al pueblo.

—Sí, he vuelto hace unos días. —Taehyung tenía las manos metidas en sus bolsillos, y parecía hacer todo lo que podía para evitar los ojos de Seokjin mientras fingía que no lo hacía. —Me preguntaba si tenías unos minutos.

—Uh. —Seokjin se estrujó el cerebro mientras intentaba encontrar una excusa para escapar. El pánico empezó a establecerse cuando no pudo pensar en nada. —Realmente necesito volver a la oficina. Tengo algo de papeleo que terminar antes de acabar el día.

—Oh bueno, entonces podría...

La mandíbula de Seokjin cayó cuando Jimin salió del café con un bebé llorando en sus brazos. Jimin rápidamente le pasó el bebé a Taehyung.

—Lo siento hermano, pero ella no se tranquiliza.

—Ya ha pasado la hora de su siesta —dijo Taehyung mientras colocaba al pequeño bebé contra su hombro y empezaba a palmearle la espalda.
—Siempre se pone de mal humor si no consigue sus horas de sueño.

—Bueno, no es como si le fuera a hacer daño perderse unos cuantos parpadeos —rio Jimin tranquilamente mientras el bebé se calmaba y empezaba a chuparse su diminuto puño. —Ya es demasiado tierna para describirla.

—Eres su tío —contestó Taehyung—, eres parcial.

Jimin sacó la lengua a Taehyung.

—¿Ahora quién es el bebé? —Taehyung puso los ojos en blanco. Señaló el café—, sólo ve adentro y consígueme la mochila para llevar al bebé.

Jimin parpadeó. —¿El qué?

—Esa cosa con la que llevaba antes a Jisoo, la que tiene correas en el pecho.

—Oh eso. —Jimin giró y entró al café.

Seokjin no pudo evitar mirar al pequeño bulto en los brazos de Taehyung cuando el hombre se giró hacia él.
—¿Tienes un bebé?

—Sí. —Taehyung sonrió cuando miró al bebé. —Esta es mi hija Jisoo. La llamé así por Ma.

—¿Y su madre? —Seokjin realmente no quería saber sobre la mujer, pero no pudo evitar que las palabras salieran de sus labios.
—¿Dónde está?

La tristeza que llegó a los ojos de Taehyung cuando volvió a alzar la mirada casi pone de rodillas a Seokjin. Taehyung amaba a alguien más. Podía verlo en las lágrimas acumuladas que llenaban los ojos de Taehyung.

LA FAMILIA (Libro V)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora